Phil Collins fue una figura omnipresente en los años 80, dominando escenarios, listas de éxitos y pantallas de televisión.

Con más de 200 millones de discos vendidos, se codeó con leyendas como Michael Jackson y Paul McCartney, consolidándose como uno de los artistas más influyentes de su época.

Sin embargo, hoy, cerca de los 80 años, su vida ha dado un giro inesperado y triste, marcado por problemas de salud, conflictos personales y un retiro silencioso que contrasta con su glorioso pasado.

La carrera de Phil Collins estuvo marcada no solo por el éxito, sino también por profundas heridas emocionales.

Su doloroso divorcio con Andrea Bertorelli dio origen a una de sus canciones más emblemáticas, “In the Air Tonight”, una pieza cargada de rabia, tristeza y traición.

La canción, que se convirtió en un himno, fue además un acto público de venganza hacia su exesposa, un mensaje que pocos comprendieron en su momento.

En una actuación icónica en el programa británico “Top of the Pops”, Collins apareció con una lata de pintura goteando a su lado, un símbolo silencioso dirigido a Andrea y al hombre que la había dejado por él, un pintor de paredes.

Este acto fue una muestra clara del dolor y la amargura que acompañaron a la estrella durante años.

A pesar de sus problemas personales, Collins construyó una fortuna impresionante, estimada entre 147 y 203 millones de euros.

Fue uno de los pocos artistas que vendió más de 100 millones de álbumes tanto como solista como parte de una banda, Génesis.

Esta banda fue el semillero de algunas de las canciones más memorables de la era del rock y pop.

Collins también participó en proyectos benéficos y colaborativos de gran impacto, como tocar la batería en “We Are The World” y “Do They Know It’s Christmas?”, demostrando su compromiso más allá del éxito comercial.

Sin embargo, a pesar de su enorme contribución, a menudo es el menos recordado entre sus grandes contemporáneos.

La relación de Collins con otras leyendas de la música no siempre fue cordial.

Su encuentro con Paul McCartney en un evento en el Palacio de Buckingham en 2002 dejó una marca dolorosa.

Collins, emocionado, llevó una primera edición de la biografía de The Beatles para que McCartney se la firmara, pero recibió un comentario burlón que lo humilló profundamente.

Este episodio sembró un resentimiento que duró más de dos décadas.

Además, la sátira de Génesis con el video “I Can’t Dance” fue interpretada como una burla hacia Michael Jackson, lo que provocó una reacción negativa y afectó la popularidad de Collins.

Estos conflictos personales y profesionales marcaron un declive en su imagen pública.

Phil Collins se unió a Génesis casi por accidente, inicialmente como baterista.

Durante años permaneció en segundo plano mientras Peter Gabriel era la estrella principal.

Sin embargo, cuando Gabriel dejó la banda, Collins asumió el rol de vocalista principal, un cambio que muchos dudaron que funcionara.

El lanzamiento del álbum “A Trick of the Tail” en 1976 cambió esa percepción, convirtiendo a Génesis en una banda de éxito internacional.

La transición de un rock progresivo teatral a un sonido más accesible y pop rock fue liderada por Collins, lo que redefinió la banda y la llevó a la cima.

El ascenso de Collins coincidió con la desintegración de su primer matrimonio con Andrea Bertorelli.

La fama, las giras y el estrés del estrellato afectaron profundamente su vida familiar.

Andrea terminó la relación y se fue con sus hijos, iniciando una nueva vida con otro hombre, lo que sumió a Collins en una profunda depresión.

Este dolor se canalizó en su música, especialmente en “In the Air Tonight”, que se convirtió en un símbolo de su angustia y vulnerabilidad.

Aunque la canción fue inicialmente rechazada por su compañero Tony Banks por considerarla incompleta, finalmente se convirtió en un éxito internacional que marcó el inicio de su carrera en solitario.

Tras superar su primer divorcio, Collins encontró el amor con Jill Tavelman, con quien tuvo una hija, Lily Collins, quien hoy es una actriz reconocida internacionalmente.

Sin embargo, la vida familiar siguió marcada por ausencias y tensiones.

La relación con Jill terminó cuando Collins conoció a Orian Cay, una mujer mucho más joven, lo que provocó otro quiebre familiar.

Lily Collins ha hablado abiertamente sobre las dificultades de su infancia, marcada por la ausencia de su padre y los conflictos familiares.

A pesar de ello, ha logrado forjarse una carrera exitosa y mantiene un vínculo emocional con su padre basado en el perdón y la sanación.

El matrimonio con Orian Cay también terminó en un costoso y público divorcio, con batallas legales que incluyeron la venta de objetos personales y premios de Collins.

La relación terminó con acusaciones mutuas y escándalos que afectaron la imagen del músico.

En paralelo, la salud de Phil Collins comenzó a deteriorarse.

Cirugías de columna y problemas nerviosos lo dejaron con movilidad limitada, obligándolo a actuar sentado y, finalmente, a retirarse de los escenarios.

En 2022, anunció su retiro definitivo tras una emotiva gira de despedida con Génesis.

En sus últimas apariciones públicas, Collins ha sido honesto sobre sus limitaciones físicas y emocionales.

En entrevistas recientes, confesó que ya no tiene el deseo de volver a grabar o salir de gira, y que la pérdida de la capacidad para tocar la batería ha sido un golpe muy duro para él.

Su último concierto con Génesis fue un momento simbólico, donde su hijo Nick lo reemplazó en la batería, marcando el fin de una era.

A pesar de todo, Phil Collins sigue siendo una figura respetada y admirada, cuyo legado musical ha dejado una huella imborrable en la historia del pop y rock.

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