¿Está el fútbol a punto de cambiar para siempre? La nueva regla FIFA que podría revolucionar el juego

El fútbol, el deporte rey que mueve pasiones alrededor del mundo, está a punto de experimentar un cambio significativo gracias a una nueva regla que la FIFA ha decidido implementar.

Esta norma, que ya ha comenzado a aplicarse en el Campeonato Europeo Sub-21, busca poner fin a una de las prácticas más frustrantes para los aficionados: la pérdida de tiempo, especialmente por parte de los porteros.

Tradicionalmente, en el fútbol, el reloj sigue corriendo incluso cuando el balón está fuera de juego o cuando hay interrupciones.

Esto ha llevado a que muchos equipos, en especial aquellos que desean mantener un resultado favorable, utilicen diversas artimañas para hacer que el tiempo pase sin jugar realmente.

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Una de las tácticas más comunes es la retención del balón por parte del portero, quien puede demorarse excesivamente en sacar el balón en juego.

La nueva norma modifica la antigua regla 12.2 del reglamento de juego, aprobada por la International Football Association Board (IFAB).

La enmienda establece que si un portero retiene el balón durante más de ocho segundos sin estar bajo presión de un adversario, el árbitro concederá un córner al equipo contrario.

Este cambio es radical porque sustituye la antigua sanción, que era un tiro libre indirecto, una penalización que prácticamente nunca se aplicaba en la práctica.

Para evitar confusiones, la regla especifica que el conteo de los ocho segundos comienza cuando el portero tiene pleno control del balón y no está siendo presionado por un jugador rival.

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En caso de que durante la cuenta atrás aparezca un adversario que presione al portero, el árbitro detendrá el conteo y concederá un tiro libre indirecto al guardameta, permitiéndole sacar sin presión.

Además, el árbitro deberá contar de forma visible los últimos cinco segundos para que el portero sea consciente del tiempo que le queda para sacar el balón.

Es importante destacar que no habrá sanciones disciplinarias como tarjetas amarillas a menos que el portero reincida en la infracción, lo que busca evitar abusos en la aplicación de la norma.

Este cambio llega en un momento en que muchos seguidores del fútbol demandan medidas más estrictas para acabar con las pérdidas de tiempo y hacer que los partidos sean más dinámicos y justos.

Sin embargo, aunque esta nueva norma es un paso adelante, muchos opinan que no es suficiente para resolver el problema de raíz.

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Una de las propuestas más apoyadas por aficionados y expertos es la implementación del tiempo efectivo, es decir, detener el cronómetro cada vez que el balón está fuera de juego, cuando hay lesiones, cambios o revisiones arbitrales.

Esto garantizaría que el tiempo que se muestra en el reloj sea exclusivamente el tiempo real de juego, eliminando cualquier posibilidad de manipulación del tiempo.

El debate sobre la introducción del tiempo efectivo no es nuevo, pero la FIFA y otras organizaciones han sido reticentes a adoptarlo, posiblemente por intereses en mantener ciertas dinámicas dentro del juego.

La nueva regla para los porteros podría ser solo el primer paso hacia una reforma mayor, pero también corre el riesgo de ser aplicada de forma inconsistente, dependiendo del equipo o la competición.

Otro aspecto relevante que la IFAB ha decidido revisar es la comunicación del árbitro con el público tras consultar el VAR.

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Las competiciones tienen ahora la opción de que el árbitro anuncie públicamente las decisiones adoptadas después de una revisión prolongada.

Esta medida busca aumentar la transparencia y reducir la frustración de los aficionados, aunque no es obligatoria y su implementación varía según el torneo.

En cuanto a la aplicación práctica de la nueva regla del portero, algunos expertos y aficionados muestran optimismo, pero también escepticismo.

Se teme que, aunque inicialmente se aplique estrictamente, con el tiempo los árbitros puedan ser menos rigurosos, especialmente ante equipos grandes o en partidos importantes, lo que generaría un doble rasero y una pérdida de credibilidad en la norma.

Desde la perspectiva de los jugadores y entrenadores, esta regla podría cambiar la manera en que se gestiona el tiempo en los partidos.

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Los porteros tendrán que adaptarse a sacar el balón más rápido cuando no estén bajo presión, lo que podría aumentar el ritmo del juego y favorecer el espectáculo.

Sin embargo, también se abre la puerta a nuevas estrategias para presionar al portero y detener el conteo de los ocho segundos.

Los aficionados, por su parte, esperan que esta medida contribuya a reducir las pérdidas de tiempo que tanto molestan y que a menudo desvirtúan el juego.

Muchos recuerdan partidos en los que los porteros han tardado minutos en sacar el balón, ralentizando el ritmo y generando frustración.

La nueva norma pretende que estas situaciones sean sancionadas de manera clara y efectiva.

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No obstante, la implementación de esta regla también plantea preguntas sobre la capacidad de los árbitros para controlar el tiempo con precisión y actuar con valentía frente a posibles protestas o presiones de los equipos.

La experiencia ha demostrado que algunas reglas, aunque bien diseñadas, quedan en el papel por la falta de aplicación rigurosa.

En conclusión, la FIFA ha dado un paso importante con esta nueva norma que limita el tiempo que un portero puede retener el balón sin presión.

Aunque es un avance que podría mejorar la fluidez del juego, muchos consideran que es solo un primer paso y que se necesitan reformas más profundas, como la adopción del tiempo efectivo, para acabar con las pérdidas de tiempo y hacer del fútbol un deporte más justo y emocionante.

El futuro dirá si esta norma se consolida y se aplica de manera uniforme, o si termina siendo otra medida que queda en el olvido por falta de voluntad o valentía.

Mientras tanto, los aficionados deberán seguir atentos a cómo evoluciona esta revolución silenciosa en el reglamento del fútbol mundial.