La familia de Manolo de la Calva, junto a Ramón Arcusa, recibió un emotivo homenaje con la Medalla de Oro de Cultura de la Comunidad de Madrid, recordando su legado musical y su influencia en varias generaciones.

En un evento cargado de emoción y nostalgia, el icónico grupo musical que ha dejado una huella imborrable en la música popular española fue galardonado con la Medalla de Oro de Cultura de la Comunidad de Madrid.

Este reconocimiento llega como un tributo a su destacada carrera, marcada por temas emblemáticos como “Resistiré”, “15 años tiene mi amor”, “Lolita” y “El final del verano”.

La ceremonia tuvo lugar en un prestigioso auditorio de la capital, donde amigos, familiares y admiradores se reunieron para rendir homenaje a la trayectoria de este dúo que ha conquistado los corazones de millones a lo largo de más de tres generaciones.

El evento se tornó aún más conmovedor con la presencia de Mirna Carvajal, la viuda de Manolo de la Calva, quien acompañada por sus hijos, Vicky y Daniel, se unió a Ramón Arcusa, su inseparable compañero musical, para recibir el premio.

Con lágrimas en los ojos, Ramón subió al escenario y, visiblemente emocionado, recordó a su querido compañero, expresando lo difícil que es aceptar un reconocimiento que también se otorga a alguien que ya no está físicamente con nosotros.

“Manolo era el alma del dúo, nos dejó, pero nuestro legado sigue vivo”, afirmó con voz temblorosa, mientras el público aplaudía en señal de apoyo y cariño.

Mirna, con gran fortaleza, habló ante las cámaras de Europa Press, compartiendo su dolor tras la pérdida de su esposo hace apenas un mes. “Estoy como puedo.

Es lo normal, imagina que llevábamos 57 u 58 años juntos”, comentó, dejando entrever la profunda conexión que ambos compartieron a lo largo de su vida.

“Ha sido compartir toda una vida con discreción, admiración y respeto, porque como persona era incluso mejor que como artista. Fíjate lo que te digo”, agregó, recordando los momentos de amor y complicidad que vivieron juntos.

El reconocimiento que recibió Manolo se convirtió en un símbolo de su legado, un legado que, según Mirna, es invaluable. “Ojalá estuvieras aquí con nosotros”, susurró en un momento de profunda tristeza, mientras el público contenía la respiración.

La emotividad del evento fue palpable, y muchos en la sala compartieron las lágrimas de Mirna, reconociendo la grandeza de un artista que había tocado sus vidas.

La hija de Manolo, Vicky de la Calva, también se dirigió a los presentes, expresando que recibir este premio póstumo es un sentimiento agridulce.

“Nos hace mucha ilusión, pero nos hubiera gustado que lo recogiera él”, confesó, destacando la lucha de la familia por mantenerse unida en estos momentos difíciles.

“Lo estamos llevando como podemos, apoyándonos mutuamente”, añadió, enfatizando la importancia del amor familiar en tiempos de pérdida.

El evento culminó en un emotivo abrazo entre Ramón y la familia de Manolo, un gesto que simbolizaba no solo la amistad que los unía, sino también el reconocimiento de que, aunque Manolo ya no esté físicamente, su espíritu y su música seguirán vivos en el corazón de quienes lo amaron.

“Lo que más extraño de Manolo es su voz, verlo, que esté a nuestro lado”, confesó Mirna, admitiendo que por ahora le resulta difícil escuchar sus canciones sin que el llanto la abrume.

“Él era un hombre muy positivo, siempre con la sonrisa”, recordó, resaltando la luz que Manolo trajo a sus vidas.

La ceremonia fue un recordatorio de la importancia de celebrar la vida y el legado de aquellos que han partido, y cómo su música puede seguir resonando en el presente.

La familia de Manolo, a pesar del dolor, se comprometió a mantener vivo su recuerdo y su música, asegurando que su legado perdurará a través de las generaciones.

“Manolo ha dejado un legado eterno”, concluyó Vicky, con la esperanza de que su padre siempre sea recordado por su arte y su amor.

Este emotivo homenaje no solo celebró la carrera de Manolo de la Calva, sino que también fue un testimonio del amor, la amistad y la resiliencia de su familia.

En un mundo donde la música puede ser un refugio y una forma de conexión, el legado de Manolo seguirá siendo una fuente de inspiración y consuelo para todos aquellos que tuvieron el privilegio de disfrutar de su talento y su humanidad.