Hansa, un joven marroquí en “First Dates”, impone condiciones estrictas a su cita Gisela, incluyendo conversión religiosa y cambios personales, generando sorpresa y polémica.

 

Un influencer marroquí impone en «First Dates» a su cita «ir más tapada» para  seguir con la relación y ella acepta «si nos enamoramos»

 

En un episodio reciente del popular programa de citas “First Dates”, un joven marroquí desató una serie de reacciones tras imponer tres condiciones a su cita para continuar conociéndola.

La conversación, que se tornó polémica, giró en torno a las expectativas religiosas y culturales en una relación amorosa.

El episodio, que ha captado la atención de miles de espectadores, se emitió el 19 de septiembre de 2025 y ha generado un intenso debate sobre la compatibilidad y los sacrificios en el amor.

El protagonista de esta historia es Hansa, un joven marroquí que, desde el inicio de la cita, dejó claro que su intención es casarse con una musulmana.

“Yo sinceramente me voy a casar con una musulmana, ¿sabes? Tú tienes que casarte con una musulmana, sí o sí”, afirmó Hansa, estableciendo así el tono de su encuentro con Gisela, una joven española.

Esta declaración provocó una mezcla de sorpresa y confusión en la audiencia, así como en Gisela, quien parecía no estar completamente de acuerdo con la premisa.

La cita comenzó con un ambiente ligero, donde ambos se presentaron y compartieron algunas risas. Gisela, que trabaja en un bar de paninis, expresó su gusto por salir de fiesta y bailar, mientras Hansa la observaba con interés.

Sin embargo, la conversación pronto giró hacia temas más serios y profundos. Gisela, al ser cuestionada sobre sus preferencias en hombres, mencionó que no le importa la religión de su pareja, lo que chocó con la firme postura de Hansa.

 

La polémica "condición" de un joven en 'First Dates' para tener una segunda  cita: "Cambiarte al islam, ir más tapada y arrepentirte"

 

El intercambio de ideas entre ellos se volvió más intenso cuando Gisela expresó su deseo de conocer a alguien sin importar su religión.

“A mí me da igual en plan que sea musulmán, que sea español, lo que sea”, dijo, defendiendo su postura de que el amor no debería estar condicionado por creencias religiosas.

Hansa, por su parte, se mantuvo firme en su posición, insistiendo en que una futura pareja debe compartir su fe.

La dinámica de la cita se tornó aún más intrigante cuando Hansa comenzó a hablar de sus expectativas en una relación.

Reveló que, si alguna vez se enamorara de Gisela, habría condiciones que ella debería cumplir: “Si en un futuro nos queremos casar, pues tienes que cumplir unas condiciones: cambiarte al Islam, ir más tapada y sobre todo arrepentirte de lo que has hecho de antes”, dijo Hansa.

Esta propuesta dejó a Gisela visiblemente atónita, quien intentó mantener la calma mientras procesaba lo que había escuchado.

Gisela, aunque sorprendida, mostró una actitud abierta al diálogo. “Yo aceptaría, pero en un futuro, si nos enamoramos”, respondió, dejando entrever que estaba dispuesta a considerar la relación, a pesar de las exigencias planteadas por Hansa.

Sin embargo, la audiencia y el comentarista del programa se mostraron escépticos sobre la viabilidad de una relación que comenzara con tales condiciones.

 

Un soltero impacta en 'First Dates' con las condiciones que impone a su cita:  "Convertirte al Islam, ir más tapada y arrepentirte del sexo anterior"

 

A medida que la cita avanzaba, se hicieron evidentes las diferencias culturales y las expectativas que ambos traían a la mesa.

Hansa, quien se describió como influencer en redes sociales, parecía más interesado en la promoción personal que en establecer una conexión genuina con Gisela.

Durante la cita, se notó que su interés en Gisela venía acompañado de un deseo de visibilidad en las plataformas digitales, lo que generó dudas sobre sus verdaderas intenciones.

El programa, conocido por abordar temas de relaciones y citas de manera entretenida, se convirtió en un escenario para discutir cuestiones más profundas sobre el amor, la religión y la identidad.

Los televidentes se sintieron atraídos por la tensión entre Hansa y Gisela, quienes representaban dos mundos distintos que se enfrentaban en busca de un entendimiento mutuo.

El momento culminante del episodio llegó cuando Gisela, visiblemente afectada por las condiciones impuestas, expresó su descontento: “Me parece una tontería que no tengas una relación con una persona porque sea de una religión diferente a la tuya”.

Su afirmación resonó en el estudio, donde tanto los espectadores como los comentaristas reflexionaron sobre la importancia de la libertad individual en las relaciones amorosas.

 

La condición inamovible que impone un soltero de 'First Dates' a su cita  para seguir conociéndose: ''No estaría con una cristiana''

 

Al final de la cita, Gisela se mostró indecisa sobre la posibilidad de una segunda cita. Aunque Hansa había sido atento y caballeroso al retirar la silla para ella, sus condiciones y la presión que sentía por parte de él la llevaron a cuestionar si realmente valía la pena continuar.

“La verdad que sí, porque es muy atento, lo de la silla me ha gustado mucho y es muy divertido. La verdad que me lo he pasado muy bien con él”, dijo Gisela, aunque su tono indicaba que las dudas aún persistían.

Este episodio de “First Dates” no solo entretuvo a los espectadores, sino que también planteó preguntas importantes sobre la naturaleza del amor y las expectativas que las personas tienen en las relaciones modernas.

La historia de Hansa y Gisela resonó con muchos, ya que reflejaba las complejidades de las relaciones en un mundo cada vez más diverso y multicultural.

La conversación que se generó a partir de este encuentro ha continuado más allá del programa, con muchos usuarios de redes sociales comentando y debatiendo sobre la importancia de la aceptación y el respeto mutuo en las relaciones, independientemente de las diferencias culturales o religiosas.

A medida que los espectadores esperan ver cómo se desarrollará la historia de Hansa y Gisela, queda claro que el amor verdadero puede requerir más que solo atracción física; a menudo, implica un entendimiento profundo y la capacidad de aceptar al otro tal como es.