El aviso de un experto en nutrición sobre el problema físico de Anita Williams tras ‘Supervivientes 2025’

El nutricionista Alejandro Moraleja advierte de los graves problemas a los que se enfrenta Anita Williams a la salida de ‘Supervivientes 2025’ debido al sobrecrecimiento bacteriano intestinal que padece.

En solo cinco días conoceremos quién será el ganador de ‘Supervivientes 2025’. Por ahora solo hay dos finalistas que estarán en esa final y llegarán a España en helicóptero: Montoya y Anita Williams. Los otros dos nombres los conoceremos este jueves tras la expulsión del último concursante en la semifinal.

Ahora que quedan apenas unos días para que los concursantes regresen de Honduras toca hacer balance y ver los brutales cambios físicos que han experimentado los concursantes en sus 100 días de concurso. Pero si hay alguien que ha llamado la atención es Anita Williams.

Hace unas semanas, el propio ‘Supervivientes 2025’ abordaba cómo el aspecto de Anita era muy diferente al del resto que están en los huesos. Y es que muchos comentaban lo raro que era que parecía que la participante de ‘La isla de las tentaciones’ lejos de adelgazar había engordado pues se la notaba con tripa. Lo que llevó a que saltaran las alarmas por un posible embarazo después de que Makoke destapara que Anita y Montoya habían mantenido relaciones sєxuales en Playa Misterio.

Tras ello, la organización de ‘Supervivientes’ optó por hacerle pruebas a Anita Williams y los resultados dieron con la clave de por qué parecía que la concursante había engordado. “Anita presenta una distensión abdominal, debido al consumo excesivo de isotónico, lo que supone un gran aporte de azúcar diario, sumado a un presumible sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO)“, destacaban.

En Lecturas han hablado con el nutricionista Alejandro Moraleja para saber las secuelas que puede arrastrar Anita Williams tras su regreso de ‘Supervivientes’. “En situaciones de supervivencia o actividad física intensa, las bebidas isotónicas pueden ser útiles para reponer electrolitos y energía. Sin embargo, en exceso, pueden convertirse en un problema“, advierte el experto.

“Si se consumen en grandes cantidades diarias, supone un aporte significativo de azúcares rápidos que el organismo, en situación de baja actividad o con estrés digestivo, puede tener dificultad en metabolizar correctamente”, explica al respecto. “El exceso de azúcares y sodio puede favorecer la retención de agua, generando edema y aumento de peso transitorio”, añade.

Un nutricionista habla del problema de Anita Williams tras ‘Supervivientes’

Anita Williams, antes y después de ‘Supervivientes 2025’
Asimismo, el nutricionista destaca que sin duda el problema de Anita tiene que ver con el llamado SIBO. “El azúcar alimenta a ciertas bacterias intestinales, lo que, en un contexto predisponente, puede favorecer el sobrecrecimiento bacteriano o SIBO”, asevera. Y es que se trata de un problema que provoca una incómoda distensión y malestar abdominal; flatulencias y gases excesivos; inflamación sistémica y problemas digestivos crónicos así como cambios en el peso.

“El consumo continuado de azúcar simple, un posible enlentecimiento del tránsito intestinal, el estrés físico y psicológico, y los cambios de dieta drásticos que ha tenido durante su paso por Honduras pueden haber favorecido la aparición de este cuadro”, recalca sobre la situación que atraviesa Anita Williams.

Al preguntarle por cómo puede abordar Anita el problema, el nutricionista da varios tips con respecto a su alimentación: reducir el aporte de azúcares simples, evitar o limitar alimentos que alimentan en exceso a las bacterias intestinales y favorecen la inflamación como los zumos industriales, refrescos y bebidas energéticas, golosinas, caramelos o chicles azucarados, bollería industrial y cereales azucarados; y rehuir de los embutidos, aperitivos salados como las patatas fritas, comidas precocinadas y conservas saladas.

Por último, el experto recomienda a Anita Williams que siga una dieta que incluya los siguientes alimentos: beber agua o agua con limón, infusiones suaves como manzanilla o menta; así como fruta entera en raciones controladas. Incluye en tu dieta frutos secos naturales, pescado fresco o congelado sin aditivos, carnes magras y quesos frescos bajos en sal como el queso fresco, ricotta o requesón.