💥¡SENADOR ARRESTADO! Alex Padilla REDUCE a TRUMP: “Todo es una MENTIRA” tras ser tirado al suelo

Why Sen. Alex Padilla became emotional after removal from news event

Lo que debía ser una jornada institucional terminó con un senador estadounidense esposado en el suelo, acusado falsamente de “haber irrumpido” en una rueda de prensa y “lanzarse” contra la secretaria de

Seguridad Nacional.

Alex Padilla, representante de California, no solo fue agredido física y simbólicamente, sino que además fue víctima de una campaña de desinformación inmediata lanzada por el mismo gobierno que orquestó su

detención.

Todo comenzó en el edificio federal de Westwood, Los Ángeles, donde Padilla tenía una reunión agendada con representantes del Comando Norte.

Una reunión formal y aprobada.

Pero al enterarse de que la secretaria Kristi Noem estaría a escasos metros ofreciendo una rueda de prensa, Padilla, acompañado por miembros del FBI y de la Guardia Nacional que lo escoltaban dentro del

edificio, decidió acercarse para escuchar.

No hubo irrupción.

No hubo forcejeo.

La puerta estaba abierta, y él simplemente se sentó al fondo del salón, detrás de las cámaras.

Ni siquiera habló…hasta que no pudo callar más.

First on MSNBC: Sen. Padilla on his DHS removal, handcuffing

El detonante fue escuchar por segunda vez en pocos minutos que Donald Trump y Noem “debían rescatar a Los Ángeles” de los líderes locales electos democráticamente como Gavin Newsom y Karen Bass.

Padilla se levantó, se presentó como senador de Estados Unidos —lo cual también llevaba estampado en su ropa— y pidió hacer una pregunta.

En menos de un segundo, fue atacado por varios agentes, lanzado al suelo, esposado y retirado violentamente del lugar.

No hubo advertencia.

No hubo diálogo.

Solo fuerza bruta.

La versión oficial difundida por el Departamento de Seguridad Nacional: que Padilla “se abalanzó” sobre Noem y que fue percibido como un “atacante potencial”.

Una afirmación que el propio video desmiente categóricamente.

En las imágenes se puede ver claramente que el senador se encuentra tranquilo, identificado, y que jamás representó una amenaza.

Tras el incidente, Padilla no solo reafirmó su inocencia, sino que denunció una estrategia de intimidación política del más alto nivel.

“Si esto le hacen a un senador de Estados Unidos solo por preguntar, imaginen lo que están haciendo en las calles con los migrantes, con los cocineros, con los jornaleros, con los campesinos”, dijo emocionado y

con la voz quebrada.

Y no es una exageración.

It's all BS coming from Trump': Sen. Padilla gets emotional after forcible  ejection from DHS presser

Detrás de esta escena hay una realidad aterradora: los operativos de detención migratoria en California están creciendo en brutalidad, ejecutados incluso con granadas aturdidoras y unidades del Ejército.

Durante la entrevista, Padilla reveló detalles aún más escalofriantes.

Contó que jamás le dijeron por qué estaba siendo detenido, que los agentes se negaron a identificarse y que por momentos temió por su seguridad.

Mientras trataba de mantener el equilibrio en el suelo, le ordenaban ponerse de rodillas, algo que, según confesó, le provocó un miedo visceral debido a sus propias experiencias como joven latino creciendo en

Pacoima, un barrio obrero del Valle de San Fernando.

Tras ser liberado —únicamente porque alguien del equipo de Noem finalmente confirmó que era quien decía ser—, Padilla fue invitado a reunirse con la secretaria.

¿Una disculpa? En absoluto.

La reunión fue fría, evasiva, sin respuestas a sus preguntas clave: ¿Cuál es la misión real de la Guardia Nacional en las calles de Los Ángeles? ¿Por qué el gobierno federal interviene sin el consentimiento del

gobernador ni del alcalde? ¿Con qué propósito se prepara el despliegue de los Marines?

La reunión con el Comando Norte, motivo original de su visita, jamás se realizó.

Sus interlocutores se retiraron sin explicación.

Sen. Alex Padilla speaks after being forcibly removed from DHS press  conference

Lo que debía ser un diálogo institucional terminó en una operación de fuerza que más parece propia de un régimen autoritario.

Pero Padilla fue más allá.

Denunció que esto no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia de Trump para imponer su agenda por encima de la voluntad popular.

Según el senador, estamos ante un experimento: si el gobierno logra federalizar fuerzas militares en California sin consecuencias, podrá hacerlo en cualquier rincón del país.

Y con el silencio cómplice de gran parte del Partido Republicano, la amenaza es real.

Solo dos senadores republicanos —Sheehy de Montana y Curtis de Utah— se atrevieron a enviarle un mensaje personal de apoyo.

El resto guarda silencio.

Y mientras tanto, Padilla llama a la movilización pacífica, al uso del derecho a manifestarse como única arma legítima contra la represión.

Su mensaje final fue claro: “Esto no es solo sobre mí.

Esto es sobre todos.

Esto es sobre nuestras libertades, nuestros derechos, nuestra dignidad.

Si no alzamos la voz ahora, ¿cuándo?”

US senator forcibly removed from Trump official's press conference | RNZ  News

Este sábado, miles podrían salir a las calles.

Porque lo que se vivió en ese salón de prensa no fue un incidente aislado.

Fue una advertencia.

Y también, quizás, el principio de una resistencia masiva contra un modelo de país que parece haber olvidado lo que significa la palabra democracia.