Los Reyes Felipe VI y Letizia presidieron en Tenerife el Desfile del Día de las Fuerzas Armadas 2025, un emotivo homenaje a los militares españoles marcado por el recuerdo a los caídos, el espectacular desfile aéreo y la celebración de los diez años de reinado.

El pasado fin de semana, la capital canaria, Santa Cruz de Tenerife, se convirtió en el escenario de uno de los eventos más esperados del año: el desfile con motivo del Día de las Fuerzas Armadas 2025.

Este año, la ceremonia fue presidida por los Reyes de España, Felipe VI y Letizia, quienes, con su presencia, aportaron un aire de majestuosidad y solemnidad al evento.

Miles de ciudadanos se congregaron en las calles, ansiosos por rendir homenaje a la defensa del país y a los hombres y mujeres que dedican sus vidas al servicio militar.

La princesa Leonor, lamentablemente, se encontraba en Nueva York completando su formación a bordo del Juan Sebastián Elcano, lo que dejó un vacío en la representación real.

Sin embargo, la presencia de sus padres fue suficiente para elevar el espíritu del desfile, que se llevó a cabo en dos lugares emblemáticos: Tenerife y Gran Canaria.

Desde la tribuna en la Avenida de la Constitución, los Reyes fueron recibidos con vítores y aplausos, mientras observaban el paso de las fuerzas armadas, los vehículos blindados y un espectacular show aéreo que, como cada año, rindió homenaje a aquellos que luchan por la libertad y la seguridad de España.

El rey Felipe VI eligió para la ocasión el uniforme de verano de la Armada, una elección que refleja la tradición y el protocolo de estos eventos.

En contraste, la reina Letizia deslumbró con un elegante vestido blanco, adornado con bordados florales de la prestigiosa firma Carolina Herrera, que ya había lucido en 2022.

Este diseño, junto a unas sandalias de tacón bajo y un bolso azul claro, no solo resaltó su estilo sofisticado, sino que también se adaptó a las altas temperaturas del día.

El acto comenzó con la llegada de los Reyes, quienes fueron recibidos con honores militares.

Tras la revista a las tropas, Felipe VI saludó a las distintas autoridades presentes, mientras que el cielo se llenaba de emoción con el salto de la patrulla paracaidista PAPEA, que portaba la bandera nacional.

Este año, además, se conmemoraron diez años del reinado de Felipe VI y doña Letizia, lo que añadió un matiz especial a la ceremonia.

La patrulla, fundada en 1978 en la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, ha sido parte integral de los eventos militares en España, destacando siempre por su precisión y destreza.

Uno de los momentos más emotivos del desfile fue el homenaje a los caídos, donde se recordó a aquellos que han entregado su vida por España.

La música resonó con la interpretación de “La muerte no es el final”, evocando emociones profundas entre los asistentes. Mientras sonaba el himno nacional, se izó la bandera, un símbolo que este año cumple 240 años desde su creación durante el reinado de Carlos III.

Sin embargo, no fue hasta 1843 que su uso se generalizó en todas las fuerzas armadas, convirtiéndose en el emblema nacional que hoy conocemos.

El desfile aéreo fue otro de los puntos culminantes del evento. La patrulla Águila, con su impresionante formación, dibujó los colores de la bandera nacional en el cielo de Tenerife.

Un total de 34 aviones y 21 helicópteros surcaron los cielos, ofreciendo un espectáculo visual que dejó a todos los presentes sin aliento. Este despliegue no solo mostró la capacidad de las fuerzas armadas, sino que también simbolizó la unidad y la fuerza del país.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro Esteban López Calderón, acompañaron a los Reyes en este acto tan significativo.

La presencia de estas autoridades subraya la importancia del evento y el compromiso del gobierno con las fuerzas armadas.

Este desfile no solo es una celebración de la historia militar de España, sino también un recordatorio del sacrificio y la dedicación de quienes sirven en las distintas ramas del ejército.

A medida que el evento avanzaba, la atmósfera se llenaba de orgullo y patriotismo. Los ciudadanos, muchos de ellos con banderas en mano, vitoreaban a sus Reyes y a las fuerzas armadas, creando un ambiente festivo que resonaba en cada rincón de la ciudad.

La jornada, iluminada por un brillante sol, se convirtió en un día memorable para todos los asistentes, uniendo a la nación en un acto de respeto y admiración hacia quienes protegen su soberanía.

Este año, el desfile del Día de las Fuerzas Armadas no solo fue un homenaje a la historia y a los valores de la nación, sino también una celebración de la continuidad y el legado que representan los Reyes.

La elegancia de doña Letizia y la firmeza de don Felipe VI reflejan la modernidad de la monarquía española, que sigue siendo un pilar fundamental en la vida pública del país.

Con cada desfile, con cada acto, los Reyes reafirmaron su compromiso con España y con los valores que la sustentan: unidad, libertad y respeto.

Sin duda, este evento ha dejado una huella imborrable en la memoria colectiva de los ciudadanos, recordándoles la importancia de la defensa y el sacrificio.

La combinación de tradición, solemnidad y modernidad en el desfile del Día de las Fuerzas Armadas 2025 es un claro reflejo de la España que avanza, pero que nunca olvida su pasado.