💣 Risto Mejide rompe el silencio tras expulsar a Rocío de Meer y dispara con todo contra Vox

Risto Mejide reacciona tajante a las críticas por echar a Rocío de Meer  (con dardazo a la portavoz de Vox)

Risto Mejide lo ha vuelto a hacer.

Cuando muchos pensaban que el presentador de “Todo es mentira” había tocado techo en cuanto a momentos polémicos, su reciente encontronazo con Rocío de Meer, diputada de Vox, ha desatado una tormenta

mediática de proporciones épicas.

En medio de una entrevista que ya venía cargada de tensión, Risto tomó la decisión de cortar la conversación de manera fulminante y expulsarla del programa, generando una avalancha de reacciones tanto en

redes sociales como en el ámbito político.

Pero lo más incendiario llegó después.

Ante la oleada de críticas —algunas de ellas especialmente feroces por parte del entorno de Vox—, Risto no se achicó.

Lejos de disculparse o suavizar su postura, respondió con una declaración tajante y sin filtros que dejó a todos sin aliento: “No me tiembla el pulso.

No tengo por qué darle espacio a discursos que rozan el fanatismo y la manipulación”.

Risto Mejide y Ana Vázquez (PP), en 'Todo es mentira'. (Mediaset)

Y no se quedó ahí.

Aprovechó para lanzar un dardazo directo a la portavoz del partido, sin mencionarla por nombre pero con una alusión tan evidente que nadie dudó de a quién iba dirigido el mensaje.

“Algunos creen que libertad de expresión es decir lo que les da la gana sin consecuencias.

Pero en este plató hay límites.

Y quien no los entienda, puede seguir mintiendo en sus canales afines”, sentenció Mejide, dejando claro que su decisión no fue improvisada, sino meditada y firme.

Una declaración que, como era de esperar, encendió aún más a la bancada de Vox, que respondió con comunicados, acusaciones de censura y hasta amenazas de tomar medidas legales.

La tensión subió un nuevo escalón cuando desde el propio programa se emitieron fragmentos editados de la intervención de Rocío de Meer, en los que se exponían afirmaciones controvertidas y, según el equipo

de producción, claramente manipuladoras o tendenciosas.

El mensaje que quiso transmitir Risto fue contundente: no todo vale en televisión, y menos cuando lo que está en juego es la verdad y el respeto democrático.

Mientras tanto, las redes ardían.

Risto Mejide reacciona tajante a las críticas por echar a Rocío de Meer  (con dardazo a la portavoz de Vox)

Miles de mensajes divididos entre quienes apoyaban la decisión del presentador como un acto de valentía frente al populismo extremo, y quienes lo acusaban de sectarismo y censura ideológica.

Algunos usuarios incluso recordaron otras entrevistas tensas en el mismo programa donde Mejide no tomó la misma decisión, generando un debate sobre la coherencia de su postura.

Sin embargo, Risto se mantuvo firme, publicando en su cuenta personal un mensaje aún más directo: “No se trata de ideologías, se trata de respeto.

Hay gente que viene a un plató a provocar, no a dialogar.

Y conmigo, eso no cuela”.

Con estas palabras, volvió a poner el foco en lo que considera el principal problema: el uso de los medios como altavoz para discursos que dividen y alimentan el odio.

En paralelo, Vox aprovechó el episodio para victimizarse y redoblar su discurso, acusando a los medios de “instrumentos de propaganda” al servicio de lo que ellos denominan la “dictadura progre”.

Quien te deporto soy yo": Risto echa a Rocío De Meer (Vox), tras amenazar a  'Todo es mentira', en directo

La portavoz del partido, aunque sin referirse directamente a Mejide, dejó caer en rueda de prensa que “la izquierda mediática tiene miedo al debate real”, alimentando aún más la guerra mediática.

La jugada, arriesgada como pocas, ha situado de nuevo a Risto en el centro del huracán, pero también lo ha consolidado como una figura que no teme enfrentarse al poder, venga de donde venga.

Su rechazo frontal a la blanqueación de discursos extremistas puede costarle enemigos, pero también le ha ganado el aplauso de una parte del público que exige que los medios marquen límites.

En medio de esta batalla sin tregua, una cosa es clara: la televisión española vive momentos de máxima polarización, y figuras como Risto Mejide ya no son solo presentadores, sino actores clave en un tablero

donde se juega mucho más que la audiencia.

¿Fue excesiva su reacción? ¿O, por el contrario, necesaria en tiempos donde el odio se disfraza de opinión? El debate está servido.

Y Risto, una vez más, ha encendido la mecha.