Cari Lapique ha compartido una imagen en sus redes sociales de su marido disfrutando de un precioso día de playa en familia.

Cari Lapique, una de las socialités más queridas del panorama español, atraviesa un verano marcado por la melancolía y el dolor.

El 7 de agosto de 2024 la vida de la empresaria dio un vuelco con la repentina muerte de su marido, Carlos Goyanes, víctima de un infarto que dejó a toda la familia sumida en la tristeza.

Apenas unas semanas más tarde, otro golpe inesperado la sacudió con la pérdida de su hija mayor, Caritina Goyanes, fallecida en Marbella, ciudad donde la familia solía disfrutar de sus veranos.

Aquella doble tragedia dejó a Cari devastada, aunque ha encontrado en su otra hija, Carla Goyanes, y en sus cinco nietos, la fuerza necesaria para seguir adelante.

Un año después, Lapique no ha dejado de recordar a los dos pilares de su vida.

En las últimas semanas, sus redes sociales se han llenado de mensajes cargados de nostalgia, como la emotiva publicación que compartió en la que aparece Carlos Goyanes bajo una sombrilla en la playa de Guadalmina sosteniendo en brazos a su nieto Beltrán, hijo pequeño de Carla.

La instantánea, tomada en agosto de 2019, muestra un momento íntimo y familiar que ella misma describió como “buenísimos tiempos”. Junto a la imagen, escribió:

“Carlos y Beltrán en su primer verano. #Guadalmina #Carlos y Beltrán #familytime 2019 ♥️♥️♥️ Buenísimos tiempos 🙏🙏🙏 Gracias por tantos recuerdos buenos que me mandáis #ilusión 💕”.

El recuerdo llegó a ella a través de las memorias automáticas que la red social comparte, un gesto tecnológico que en esta ocasión sirvió de bálsamo para el dolor.

La respuesta de sus seguidores no tardó en llegar. Cientos de mensajes inundaron la publicación con muestras de cariño y apoyo hacia Cari.

Entre ellos, destacaron los de amigos cercanos a la familia. La chef Samantha Vallejo-Nágera comentó: “Ideal el abuelo Carlos”, mientras que Rosa Benito quiso consolarla con un mensaje lleno de ternura: “Qué bonito es recordar los momentos felices.

Recuerda, Cari, que siempre están ahí. Aunque no los veamos, los sentimos”. También Fiona Ferrer le escribió un emotivo “Un beso enorme”, y Colate simplemente eligió cuatro corazones rojos para expresar su cercanía.

Cari, conmovida, respondió a cada uno de los mensajes agradeciendo el apoyo: “Carlos tenía adoración por sus nietos ♥️”, añadió en uno de sus comentarios, dejando ver la gran huella que su marido dejó en la familia.

El dolor de Lapique ha sido evidente durante este último año, especialmente en fechas señaladas.

En 2025, ella y Carlos habrían celebrado sus bodas de oro, un aniversario que planeaban festejar rodeados de toda la familia. La ausencia ha hecho que este verano tenga un peso especial.

A diferencia de años anteriores, en los que la familia se reunía en Marbella, Cari ha optado por cambiar de escenario y refugiarse en las Islas Baleares junto a su hermana Myriam,

quien también conoce el dolor de la pérdida tras la muerte de su marido, Alfonso Cortina de Alcocer, en abril de 2020.

Ambas, unidas por la misma herida, han encontrado en la compañía mutua un modo de sobrellevar estos días. Según allegados, Cari buscaba desconectar y poner tierra de por medio antes de que se cumpliera el primer aniversario de la muerte de Caritina.

Una persona cercana a la empresaria ha asegurado que la tristeza continúa muy presente: “Si perder a su marido fue terrible, despedirse de su hija la dejó destrozada. Solo el apoyo de su hija Carla y de sus nietos la han ayudado a sacar fuerzas de donde no hay y seguir adelante.

La pena y el dolor se han instalado en ella”, confiesa. En fotografías recientes, se la ha visto dándose un chapuzón en aguas baleares, intentando ocultar la emoción bajo una aparente serenidad.

Pese al duelo, Cari sigue mostrando una actitud de gratitud hacia la vida, recordando lo bueno entre tanto dolor. Amigos que la conocen de cerca destacan que siempre ha sido una mujer vitalista, con un fuerte sentido familiar y una gran capacidad de resiliencia.

Sus publicaciones lo demuestran: aunque reconoce abiertamente su tristeza, también rescata los recuerdos luminosos, como los veranos en Marbella rodeada de hijos y nietos, o las fiestas familiares en su residencia.

“Carlos adoraba esas reuniones, no se perdía ni una”, comentó recientemente en una conversación privada con allegados.

Hoy, al recordar aquellas imágenes de su marido con sus nietos, Cari no solo se aferra al pasado sino que también mantiene viva la memoria de quienes ya no están.

El gesto de compartirlo con sus seguidores revela no solo su vulnerabilidad, sino también su deseo de transformar el dolor en un homenaje público.

En un verano marcado por la ausencia, Cari Lapique convierte las redes sociales en un refugio donde el recuerdo de Carlos y Caritina sigue vivo, mientras ella continúa encontrando en su familia el motor para seguir en pie.

Este 2025 será recordado para Cari como el primer verano en soledad tras haber perdido a los dos grandes amores de su vida, pero también como el inicio de una etapa en la que la memoria y el cariño de quienes la rodean se convierten en su mejor compañía.

Entre lágrimas y sonrisas, Cari demuestra que incluso en medio de la pérdida más dura, el amor familiar puede ser la tabla de salvación que mantiene a flote a quienes se sienten al borde del naufragio.