Michelle Calvó, historia de una luchadora: padre ausente, bullying y penurias económicas en Madrid.

Michelle Calvó presenta junto a Ramón García y Cristinini El Grand Prix del Verano, y pronto se incorporará al rodaje de la cuarta temporada de Entrevías junto a José Coronado.

Son 31 años muy intensamente vividos los de Michelle Calvó , quien se encuentra en un momento profesional excelente.

Al impresionante éxito de audiencia de El Grand Prix del Verano, en el que comparte las labores de presentación junto a Ramón García y Cristinini, debemos sumarle que después de las vacaciones de agosto se incorporará al rodaje de la cuarta temporada de Entrevías, junto a uno de los grandes tótems de nuestro país, José Coronado .

Sin embargo, el camino de Michelle Calvóno ha sido precisamente sencillo, pero su espíritu de lucha, tener muy clara su vocación y su talento le han llevado a cumplir un sueño que comparte con muchos jóvenes que llegan a Madrid con el deseo de comerse el mundo, aunque son pocos los elegidos.

Ella misma comentaba en el programa Déjate Querer, presentado por Toñi Moreno , que «se pasa muy mal» y desvelaba que «comía arroz hervido, aguado, porque llenaba más.

No tenía cómo comer más, no tenía dinero, no podía trabajar y no fue fácil».

Cuando llegó a la capital, llevaba en su mochila momentos muy difíciles y también sanadores.

Sufrió bullying, como ella mismo ha reconocido, y creció sin la figura paterna, porque su padre se marchó a Cuba, de donde era originario.

No le conoció hasta que tuvo 16 años y la situación cambió diametralmente.

«Cuando volvió no quería saber de él, pero después se convirtió también en una pieza fundamental de mi vida.

Mi padre era gay y mi madre lo sabía, ella lo entendía y yo también.

Todo el mundo tiene que tener la libertad de amar a quien desee», manifestaba en el mencionado programa.

Los valores que aprendió de su padre, a quien conoció a los 16 años.

Aunque sus padres se reconciliaron, pero no como pareja, fue crucial esta nueva situación para que Calvó estrechara sus lazos con él y se siente orgullosa de los valores que ha afianzado a través de su progenitor: «El derecho a amar libremente, es un derecho.

Todo el mundo debe disfrutar de él y nadie tiene el poder de limitar eso.

Me ha enseñado algo muy bonito también en la vida: amar libre», declaraba en julio del año pasado, al tiempo que reivindicaba a su madre, Alicia Pedreira, también actriz, aunque para ganarse la vida y sacarla adelante tuvo que dedicarse a otras profesiones.

La terapia psicológica ha sido fundamental para Michelle Calvó , quien con sus declaraciones contribuye también a desestigmatizar la salud mental.

Estremece su relato sobre cómo sintió el rechazo en una edad en la que todos somos vulnerables: «Sentí que no tenía espacio en este mundo», manifestaba en una entrevista concedida hace unos meses a Telecinco Outdoor, donde daba un consejo a las personas que atraviesan un mal momento y quizás no encuentran las herramientas necesarias para salir de él: «Pidan ayuda, les juro que van a conseguir todo lo que se propongan».

Los resultados, a nivel personal y profesional acabaron llegando.

Los datos hablan por sí solos… Tras papeles episódicos en varias series de televisión como Aída y Toledo, cruce de destinos, llegaron dos oportunidades cruciales: la película El club de los incomprendidos y la serie Amar es para siempre.

Después llegarían otras series como Yo quisiera, Cupido, Los nuestros, Secretos de Estado, Los relojes del diablo, Madres, amor y vida y Desaparecidos.

El Grand Prix del verano, un programa cargado de recuerdos muy emotivos.

Disfrutando de esta trayectoria excelente está su madre, su principal fan, como ella reconoce, y su intervención en El Grand Prix del verano está cargada de emotividad porque era un espacio que ella veía con su abuelo, que ahora sufre un gran deterioro cognitivo a consecuencia del Alzheimer, como comentaba en una reciente entrevista en Pronto.

«Estoy súper bien porque elijo disfrutar de cada paso de mi vida.

Llevo muchos años en terapia y eso me ha ayudado a madurar como mujer y como ser humano», concluía.

Michelle Calvó ha sido muy discreta con su vida personal, pero en estas últimas semanas ha vuelto al primer plano mediático su pasada relación con Carlo Costanzia, hijo de Mar Flores.

La presentadora y el protagonista de Toy Boy se conocieron en la grabación del programa Esta noche gano yo, de Telecinco.

Ahora el actor se encuentra en un momento muy delicado por la condena de 21 meses de prisión por un delito continuado de estafa agravada.

Aunque se le ha preguntado a Calvó, ella ha declinado manifestarse al respecto.

Respecto a las aficiones e inquietudes de Michelle Calvó, debemos subrayar que le encantan el senderismo, el yoga y la escalada.

Asimismo, formó parte de la selección de voley-playa, deporte que empezó a practicar a los 11 años.

No podemos concluir sin recordar también su compromiso con la asociación Sonrisas Azules, que trabaja para que la estancia de los niños enfermos en los hospitales y en casas de acogida tengan un trato más humano y feliz.