Una conversación explosiva ha desenterrado los secretos más dolorosos de la familia Suescun, enfrentando a madre, hija y hermano en un conflicto que ya no conoce límites.

El conflicto familiar entre Maite Galdeano, su hija Sofía Suescun y Kiko Jiménez ha vuelto a encenderse con más fuerza que nunca, después de que este martes 5 de agosto el programa

*TardeAR* emitiera una conversación inédita en la que Maite desvelaba detalles comprometedores sobre la relación de su yerno con la familia de Ortega Cano y con Gloria Camila, además de lanzar nuevas acusaciones que agravan la fractura con su hija.

Esta historia, marcada por años de tensión, rupturas y desencuentros, ha cruzado una nueva línea y deja a Sofía en una posición extremadamente delicada entre el amor y la lealtad familiar.

Todo comenzó con el regreso de Sofía a los platós, lo que provocó un distanciamiento definitivo entre ella y su madre.

Maite, conocida por su carácter explosivo, no ha cesado en sus ataques públicos contra Kiko Jiménez, al que ha calificado de “manipulador” y “maltratador”, acusándolo incluso de tener a su hija “secuestrada” emocionalmente.

Estas declaraciones llevaron a la pareja a interponer una demanda y una orden de alejamiento contra la madre de Sofía, marcando el punto de no retorno en una relación ya deteriorada.

Uno de los momentos más graves ocurrió cuando Maite, desesperada por contactar con su hija, llegó a saltar la valla del chalet donde vivían Sofía y Kiko, lo que derivó en la intervención de la Guardia Civil.

A partir de ese incidente, Maite abandonó la convivencia con la pareja y se instaló en un piso que posee en Murcia.

Pese a haber pedido perdón en varias ocasiones, nunca ha dejado de lanzar duras palabras contra su yerno, y sus intervenciones públicas no han hecho más que añadir leña al fuego.

Durante la emisión del 5 de agosto, Maite reveló en *TardeAR* que presenció personalmente cómo Kiko Jiménez incitaba a su hijo Cristian a realizar una broma cruel al torero José Ortega Cano, haciéndose pasar por la periodista Paloma Barrientos.

“Kiko le dijo a Cristian: ‘Llama a Ortega Cano y ríete de él’ con el manos libres. Eso lo he vivido yo en casa. Mi hijo se puso en evidencia y todo fue culpa suya”, confesó Maite, visiblemente afectada.

Esta revelación apunta directamente al carácter de Kiko y añade una nueva dimensión al conflicto, rescatando un episodio que tuvo lugar cuando ya había terminado su relación con Gloria Camila, hija del diestro y de Rocío Jurado.

La relación entre Kiko y Gloria, que duró más de tres años, fue una de las más mediáticas de la televisión. Su ruptura, lejos de ser pacífica, dio lugar a una guerra pública que se ha prolongado hasta la actualidad.

Ambos han comparecido en múltiples programas, acusándose mutuamente de mentiras, manipulación e incluso estafa.

Cristian Suescun, el hermano de Sofía, no ha dudado en intervenir y afirmar que Kiko tiene “un patrón repetido con las mujeres”, que “guioniza su vida” y que estafó miles de euros a Gloria Camila durante su convivencia.

Cristian no se quedó ahí. En una conversación con Leticia Requejo, el joven aseguró que Kiko “vive sin hacer nada”, que tiene su casa alquilada —una casa que fue reformada por Gloria Camila— y que actualmente vive con Sofía “sin pagar nada”.

Según él, el exconcursante de *Mujeres, Hombres y Viceversa* siempre ha confesado que su intención es “vivir de las mujeres sin trabajar”.

Añadió: “Primero se quiso deshacer de mi madre y ahora de mí porque les molesto. Lo que más me duele es que no he tenido ningún problema directo con mi hermana. Es él quien se interpone entre nosotros”.

Pero las acusaciones más delicadas llegaron cuando Cristian afirmó que si él revelara todo lo que sabe sobre Kiko, su hermana rompería inmediatamente con él, y si hablara públicamente de lo que sabe sobre Sofía, ella perdería todas sus colaboraciones con marcas en redes sociales.

Esta amenaza velada ha sido interpretada como una advertencia clara de que el conflicto familiar puede escalar aún más, con consecuencias impredecibles para la imagen pública de la influencer navarra, quien cuenta con una sólida carrera en plataformas digitales y colaboraciones constantes con importantes firmas.

Pese a que Maite ha declarado en varias ocasiones que no hablará más de su hija, sus intervenciones siguen saliendo a la luz y afectan directamente al equilibrio de la pareja.

“Todo lo que diga Kiko sobre mí es mentira. Me ha destrozado la vida. Lo ha hecho con todas las mujeres. Mi hija es lista, pero actúa como una tonta con los hombres. Está inducida, no ve nada. La he criado yo, es mi hija”, sentenció Galdeano en un testimonio cargado de emoción.

Mientras tanto, Sofía y Kiko han optado por el silencio, protegiéndose legalmente del entorno familiar y concentrándose en su vida juntos.

Aunque se mantienen activos en redes sociales, donde muestran una imagen de estabilidad, el entorno mediático y las constantes declaraciones de la madre de Sofía y de su hermano amenazan con resquebrajar esa fachada.

El conflicto, lejos de apaciguarse, parece vivir un nuevo capítulo que podría poner en peligro no solo las relaciones personales, sino también la proyección profesional de Sofía, una de las influencers más activas y seguidas del panorama nacional.

Mientras tanto, Maite continúa desde Murcia defendiendo su versión de los hechos, convencida de que su hija “algún día abrirá los ojos”.

Por ahora, el futuro de esta familia televisiva sigue envuelto en reproches, traiciones y amenazas veladas, con un presente tan volátil como impredecible y con una guerra pública que parece no tener fin.