La Infanta Sofía celebró su graduación en el UWC Atlantic College de Gales con la presencia de sus padres, los Reyes Felipe y Letizia, mientras su hermana, la Princesa Leonor, se encuentra realizando su crucero de instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano.

Este 2025 marca un año decisivo para la Infanta Sofía, que ha cerrado una etapa crucial en su formación académica y personal, alcanzando un hito que no solo simboliza su crecimiento, sino también el reflejo de una familia real que se adapta y evoluciona con los tiempos.

La joven, que cumplió la mayoría de edad el pasado 29 de abril, ha concluido su Bachillerato Internacional tras dos años intensos de estudios en el prestigioso UWC Atlantic College de Gales, un internado reconocido mundialmente por su exigente nivel académico y su compromiso con los valores de la diversidad y el liderazgo global.

Este centro educativo forma parte de la red de Colegios del Mundo Unido (United World Colleges), donde también estudió su hermana mayor, la Princesa Leonor, consolidando así un vínculo especial entre ambas en esta etapa formativa.

La ceremonia de graduación, celebrada con total privacidad en el castillo de Sant Donat’s, fue un evento íntimo y emotivo en el que los Reyes Felipe y Letizia sorprendieron al público con su presencia, aunque esta cita no figuraba en su agenda oficial, lo que refleja el carácter familiar y reservado del acto.

En este escenario de gran belleza histórica, los monarcas se mostraron orgullosos y cómplices mientras contemplaban cómo Sofía recibía su diploma, momento que simboliza el fin de una etapa de aprendizaje y crecimiento lejos de España.

Este evento, conocido en el UWC Atlantic como la Leavers Ceremony, es una tradición que reúne a alumnos, familias y profesores para celebrar el cierre de un ciclo académico y personal.

Durante la ceremonia, además de la entrega de diplomas, los estudiantes participan en actuaciones musicales y discursos que resaltan no solo sus logros académicos, sino también las cualidades personales que han demostrado durante estos años, como el compromiso, la empatía y la capacidad de liderazgo.

Para la Infanta Sofía, este reconocimiento es una confirmación de su esfuerzo y madurez, un paso fundamental que marca el inicio de nuevos retos.

La elección del vestuario también habló de una sintonía especial entre madre e hija: Sofía eligió un mono rojo de escote asimétrico, elegante y sencillo, que fue acompañado por un vestido de tono similar que llevó la Reina Letizia, mientras que el Rey Felipe optó por un traje gris que reflejaba la formalidad del evento sin perder la calidez familiar.

Estos detalles subrayan la cercanía y unidad de la familia real, que pese a las obligaciones oficiales mantiene una vida privada con momentos significativos como este.

Sin embargo, esta celebración estuvo marcada por una ausencia destacada: la Princesa Leonor no pudo estar presente debido a que se encuentra en la recta final de su crucero de instrucción a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, un recorrido que sigue la tradición naval que también siguió su padre, el Rey Felipe VI.

Este viaje de cinco meses, que llevará a Leonor a puertos como República Dominicana y Nueva York, es una experiencia de formación vital que combina aprendizaje, disciplina y alejamiento de la vida cotidiana, y que simboliza su preparación para los futuros desafíos como heredera al trono.

A pesar de la distancia, Leonor no olvidó a su hermana menor y le envió un emotivo mensaje en video desde el barco, expresando su cariño y felicitaciones por este logro.

Este gesto refuerza el lazo fraternal entre ambas y muestra cómo, a pesar de los caminos diferentes que recorren, mantienen un apoyo mutuo fundamental.

En mayo de 2023, la Casa Real española difundió imágenes inéditas de la graduación de Leonor en las que los Reyes Felipe y Letizia posaban sonrientes junto a sus dos hijas, un momento que se convirtió en un símbolo de cercanía y naturalidad en la familia real española.

Esta fotografía, tomada como un selfie, rompió con la formalidad habitual y acercó a la familia a la mirada del público, mostrando una faceta más humana y cotidiana.

Por su parte, la despedida de Sofía rumbo a Gales en agosto de 2023 también fue un momento emotivo, aunque más discreto, desarrollado en los jardines del Palacio de la Zarzuela, sin la multitud y el bullicio que suelen acompañar eventos similares en aeropuertos.

Esta elección de un entorno más privado refleja el respeto hacia la intimidad de la Infanta y la confianza en su autonomía para afrontar esta etapa lejos del país.

Estos hitos educativos y personales de las hijas de los Reyes Felipe y Letizia no solo reflejan la importancia que la familia real concede a la educación internacional y la formación integral, sino también su apuesta por preparar a las futuras generaciones con una visión global, acorde con los tiempos actuales.

Mientras Sofía culmina su ciclo escolar en Gales, Leonor afianza su camino en la Armada, dos trayectorias que evidencian la diversidad de experiencias que están viviendo y que sin duda marcarán sus futuros roles dentro de la monarquía española.

Así, este año 2025 se consolida como un punto de inflexión en la vida de la Infanta Sofía y la Princesa Leonor, quienes continúan creciendo bajo la mirada atenta y orgullosa de sus padres, enfrentando desafíos distintos pero complementarios que apuntan a preparar a dos mujeres jóvenes para un futuro lleno de responsabilidades y expectativas.

La combinación entre tradición y modernidad, entre privacidad y presencia pública, es la esencia que define estos momentos en la Casa Real, haciendo que cada paso dado por estas jóvenes princesas sea observado con admiración y esperanza por toda España.