🔥 Sueldazo de 62.500€ por la cara: La pareja de un consejero de Ayuso, sin títulos ni méritos, enchufada a dedo

Hasta 62.500 euros: los sueldos con dinero público de la pareja sin  cualificación de un consejero de Ayuso | Carabanchel net @carabanchelnet

La Comunidad de Madrid vuelve a estar en el ojo del huracán, y esta vez el foco está sobre uno de los temas que más irrita a la ciudadanía: el uso del dinero público para premiar afinidades personales en lugar de

capacidades profesionales.

Según se ha destapado recientemente, la pareja sentimental de un consejero del gobierno de Isabel Díaz Ayuso estaría ocupando un cargo público remunerado con hasta 62.500 euros anuales, a pesar de no contar

con formación académica relevante ni experiencia que justifique semejante salario.

La noticia ha desatado una auténtica tormenta mediática, no solo por la cifra escandalosa del sueldo, sino por lo que representa: una presunta red de favores personales que pone en jaque el discurso meritocrático

que tanto defiende el Ejecutivo madrileño.

Hasta 62.500 euros: los sueldos con dinero público de la pareja sin  cualificación de un consejero

Lo que más indigna es que no se trata de un caso aislado, sino de una práctica cada vez más cuestionada por la opinión pública y que empieza a adquirir tintes de sistema clientelar encubierto.

La persona beneficiada, cuya identidad no ha sido oficialmente confirmada por las instituciones pero que ha sido identificada en varios medios, mantiene una relación sentimental con un alto cargo del equipo de

Ayuso.

Su ascenso en la administración fue meteórico: en cuestión de meses pasó de ocupar funciones menores a un puesto de alta responsabilidad con retribución de directivo.

Sin oposición, sin concurso, sin currículum público verificable.

Solo con una “designación de confianza”.

Esta figura, legal pero profundamente polémica, permite a los altos cargos contratar personal sin pasar por procesos selectivos ordinarios.

Y aunque se justifica en la necesidad de rodearse de equipos afines y leales, en este caso el nombramiento huele a enchufe descarado.

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Más aún cuando fuentes internas aseguran que la persona en cuestión ni siquiera dispone de formación superior completa, ni experiencia en gestión pública, ni conocimientos técnicos relacionados con las tareas

asignadas.

Mientras tanto, desde la Comunidad de Madrid intentan minimizar el escándalo.

El propio consejero implicado ha evitado hacer declaraciones, y Ayuso ha guardado un silencio que muchos consideran ensordecedor.

Sin embargo, desde la oposición ya se han alzado voces pidiendo explicaciones urgentes y hasta dimisiones.

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“No se puede estar recortando en sanidad mientras se reparten sueldos millonarios entre amigos y parejas”, denunció un portavoz parlamentario.

Pero lo más grave no es solo el caso puntual, sino la sensación de impunidad que transmite.

Este tipo de prácticas refuerzan la idea de que en ciertas esferas del poder madrileño, la meritocracia es solo un eslogan vacío, mientras los despachos se reparten entre quienes tienen las conexiones adecuadas, no

las competencias.

El descontento ciudadano se ha hecho notar.

Hashtags como #SueldazoPorLaCara y #EnchufismoAyuso se han vuelto virales en redes, donde miles de usuarios comparten su frustración, comparando estos sueldos con los de médicos, profesores o bomberos

que trabajan bajo presión extrema con retribuciones mucho menores.

“Yo tengo dos másteres, hablo tres idiomas y gano 1.400 euros al mes.

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¿Dónde se apunta uno para ser pareja de un consejero?”, ironizaba una usuaria.

La indignación no solo se limita a los votantes de la oposición.

Incluso simpatizantes del Partido Popular han expresado su desconcierto ante el silencio de la presidenta regional, que siempre ha prometido “tolerancia cero” con el amiguismo y el despilfarro.

Pero este caso pone a prueba esa narrativa, y si no hay una reacción contundente, puede convertirse en un bumerán político de gran alcance.

A todo esto se suma la sospecha de que podría haber más casos similares ocultos bajo la alfombra, y ya se habla de que partidos como Más Madrid o el PSOE están preparando peticiones formales de acceso a

documentación interna sobre otros contratos similares.

Lo que comenzó como una denuncia mediática puntual podría derivar en una investigación mucho más amplia, y con consecuencias imprevisibles.

Este escándalo ha vuelto a poner sobre la mesa una de las preguntas más incómodas de la política española: ¿quién controla realmente el uso del dinero público? Porque mientras miles de ciudadanos luchan cada

mes por llegar a fin de mes, otros parecen vivir en una burbuja de privilegios pagada con fondos públicos, sin rendir cuentas a nadie.

Y eso, aunque legal, es una bomba moral que puede estallar en cualquier momento.