Ana Duato rompe el silencio tras ser absuelta junto a su esposo Miguel Ángel Bernardeau en el caso Nummaria, celebrando el fin de una década de acusaciones injustas y reafirmando públicamente su inocencia con emoción y firmeza.

En una mañana tranquila en su hogar, Ana Duato, la aclamada actriz valenciana de 57 años, recibió la noticia que cambiaría su vida.

A través de una llamada telefónica, se enteró de que ella y su esposo, Miguel Ángel Bernardeau, habían sido absueltos de los cargos que pesaban sobre ellos en el caso Nummaria.

Este fallo, emitido por la sala segunda, marca el final de un largo y doloroso proceso que ha durado más de diez años, lleno de incertidumbre y presunciones de culpabilidad que han afectado tanto a su carrera como a su vida personal.

Desde la serenidad que la caracteriza, Ana compartió sus sentimientos tras conocer la resolución judicial.

“La sentencia acredita que nunca he dejado de pagar impuestos por todos mis ingresos y que en ningún momento ha habido intención alguna de no hacerlo”, afirmó con voz firme.

Esta declaración no solo refleja su alivio, sino también un profundo sentido de justicia que finalmente se ha hecho presente. “Tras diez años, tengo sentimientos encontrados.

Por un lado, estoy satisfecha, porque la justicia reconoce la verdad. Por otro, siento que no es justo que alguien tenga que sufrir durante tantos años la presunción de culpabilidad”, añadió Ana, visiblemente emocionada.

La actriz, conocida por su icónico papel de Mercedes Alcántara en la serie “Cuéntame cómo pasó”, ha estado trabajando incansablemente junto a sus abogados, Enrique Molina y Javier Gómez Ferrer, quienes también defendieron a su marido.

Desde el inicio del juicio, el equipo legal de Ana y Miguel Ángel se mostró convencido de su inocencia, rechazando cualquier acuerdo que pudiera implicar una aceptación de culpabilidad.

“Tributamos por el total de los ingresos”, enfatizó Ana, subrayando la transparencia de sus acciones financieras.

El juez que dictó la sentencia destacó que la pareja había actuado de manera adecuada al buscar asesoría legal y que no había evidencia de ocultación de ingresos.

“No puede afirmarse que la probabilidad de conocer la maniobra sea lo suficientemente alta como para poder hablar de la concurrencia de un dolo eventual”, se lee en el fallo.

Este veredicto no solo restituye el honor de Ana y Miguel Ángel, sino que también pone fin a una pesadilla que comenzó hace años, cuando las acusaciones de fraude fiscal comenzaron a circular.

Un año antes del juicio, el entorno de Ana ya presagiaba este desenlace favorable. Según fuentes cercanas, muchos de los delitos iniciales fueron resueltos a su favor en la vía administrativa, y otros fueron retirados por la Abogacía del Estado por falta de fundamento.

“La Agencia Tributaria ha reconocido que esos cuatro delitos no eran delitos”, afirmaron, poniendo de relieve la inexactitud de las acusaciones que se habían presentado.

Con la absolución en mano, Ana Duato y Miguel Ángel Bernardeau pueden finalmente respirar tranquilos.

La actriz planea regresar a los escenarios después del verano con una nueva obra de teatro, marcando un nuevo comienzo en su carrera tras el final de “Cuéntame cómo pasó”.

Durante estos meses, su familia ha sido su refugio, brindándole el apoyo necesario entre Madrid e Ibiza, donde han pasado momentos de tranquilidad y reflexión.

El impacto de esta experiencia ha sido profundo, y Ana se muestra decidida a seguir adelante. “Lo más importante es que la justicia ha hablado y hemos demostrado nuestra inocencia”, concluyó.

Su historia no solo es un testimonio de perseverancia, sino también un recordatorio de que, a pesar de las adversidades, la verdad siempre encuentra su camino.

Ana Duato, con su fuerza y determinación, está lista para retomar su lugar en el mundo del espectáculo, con la certeza de que ha luchado por lo que es justo.