Con más de dos décadas en la televisión, el periodista y criminólogo ha encontrado el equilibrio entre su vida pública y privada, siendo padre de dos hijos y disfrutando de su relación.

Con más de dos décadas en los medios de comunicación, Nacho Abad (54 años) se ha consagrado como uno de los rostros más reconocidos en la cobertura de sucesos y tribunales en España.

Nacido el 3 de abril de 1970 en Guadalajara, Abad ha demostrado una capacidad única para convertir lo que parece un simple titular en una narración cautivadora, consiguiendo atraer tanto a los aficionados al true crime como a los seguidores de los programas de actualidad.

Nacho siempre tuvo claro que quería contar historias, lo que le llevó a estudiar Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid.

Sin embargo, no fue suficiente para él; su interés por desentrañar la verdad lo motivó a complementar su formación con estudios en Criminología.

Sus primeros pasos en la radio marcaron el inicio de una carrera prometedora que lo llevaría a trabajar en los medios más influyentes del país: Antena 3, Telecinco, y Mediaset, por mencionar algunos.

Una historia de amor que nace en televisión

Pero detrás de este apasionado narrador de sucesos, existe una faceta poco conocida que refleja su amor por la familia y su devoción por los suyos.

Aunque Nacho es padre de dos hijos de una relación anterior, su vida sentimental dio un giro inesperado cuando conoció a la abogada penalista Bárbara Royo, con quien comparte una de las historias de amor más discretas y duraderas de la televisión.

La chispa entre ambos surgió en los platós de televisión, donde ambos compartían una pasión común: la búsqueda incansable de la verdad en los casos más mediáticos de nuestro país.

La complicidad entre el periodista y la abogada no tardó en traducirse en un romance que, aunque discreto, ha sabido mantenerse firme a lo largo de los años.

Tras atravesar una breve crisis en 2016, su relación resurgió con más fuerza y, finalmente, en 2018, decidieron casarse en una íntima ceremonia que mantuvieron en secreto.

Juntos, han formado un equipo imparable tanto dentro como fuera de los platós.

Sus aficiones

A pesar de su faceta pública como periodista y criminólogo, Nacho se reserva un espacio para sus otras grandes pasiones: el Atlético de Madrid y el turismo nacional.

En sus redes sociales es habitual verle compartir momentos de relax en las playas de Asturias o disfrutando de la Feria de Sevilla, siempre con una sonrisa y una copa de sidra en la mano.

Su amor por el equipo colchonero es casi tan profundo como su afición por recorrer las joyas ocultas de España.

Hoy, Nacho Abad sigue dejando huella no solo con sus reportajes y libros, sino también con su capacidad para equilibrar una vida profesional intensa con una vida personal plena, siempre al lado de su esposa Bárbara y disfrutando de los momentos más simples, pero significativos, con sus hijos y seres queridos.