Marisa Porcel, recordada por millones como la entrañable Pepa de “Escenas de matrimonio”, fue mucho más que una figura cómica en la televisión española.

Su historia está marcada por una vida de lucha, esfuerzo silencioso y un talento que tardó en recibir el reconocimiento que merecía.

Pero también por una deuda millonaria, un hermetismo impenetrable y un final inesperado que sorprendió al mundo del espectáculo.

Nacida en Aragón en 1943 y criada entre bastidores, Marisa Porcel creció respirando teatro.

Hija de actores, su infancia transcurrió entre telones, ensayos y giras provinciales.

Su carrera comenzó desde muy joven, actuando en obras teatrales, cine y televisión.

Sin embargo, la verdadera fama no llegó hasta su madurez, cuando interpretó a Pepa, la sarcástica y chispeante esposa de Avelino (Pepe Ruiz), en el exitoso programa de Telecinco.

Con su inconfundible vis cómica, conquistó a varias generaciones, convirtiéndose en uno de los rostros más queridos de la pequeña pantalla.

Lo que parecía una vida consagrada al éxito, sin embargo, escondía una historia mucho más compleja.

Pocos sabían que, tras las risas y la popularidad, Marisa Porcel enfrentaba un grave problema económico.

A pocos meses de su fallecimiento, en 2018, salió a la luz que la actriz arrastraba una deuda millonaria con Hacienda.

Una situación que impactó al público y al medio artístico, que la veía como una de las profesionales mejor remuneradas de la televisión.

Lo más desconcertante fue el hermetismo absoluto con el que manejó la situación.

Nunca habló públicamente del tema, ni concedió entrevistas al respecto.

Su vida privada siempre estuvo protegida por un silencio férreo, que ni la prensa ni sus colegas lograron romper.

Su relación profesional y personal con Pepe Ruiz, con quien compartió décadas de escenario, fue otra fuente de rumores y especulaciones.

Aunque nunca confirmaron si eran pareja fuera de las cámaras, su complicidad traspasaba la ficción.

Pero si hubo un lazo realmente indestructible en la vida de Marisa Porcel, fue el que tuvo con su hija, Paloma Porcel.

A ella le dejó no solo su legado artístico, sino también la carga económica derivada de sus problemas con Hacienda.

Paloma ha defendido con entereza el nombre de su madre, manteniéndose fiel al silencio que siempre caracterizó a la actriz.

Marisa Porcel falleció en 2018, a los 74 años, lejos del bullicio mediático y fiel a su estilo discreto.

Su muerte dejó un vacío en el corazón de sus fans, pero también abrió la puerta a descubrir los claroscuros de una figura que siempre mantuvo la dignidad, incluso en los momentos más oscuros.

Más allá de la comedia, del personaje de Pepa o de su éxito tardío, Marisa Porcel fue una mujer valiente, reservada y profundamente humana.

Su historia está hecha de esfuerzo, silencios y de una integridad inquebrantable.

Hoy, su figura resurge no solo por lo que nos hizo reír, sino por la complejidad emocional que albergaba fuera del foco.

La deuda millonaria que Marisa Porcel ha dejado a sus herederos tras su fallecimiento

El fallecimiento de la actriz Marisa Porcel (74) pilló por sorpresa al mundo de la interpretación, que se despidió de la actriz a través de las redes sociales.

Si bien en los últimos años su carrera pasó un poco desapercibida, todavía queda en la mente de mucha gente el papel que la hizo saltar a la fama ya en su etapa más madura, el de Pepa, el personaje que nació en Noche de fiesta, de José Luis Moreno y que saltó poco después a la pequeña pantalla en forma de serie con Escenas de matrimonio.

Su fallecimiento no ha sido lo único que ha hecho que su nombre haya saltado a los titulares, y es que hace unas semanas se supo que Marisa tenía contraída una gran deuda con Hacienda de 1.423.736, 36 euros, como aparecía especificado en el listado de morosos publicado por el Fisco a finales de junio.

Tras su muerte, la heredera de esta cantidad es su única hija, Paloma Porcel, conocida por ponerle la voz a Sarah Jessica Parker, que de querer hacerse con todos los bienes de su madre tendrá que acarrear no solo con lo positivo, sino también con esta deuda.

El portal digital Jaleos se ha puesto en contacto con el abogado Fernando Osuna, que ha explicado que en estos casos lo habitual es evaluar la situación económica de los bienes para saber si es rentable o no aceptar una herencia con deudas.