La familia de la famosa Soprano se encuentra en un momento muy complicado tras la decisión de un juzgado de Barcelona tras no pagar el alquiler del edificio en el que se encuentra su fundación

La familia de la legendaria soprano Montserrat Caballé atraviesa uno de sus momentos más críticos tras confirmarse oficialmente el desalojo de la sede de la Fundación Montserrat Caballé, ubicada en la calle París de Barcelona.

El juzgado número 29 de la ciudad ha dictaminado el desahucio del inmueble por impagos acumulados que superan los 41.000 euros en concepto de alquiler,

una deuda que se arrastraba desde hace más de un año y que, pese a los intentos por aplazar su cumplimiento, ha terminado con una orden de abandono inmediato del local.

La noticia ha sacudido al mundo cultural catalán y español, ya que la Fundación fue creada precisamente para preservar y difundir el legado musical de Montserrat Caballé, fallecida en 2018,

y desde su fundación en 2003 ha sido un punto de encuentro para jóvenes talentos líricos, concursos internacionales y talleres de alto nivel artístico.

Sin embargo, todo ese esfuerzo y simbología se ha visto empañado por una situación financiera insostenible.

La hija de la soprano, Montserrat Martí Caballé, quien durante años ha sido el rostro más visible del proyecto y también soprano de trayectoria, no ha hecho declaraciones públicas hasta el momento, aunque fuentes cercanas a la familia aseguran que el golpe ha sido “devastador” tanto en lo emocional como en lo institucional.

Según los registros del juzgado, los impagos comenzaron a mediados de 2023, cuando la fundación dejó de abonar las cuotas mensuales estipuladas en el contrato de arrendamiento.

Desde entonces, los dueños del local —una empresa privada con sede en Barcelona— intentaron llegar a acuerdos de pago fraccionado, pero estos fueron incumplidos.

En enero de 2024, presentaron la demanda formal por desahucio, y tras varios aplazamientos por parte de la defensa legal de la fundación, la orden de lanzamiento quedó fijada para el pasado 20 de julio de 2025.

Ese mismo día, representantes judiciales se personaron en el edificio para dar cumplimiento a la sentencia, acompañados de agentes de policía.

La escena fue tan simbólica como dolorosa: cajas apiladas con partituras, retratos de la soprano en sus papeles más icónicos, diplomas, y hasta trajes de gala utilizados por Caballé durante sus giras internacionales, todo fue retirado del lugar bajo la supervisión del personal judicial.

Varios alumnos y colaboradores habituales de la fundación acudieron a las puertas del local para intentar frenar el desalojo, pero sus protestas no impidieron el cumplimiento de la orden.

“Esto es una tragedia para la cultura y para el legado de Montserrat. No se trata solo de un local, es el corazón de todo lo que ella dejó”, declaraba emocionado uno de los antiguos profesores del centro.

Otros hablaban directamente de “abandono institucional”, señalando la falta de apoyo por parte de administraciones públicas, a pesar del peso histórico y cultural del personaje.

A lo largo de los años, la fundación había recibido diversas subvenciones tanto del Ayuntamiento de Barcelona como de la Generalitat, pero según los documentos más recientes,

esos fondos se redujeron drásticamente en los últimos ejercicios debido a irregularidades administrativas en la justificación de gastos y a la falta de auditorías claras, lo cual impidió que las ayudas fueran renovadas.

La situación deja en el aire el futuro del archivo personal de Caballé, así como las actividades previstas para el próximo curso académico.

Se desconoce si la familia buscará una nueva sede o si se intentará reconvertir la fundación en un ente digital, aunque por ahora todo parece indicar un cierre definitivo, al menos en su forma física.

Desde el círculo cercano a Martí Caballé se ha deslizado la posibilidad de iniciar una campaña de micromecenazgo para recaudar fondos y poder reubicar la sede en un espacio más modesto, aunque aún no hay detalles oficiales.

Por lo pronto, lo único cierto es que la Fundación Montserrat Caballé ha perdido su hogar en el corazón de Barcelona, y con ello, una parte viva de su historia.