Natalia Estrada, una de las grandes figuras y estrellas de las televisión de los noventa tuvo un idílico romance con Paolo Berlusconi, hermano del fallecido Silvio.

Natalia Estrada se paseó por Gijón con el hermano de Berlusconi, Paolo | El  Comercio: Diario de Asturias

Ella era la presentadora estrella de Telecinco. Él, el hermano menor del todopoderoso dueño de Mediaset, el grupo al que pertenecía la cadena, y primer ministro de Italia. Natalia Estrada, que comenzó una exitosa carrera en la televisión italiana, y el financiero Paolo Berlusconi, dueño del diario «Il giornale» y hermano del fallecido Silvio Berlusconi , vivieron su historia de amor a principios de los años 2000 y coparon portadas y titulares.

Navegaban por el Mediterráneo, recalaban en la isla de Ponza o paseaban por las calles de Roma. Paolo había estado casado dos veces, la primera con Mariella Bocciardo, con quien tuvo dos hijos, y la segunda con Antonia Rosa, con quien tuvo otros dos.

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Natalia Estrada era una de las grandes figuras de la televisión de los noventa y figuraba entre las mujeres más deseadas de España, según una encuesta de 1998, junto a Penélope Cruz y Maribel Verdú y la modelo Inés Sastre. Había estado casada desde 1992 con el presentador italiano Giorgio Mastrota, con el que tuvo una hija, Natalia, en 1995, y del que se separó a finales de los noventa.

Luego mantuvo una relación con el empresario Valeriano Longoni. Tras estas relaciones inició un idilio con Paolo Berlusconi, hermano de Silvio Berlusconi, con quien pareció encontrar la estabilidad. Se habló de matrimonio, pero finalmente la pareja se separó, en 2006. Duraron juntos seis años. Después Natalia empezó a salir con Andrea Mischianti, profesor de equitación, uno de sus deportes favoritos, con el que sigue casada.

La vida de Natalia Estrada

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Natalia, nacida en Gijón, Asturias, en 1972, se trasladó con 16 años a Madrid para estudiar ballet clásico y comenzó su carrera dos años después en el popular programa «La quinta marcha», un espacio musical de Telecinco. A partir de entonces continuó en la cadena de Mediaset y desarrolló una fulgurante carrera.

Pasó por el concurso «Bellezas al agua», un clásico de los concursos que entonces se estilaban en Telecinco, y el espacio de parejas «Vivan los novios». Rodó también la película «Aquí, el que no corre… vuela», junto a Arturo Fernández, María Barranco y José Coronado. Entonces se trasladó a Milán, tras casarse con el empresario italiano Giorgio Mastrota e inició una carrera igual de exitosa en la televisión italiana.

En 2002, Natalia regresó a España para presentar un concurso en las autonómicas. En 2006 presentó el concurso «El club de Flo», en La Sexta. Poco después se retiró de la televisión. Desde entonces se dedica a la cría de caballos en Italia junto a Andrew Mischianti, su pareja desde 2005. Afincados en la localidad de Cortazzone, cerca de Turín, regentan «Ranch Academy», una escuela de equitación y centro de doma y cría de caballos, a la antigua usanza, según explica en su página web. Natalia se apasionó por este mundo al conocer a su actual marido.

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Paolo, Berlusconi, al igual que su hermano Silvio, y siempre a su sombra, se vio envuelto en varios procesos judiciales. En 2002, fue acusado de fraude y corrupción en el escándalo «Cerro Maggiore» y condenado a nueve meses de prisión y una multa de 49 millones de euros. En 2010, fue sentenciado a cuatro meses por falsificar facturas. Pero nunca tuvo el talento de su hermano para los negocios y avanzó en su carrera gracias a los favores de Berlusconi, tanto desde el Gobierno, como desde la oposición.

Hoy Natalia ya es abuela de dos nietos, nacidos de su hija Natalia, que hoy tiene 28 años y se dedica al alpinismo y el esquí. No echa de menos la televisión. «Tanto en España como en Italia, la televisión se ha vuelto un poco cruel», comentaba al diario La Nueva España, hace unos años. «Todas las cadenas ofrecen los mismos programas, como «Gran Hermano o «Supervivientes». A mí esos formatos no me gustan. Tengo unos principios que no me permiten seguir en ese mundo tal y como está ahora».