La periodista ha bromeado con el tema de su sueldo durante una entrevista con el presentador Agustín Bravo

Pepa Romero ha vuelto a situarse bajo los focos este verano como sustituta de Sonsoles Ónega en el magacín vespertino **Y Ahora Sonsoles** de **Antena 3**,

programa que ha continuado su emisión durante los meses estivales con un público fiel que sigue de cerca tanto a la presentadora habitual como a su reemplazo temporal.

El pasado **13 de agosto de 2025**, Romero recibió la visita del conocido presentador y actor **Agustín Bravo**, quien promocionaba su obra teatral *Se alquila*, junto al actor **Andoni Ferreño**, en el mismo plató del programa.

Durante la entrevista, Bravo destacó el carisma y la cercanía de Pepa Romero ante cámaras, señalando: “Todo el mundo te quiere. Eres más buena persona que Heidi”.

Romero, agradecida por las palabras, se permitió bromear con el tema que más ha generado curiosidad entre los espectadores: su salario.

En un tono ligero, la periodista confesó de manera clara que no cuenta con un sueldo elevado por asumir la sustitución de Ónega. “Yo gano muy poco dinero”, afirmó, provocando sorpresa en Bravo, quien exclamó entre risas: “¡Venga ya! Te lo estás llevando crudo”.

Pepa Romero, percibiendo la incredulidad del presentador, insistió en que podía incluso mostrar su contrato para probar que sus ingresos eran modestos, añadiendo: “Esto no es como en tu época, que ganabais una fortuna”.

La conversación abrió la puerta a un intercambio nostálgico, en el que Bravo reconoció que también había trabajado en el mismo plató años atrás:

“No gané una fortuna, pero más pasta que ahora seguro”, confesó entre risas, generando un ambiente distendido que permitió al público conocer un lado más humano de ambos profesionales.

El tema de los salarios también sirvió para que Bravo hiciera un guiño hacia la presentadora habitual, sugiriendo que Sonsoles Ónega debería considerar una subida para su sustituta:

“Pepa merece que le suban el sueldo, ¡es un trabajo intenso y nadie lo valora tanto como debería!”, comentó.

Romero, siempre con buen humor, aceptó el consejo con una sonrisa, manteniendo la conversación ligera pero dejando entrever la realidad del mundo televisivo, donde la visibilidad no siempre se traduce en ingresos económicos equivalentes al esfuerzo realizado.

Fuera del plató, Pepa Romero ha consolidado su imagen como presentadora de referencia durante los meses de verano,

logrando mantener el tono característico de *Y Ahora Sonsoles*, con entrevistas cercanas, secciones de actualidad y momentos de entretenimiento que permiten a los espectadores seguir disfrutando del programa sin la presencia de su titular.

Su labor ha sido valorada tanto por compañeros como por la audiencia, destacando su profesionalidad y capacidad para conectar con el público, lo que a menudo se traduce en comentarios positivos y apoyo constante en redes sociales.

El contraste entre la fama y el salario real también ha generado debate en la audiencia, que ha mostrado sorpresa ante la confesión de Romero.

Muchos seguidores han comentado en redes sociales cuestionando las diferencias salariales en la televisión y destacando la valentía de la periodista por hablar con sinceridad sobre un tema que suele permanecer oculto.

La conversación entre Bravo y Romero, además, ha servido para visibilizar la realidad de los profesionales que, aunque aparecen en programas con gran audiencia, no siempre reciben la compensación económica esperada.

El episodio se enmarca dentro de un verano particularmente activo para Romero, quien ha llevado adelante su papel con un estilo cercano y profesional, logrando mantener la esencia del programa y recibiendo elogios tanto de invitados como de compañeros.

La interacción con Bravo permitió además mostrar un lado más relajado y humorístico de la periodista, reforzando su conexión con la audiencia y demostrando que, más allá del sueldo, la pasión por su trabajo sigue siendo un motor importante en su carrera.

A pesar de la modestia en su salario, Pepa Romero continúa consolidándose como una figura respetada en el entorno televisivo español,

demostrando que la profesionalidad y la cercanía con el público pueden convertirse en un valor tan significativo como la remuneración económica.

Su verano en *Y Ahora Sonsoles* no solo ha permitido a la audiencia disfrutar de su carisma, sino también abrir un debate sobre las condiciones laborales en la televisión,

mostrando que incluso los rostros más visibles pueden enfrentarse a situaciones económicas menos favorables de lo que muchos podrían imaginar.

El testimonio de Romero se convierte así en un recordatorio de la realidad que existe detrás de las cámaras, donde el talento y la entrega a la audiencia no siempre se reflejan en cifras económicas,

pero sí en el reconocimiento del público y la valoración de colegas y expertos del sector, consolidando su papel como una profesional íntegra, cercana y digna de admiración en la televisión española contemporánea.