Los Reyes Felipe VI y Letizia celebraron en Brañosera, el pueblo más antiguo de España, el 1.200º aniversario de su fuero, destacando la importancia del municipalismo y la conexión entre la monarquía y las comunidades locales, mientras compartían con los habitantes y disfrutaban de la gastronomía tradicional, en un acto que reafirma la unidad y el legado histórico español.

En un día inusualmente frío para el mes de junio, donde los termómetros apenas alcanzaron los diez grados, Brañosera, un pintoresco pueblo situado en la vertiente sur de la sierra de Híjar, se convirtió en el escenario de un evento memorable.

Los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, visitaron esta localidad con motivo de la conmemoración del 1.200º aniversario de su fuero, un acto que resalta la rica historia y el significado cultural de este municipio, considerado el primero de España.

La visita real comenzó en el ayuntamiento del pueblo, donde los Reyes fueron recibidos con un protocolario saludo por parte de las autoridades locales.

Este momento marcó el inicio de una jornada llena de emociones y significados, en la que los Reyes interactuaron con los habitantes de Brañosera.

Entre la multitud se encontraban muchos niños que, con gran entusiasmo, se acercaron a entregar dibujos y cartas que habían realizado con esmero en sus colegios, reflejando la conexión entre la realeza y la comunidad.

La Reina Letizia, siempre atenta a la moda y el estilo, eligió para esta ocasión un elegante traje sastre en color burdeos, una pieza versátil de la firma Bleis que ya había lucido en otras ocasiones.

Completó su look con unos cómodos mocasines de Massimo Dutti, lo que le permitió moverse con facilidad entre la multitud. Su presencia, combinada con el carisma del Rey Felipe, aportó un aire de solemnidad y alegría al evento.

Durante su discurso, Felipe VI hizo hincapié en la importancia del municipalismo en la vida democrática de España.

“En ningún lugar como en los pueblos se hace la vida democrática tan tangible, tan real”, afirmó el monarca, resaltando el papel fundamental que juegan las comunidades locales en la construcción de la identidad colectiva del país.

Este mensaje resonó profundamente entre los asistentes, quienes vieron en la visita real un reconocimiento a su esfuerzo y dedicación por mantener vivas las tradiciones y la historia de su pueblo.

Tras el acto en el ayuntamiento, los Reyes se dirigieron a Casa Cholo, un mesón típico de la zona que ha sabido conquistar los paladares más exigentes con su gastronomía castellana.

Este establecimiento es famoso por sus platos de cuchara, guisos y estofados tradicionales, siendo los garbanzos con almejas una de sus especialidades más apreciadas.

La atmósfera acogedora de Casa Cholo, rodeada de un hermoso entorno rural, ofreció a los Reyes una pausa perfecta para disfrutar de la cultura culinaria local, aunque el clima desapacible impidió que se acercaran al mirador para contemplar la panorámica del lugar.

La organización del evento estuvo a cargo de la Junta de Castilla y León, en colaboración con el Ayuntamiento de Brañosera y la Diputación de Palencia, quienes trabajaron arduamente para que la visita real fuera un éxito.

La elección de Brañosera como punto de celebración no fue casual; este pueblo es un símbolo de la historia y el legado de la monarquía en España, y su reconocimiento contribuye a fortalecer los lazos entre la realeza y los ciudadanos.

La visita de los Reyes Felipe y Letizia no solo fue un acto protocolario, sino un gesto de cercanía hacia la gente de Brañosera, un recordatorio de que la monarquía está presente en las vidas de los españoles, incluso en los rincones más pequeños del país.

La atención que recibieron los niños y la interacción con la comunidad reflejan el compromiso de la familia real con los valores democráticos y la cohesión social.

En el marco de esta conmemoración, se destaca también el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI como rey, un momento que ha marcado un antes y un después en la historia reciente de España.

Su reinado ha estado caracterizado por un enfoque en la modernización de la monarquía y un intento de acercar la institución a la sociedad, algo que se evidenció en la calidez de la recepción en Brañosera.

La jornada culminó con un sentimiento de orgullo y pertenencia entre los habitantes del pueblo, quienes vieron en la visita real una validación de su historia y su cultura.

A través de esta conmemoración, los Reyes han logrado no solo celebrar un hito histórico, sino también fortalecer los lazos que unen a la monarquía con el pueblo español.

Así, Brañosera se convierte en un punto de referencia no solo por ser el pueblo más antiguo de España, sino también por ser un lugar donde la historia, la cultura y la monarquía se entrelazan en un relato de unidad y pertenencia.

La visita de los Reyes Felipe y Letizia es un recordatorio de que, a pesar de las adversidades climáticas, el calor humano y la tradición siempre prevalecerán en la historia de España.