🚨¿Se acabó el sueño? El Barça al borde de la expulsión de la Champions League

El FC Barcelona se encuentra en una encrucijada crítica que podría cambiar radicalmente su futuro inmediato en Europa.

Según revelaciones recientes del diario The Times, la UEFA está considerando sancionar al club catalán debido a una violación reiterada de las normas del fair play financiero, una situación que va más allá de una simple multa económica y que pone en riesgo su participación plena en la próxima Champions League.

El origen de este conflicto se remonta al verano de 2022, cuando el Barça atravesaba una grave crisis económica.

La gestión previa había dejado unas pérdidas acumuladas elevadas y una masa salarial insostenible, lo que obligó a la directiva encabezada por Joan Laporta a buscar soluciones urgentes para mantener la competitividad del equipo en el mercado y en Europa.

Entre las medidas adoptadas destacaron las llamadas “palancas económicas”, entre ellas la venta del 10% de los derechos televisivos de La Liga por los próximos 25 años a la empresa Six Street, operación que reportó más de 200 millones de euros al club.

Legalmente correcta, la polémica surgió por la forma en que el Barça contabilizó esos ingresos.

El club registró esas entradas como ingresos operativos habituales, lo que mejoraba artificialmente su balance financiero y le permitía cumplir con los límites del fair play financiero impuestos por la UEFA.

Sin embargo, desde la sede del organismo europeo en Nyon, esta operación se interpreta como la venta de un activo intangible, una pérdida de un bien a largo plazo que no debería ser considerada ingreso recurrente.

Este detalle contable es crucial porque solo los ingresos sostenibles y recurrentes pueden computar para cumplir con las normas, mientras que contabilizar ingresos extraordinarios como operativos se considera una forma de maquillaje contable.

Poco después, el Barça repitió esta operación vendiendo otro 15% de los derechos televisivos a Six Street por unos 400 millones de euros adicionales, aplicando la misma metodología contable.

Ante esta situación, la UEFA impuso una multa de 500.000 euros al Barcelona por manipulación financiera, sanción que el club apeló ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).

Sin embargo, el TAS ratificó la multa, dejando claro que la interpretación del club no era válida y que había habido una infracción.

Lo más grave es que, pese a esta advertencia formal y sanción, el Barça continuó aplicando el mismo criterio contable en ejercicios posteriores, lo que para la UEFA representa una reincidencia deliberada y consciente en la violación de las normas.

Esta reincidencia es la que ahora desencadena la posibilidad de sanciones deportivas mucho más severas.

Estas sanciones podrían incluir la deducción de puntos en la fase de grupos de la Champions League, una restricción en el número de jugadores inscritos para la competición o, en el peor de los casos, una suspensión parcial de futuras competiciones si se repite el patrón por tercera vez.

La deducción de puntos sería un golpe duro, ya que el Barça iniciaría la fase de grupos con una desventaja significativa respecto a sus rivales, complicando enormemente sus opciones de avanzar a octavos de final.

Por su parte, la limitación de la plantilla afectaría la capacidad táctica y la rotación del equipo, dejando al entrenador Hansy Flick con menos recursos para afrontar la exigente temporada europea.

Aunque la expulsión directa del Barça de la Champions League está descartada por ahora, la UEFA ha dejado claro que no tolerará más infracciones y que la reincidencia conllevará castigos ejemplares.

El precedente del AC Milan, que fue excluido de competiciones europeas por irregularidades similares, está presente y pone en aviso al club catalán.

Esta situación no es exclusiva del Barça.

Otros clubes como Chelsea y Aston Villa también están siendo investigados por la UEFA por motivos relacionados con el fair play financiero, pero la diferencia es que en esos casos se trata de la primera infracción, mientras que el Barcelona enfrenta acusaciones de reincidencia.

Las consecuencias deportivas y económicas de estas sanciones serían profundas.

Una penalización en puntos o en la inscripción de jugadores no solo afectaría el rendimiento en el campo, sino también los ingresos derivados de la competición, poniendo en riesgo la estabilidad financiera del club que aún camina por la cuerda floja.

Hasta el momento, el FC Barcelona no ha emitido un comunicado oficial sobre esta nueva investigación, aunque internamente existe preocupación.

La directiva, liderada por Joan Laporta, prepara una defensa para intentar evitar las sanciones deportivas, conscientes de que la UEFA busca enviar un mensaje contundente contra las irregularidades financieras.

La decisión oficial de la UEFA se espera antes del inicio de la fase de grupos de la Champions League, es decir, antes de septiembre.

El resultado de esta resolución condicionará no solo la planificación deportiva y de mercado del Barça, sino también su imagen y su futuro en competiciones internacionales.

En definitiva, el FC Barcelona se enfrenta a un momento decisivo que puede marcar un antes y un después en su historia reciente.

La UEFA quiere preservar la justicia deportiva y la igualdad competitiva, y la reincidencia del club catalán en las irregularidades contables ha cruzado una línea roja que podría tener consecuencias duras.

Mientras tanto, la afición y el mundo del fútbol observan atentos cómo se desarrollan los acontecimientos.

¿Será capaz el Barça de superar este desafío y mantener su presencia en la élite europea?

¿O estaremos ante el inicio de una nueva etapa marcada por restricciones y sanciones?

Solo el tiempo y las decisiones del máximo organismo del fútbol europeo lo dirán.

Por ahora, el Barça juega con fuego y el futuro de su participación en la Champions League pende de un hilo.