mi nombre no importa durante años mi
presencia fue invisible como lo es para
tantas de nosotras que trabajamos
puertas adentro viendo y oyendo cosas
que nadie más ve que nadie más se
atrevería a contar fui empleada de
Miriam Hernández por casi una década la
conocí en sus buenos tiempos y en sus
momentos más grises fui testigo de su
alegría y de su llanto más profundo y
cuando pensaba que todo había terminado
entre nosotras el destino me llevó
directo a una historia aún más extraña
trabajar para su nueva pareja Jorge
López todo comenzó tres meses después de
que Miriam me despidiera sin mayor
explicación
un día simplemente dijo “Gracias por
todo pero quiero estar sola por un
tiempo.” Me pagó todo lo correspondiente
incluso me dio un bono generoso pero no
me dio respuestas me fui con el corazón
apretado no por el trabajo sino porque
sabía que algo no estaba bien en su vida
estuve un tiempo sin rumbo conseguí
algunos trabajos por días pero nada
estable hasta que una mañana recibí una
llamada inesperada un número desconocido
era Jorge López sé quién eres me dijo
con voz calmada miriam te ha mencionado
antes necesito a alguien como tú puedes
venir a conversar me quedé paralizada
jorge el nuevo amor de Miriam ¿qué
querría él conmigo fui claro que fui la
curiosidad la necesidad y algo más me
empujaron a ir me recibió en una casa
nueva moderna elegante pero fría era
como esas casas que se construyen con
dinero pero sin alma jorge vestía
informal una camisa sin planchar y los
ojos hinchados como si no hubiera
dormido en días necesito ayuda” me dijo
no solo con la casa con todo esto no
pregunté más acepté el trabajo en parte
por necesidad en parte porque quería
entender qué estaba ocurriendo con
Miriam sentía que algo no había
terminado que su historia no estaba
cerrada los primeros días fueron
normales me limité a limpiar ordenar
cocinar jorge era educado casi distante
no hablaba mucho pero poco a poco fue
soltando palabras que me daban a
entender que no confiaba plenamente en
Miriam ella solía salir sin avisar me
preguntó una noche mientras bebía vino
en la cocina yo no respondí hacía tiempo
que había aprendido a no comprometerme
con comentarios que luego podrían usarse
como armas ¿sabes si tenía contacto con
otras personas de su pasado me limité a
encoger los hombros pero Jorge no se
detuvo ahí cada semana era una nueva
pregunta cada vez más personal hasta que
un día fue directo al punto ¿crees que
aún piensa en su ex ahí supe que lo que
pasaba en esa casa era mucho más
profundo
no era solo una relación que se estaba
desgastando era una guerra silenciosa
entre dos personas que habían comenzado
con pasión pero que ahora se miraban con
dudas con sospechas
miriam iba cada vez menos a la casa a
veces solo llegaba por la noche y se
encerraba en una habitación que Jorge no
pisaba ni siquiera se saludaban una vez
los escuché discutir bajito como si no
quisieran que yo oyera pero sus palabras
eran cuchillas
no puedo seguir fingiendo dijo ella
¿crees que yo sí respondió él o quieres
que vuelva a leer ese maldito diario
tuyo ahí entendí todo jorge había
encontrado algo algo escrito algo que no
estaba destinado a él algo que lo estaba
consumiendo una mañana Jorge se sentó
conmigo a desayunar no era lo habitual
nunca lo hacía llevaba ojeras y la
camisa desabotonada sus manos temblaban
ligeramente al sostener la taza de café
la amo dijo de repente pero no sé si
ella me ama a mí no sabía qué decir era
su empleada no su confidente pero algo
en él pedía a grito ser escuchado
encontré un diario no debería haberlo
leído lo sé pero estaba ahí abierto y no
pude evitarlo ¿qué decía me atreví a
preguntar él me miró largo rato luego
bajó la vista hablaba de alguien más de
un amor que nunca pudo olvidar alguien
que estuvo antes que yo alguien que ella
quiso o aún quiere se levantó y se fue
dejándome con un nudo en el estómago
porque yo sabía de quién hablaba miriam
me había hablado de él muchas veces en
sus noches de vino y melancolía
no dijo el nombre pero lo llamaba El
amor imposible alguien que no pudo
quedarse alguien que la marcó para
siempre desde entonces Jorge cambió se
volvió más seco más irritable ya no me
preguntaba cosas solo daba órdenes
pasaba horas encerrado en su oficina y
cuando salía parecía llevar encima el
peso de mil recuerdos que no eran suyos
y Miriam ella ya no era la misma cuando
llegaba no hablaba no cantaba no sonreía
parecía un alma arrastrándose por una
casa que nunca fue suya una vez me dijo
sin mirarme nunca debí mudarme aquí y se
encerró yo solo podía mirar en silencio
como esa relación se deshacía frente a
mí sin gritos sin escándalos pero con un
dolor silencioso que lo invadía todo lo
más duro fue una noche en que Jorge me
pidió que lo acompañara al estudio me
mostró una caja de cartas viejas eran de
Miriam cartas que ella nunca envió había
fechas de hace más de 10 años había
nombres que estaban tachados pero había
algo en esa letra tanta emoción tanta
verdad tanto dolor ¿ves me dijo él
señalando una de las cartas yo nunca
estuve en sus planes fui solo un
reemplazo esa noche lo vi romper una de
las cartas y llorar no como un hombre
despechado sino como un hombre que había
perdido algo que nunca fue suyo del todo
desde entonces todo ha sido silencio
miriam ya no viene Jorge ya no habla y
yo sigo aquí en esta casa llena de
secretos de sombras y de amores rotos a
veces me pregunto si hice bien al
aceptar este trabajo si tal vez no soy
más que una pieza más en esta historia
triste pero lo que sí sé es que nunca
imaginé que volvería a estar tan cerca
de ella sin siquiera verla volví pero no
a ella volví al eco de lo que una vez
fue su vida volví al lugar donde su
ausencia se siente más que su presencia
y eso duele mucho más de lo que pensé no
sé en qué momento dejé de ser solo la
empleada para convertirme en una sombra
más en esta casa una sombra que observa
que escucha que siente y que guarda
secretos jorge ya no es el mismo ni un
reflejo de lo que fue cuando lo conocí a
veces se sienta durante horas frente a
la chimenea sin decir palabra otras
veces camina de un lado a otro revisando
su celular como si esperara una llamada
que nunca llega
y Miriam ella ya no aparece no ha vuelto
desde hace más de dos semanas no da
señales no llama no pregunta y eso más
que molestarlo lo está destruyendo por
dentro yo veo como cada día Jorge se
derrumba un poco más y me duele no
porque sea mi jefe sino porque detrás de
su frialdad hay un hombre que está
viviendo un duelo sin cadáver una mañana
al entrar a la cocina lo encontré
sentado con los ojos enrojecidos
no había dormido frente a él una carta
doblada la reconocí de inmediato era de
la caja que me había mostrado días antes
aún sigue leyéndolas me atreví a
preguntar me miró sin responder solo
deslizó la carta hacia mí léela titué no
sabía si debía pero algo me empujó tomé
la carta con manos temblorosas la letra
de Miriam era inconfundible su trazo
fino firme esa carta no era para él
estaba dirigida a J no era Jorge era
otro j decía así a veces me despierto en
medio de la noche y juro sentir tu voz
llamándome
es injusto vivir cargando con la idea de
que lo nuestro nunca tuvo su momento
nunca te lo dije pero tú fuiste la única
vez que quise dejarlo todo a ti sí te
habría seguido a ti sí te habría
esperado sentí un nudo en la garganta
jorge no me miraba seguía ahí inmóvil no
era para mí ¿verdad no pude mentirle
bajé la mirada y negué con la cabeza
entonces ¿qué soy el premio de consuelo
el segundo plato no supe qué responder
porque sabía que él ya tenía la
respuesta ese día la casa quedó en un
silencio espeso jorge se encerró todo el
día yo seguí con mis labores pero no
podía dejar de pensar en lo que acababa
de leer miriam había escrito eso antes
de conocer a Jorge o quizá mientras ya
lo conocía cuánto tiempo había vivido
con ese sentimiento escondido pero lo
peor no había llegado aún esa misma
noche Jorge me llamó me pidió que le
preparara té y cuando llegué a la sala
me pidió que me sentara ¿tú sabes quién
es ese J preguntó sin rodeos me congelé
él me miraba fijamente sabía que si
decía que no mentiría y si decía que sí
abriría una puerta que quizás jamás se
cerraría
no sé respondí pero si sabía que había
alguien más miriam lo mencionaba a veces
en sus días tristes nunca decía quién
era pero hablaba de un amor imposible
algo que no terminó algo que quedó
inconcluso jorge apretó los labios ella
nunca lo superó me miraba como si
buscara a ese otro hombre en mí esa
confesión me caló porque yo también lo
había sentido a veces cuando Miriam
hablaba de Jorge lo hacía con una
tibieza extraña no era amor profundo era
más bien agradecimiento compañía
costumbre pero no pasión ¿crees que ella
me ama insistió no podía mentirle pero
tampoco podía herirlo más creo que ella
te quiso como se quiere a alguien que
llegó en un momento de soledad él
asintió cerró los ojos eso duele más que
si no me hubiera querido nunca pasaron
los días Miriam seguía sin aparecer
jorge se convirtió en un fantasma que
caminaba por la casa en silencio a veces
lo oía llorar otras gritar solo en su
oficina pero no me atrevía a entrar
hasta que un día ella volvió llegó sin
avisar llevaba gafas oscuras una bufanda
que le cubría la mitad del rostro lucía
más delgada más triste más lejana ¿está
Jorge preguntó con voz apagada sí en su
oficina no dijo más caminó hacia allá
cerraron la puerta no gritaron no
lloraron solo hablaron durante casi una
hora yo no oía nada pero el silencio
pesaba como plomo cuando salió pasó
junto a mí sin mirarme “gracias” me dijo
apenas y se fue jorge salió minutos
después pálido con los ojos rojos me
miró y fue la primera vez que lo vi
rendido “se va.” Dice que necesita
encontrarse que no puede seguir
mintiéndose a sí misma y tú yo me quedo
con lo poco que me queda de ella esa
noche Jorge me contó todo miriam le
confesó que aún pensaba en ese hombre
del pasado que nunca cerró ese ciclo que
por más que quiso entregarse a Jorge su
corazón no estaba completo ¿y sabes qué
es lo peor me dijo que no puedo odiarla
porque la entiendo todos tenemos una
herida que no cicatriza la suya tiene
nombre aunque yo nunca lo sepa desde
entonces Miriam no volvió jorge se
convirtió en una versión apagada de sí
mismo trabaja todo el día duerme poco
come apenas y yo sigo aquí viendo como
el amor se va muriendo en cámara lenta
pero esta historia aún no termina porque
hace una semana Jorge recibió una carta
una carta sin remitente la abrió delante
de mí era una foto vieja borrosa Miriam
y un hombre abrazados en un parque el
reverso decía lo que fue nunca dejó de
ser jorge se quedó helado yo también esa
letra no era de Miriam ¿quién la envió y
por qué ahora la caja de Pandora estaba
apenas abriéndose y yo estaba justo en
medio de ella el sobre era blanco sin
remitente la foto en su interior estaba
desgastada como arrancada de un álbum
olvidado en ella Miriam aparecía con una
sonrisa que yo no le había visto en años
junto a ella un hombre abrazándola con
fuerza con ternura un rostro que ni
Jorge ni yo reconocimos al instante pero
el mensaje detrás de la foto lo decía
todo lo que fue nunca dejó de ser jorge
se quedó mirando esa frase durante
minutos el temblor de sus manos decía
más que sus palabras yo mientras tanto
trataba de entender qué sentido tenía
ese mensaje ¿quién lo enviaba ¿por qué
justo ahora ¿y qué buscaban con ello ¿tú
crees que esto es de ella me preguntó
Jorge sin mirarme no respondí con
firmeza esa no es su letra y Miriam no
sería tan cruel no así entonces ¿alguien
más quiere que yo sepa quién fue él y
ahí fue cuando todo cambió gion guion
los días siguientes se convirtieron en
una especie de obsesión para Jorge llevó
la foto a ampliar la analizó con lupa
llamó a una amiga fotógrafa para ver si
podían mejorar la imagen “quiero verle
bien la cara” decía quiero saber quién
es el que me quitó lo que yo nunca tuve
del todo mientras tanto yo seguía en la
casa viendo cómo se hundía como ese
hombre elegante y frío se transformaba
en una mezcla de dolor celos y ansiedad
ya no dormía apenas comía solo vivía
para descubrir la verdad que Miriam
nunca se atrevió a decirle y entonces
llegó otra carta igual de anónima igual
de perturbadora pero esta vez no era una
foto era una hoja con apenas una línea
escrita no la busques ella ya eligió esa
frase fue una daga directa al corazón de
Jorge la leyó una y otra vez luego
rompió la hoja con rabia y la arrojó al
fuego de la chimenea ¿quién se cree que
es para decidir por mí gritó con
desesperación
yo merezco saberlo todo fue entonces
cuando tomó una decisión que yo nunca
imaginé voy a buscarlo voy a encontrar a
ese hombre ¿para qué le pregunté ¿qué
ganas con eso cerrar el círculo mirarlo
a los ojos saber por qué ella nunca pudo
amarme como a él guion guion guion
durante una semana entera Jorge
desapareció no dijo a dónde iba solo
dejó instrucciones de cuidar la casa yo
me quedé sola con un nudo en el pecho
tenía miedo de lo que pudiera encontrar
miedo de lo que pudiera hacer si
descubría la verdad pero cuando regresó
no era el mismo lo supe apenas lo vi
entrar llevaba el rostro desencajado los
ojos rojos como si hubiera llorado todo
el camino no dijo una sola palabra subió
a su habitación y no salió en todo el
día al día siguiente me llamó a su
oficina me pidió que cerrara la puerta
se sentó frente a mí tenía en la mano
una hoja doblada “lo encontré” dijo en
voz baja ¿quién es un músico se llama
Rafael tocó con ella cuando comenzaba su
carrera fueron pareja en secreto por
años nadie lo supo él la apoyó en todo
estuvieron a punto de casarse pero algo
pasó algo que lo separó ¿y qué fue jorge
miró al suelo la fama miriam despegó y
él se quedó atrás ella quiso seguir pero
él no pudo con la presión se fue se
alejó por orgullo por miedo y ella lo
esperó mucho más tiempo del que reconoce
y ahora él sigue en su vida sí volvieron
a hablar hace meses antes que yo lo
sospechara lo suyo nunca terminó solo
estaba en pausa no supe qué decir solo
lo observaba mientras hablaba con una
mezcla de dolor y aceptación y la carta
las fotos él las envió fue su forma de
advertirme de decirme que ya no había
lugar para mí ¿y tú qué harás jorge
suspiró se levantó caminó hacia la
ventana y se quedó allí mirando hacia el
jardín nada no puedo competir con un
fantasma del pasado que está más vivo
que yo en su corazón solo dejarla ir
guoche
Jorge me entregó una carta dásela y
vuelve no la leeré no quiero saber si me
recuerda con cariño o con culpa solo
entrégasela tomé la carta y la guardé y
esperé pasaron semanas luego un mes yo
ya pensaba que Miriam nunca volvería
hasta que un día sin avisar entró por la
puerta estaba más serena más tranquila
pero también más decidida él está no se
fue hace unos días dejó esto para ti le
di la carta ella la tomó pero no la
abrió se sentó en el sofá respiró hondo
“fue un buen hombre” dijo “me trató bien
pero nunca fue justo para el que yo lo
amara a medias ¿y ahora qué harás?”
“Vivir sin mentirme sin arrastrar
culpas.” Se levantó se fue sin abrir la
carta no la vi más guion guion guion hoy
han pasado ya tres meses desde aquel día
la casa sigue en silencio jorge se mudó
me ofreció irme con él pero rechacé yo
también necesitaba cerrar este ciclo y
hace apenas una semana encontré la carta
de Miriam sí la que le había dado Jorge
estaba debajo del cojín del sofá ella
nunca se la llevó nunca la leyó no tuve
el valor de abrirla la que me porque hay
palabras que es mejor no conocer lo
único que puedo decir es que esta
historia no tuvo villanos solo víctimas
del tiempo del silencio y del miedo
jorge amó con el alma a una mujer que
nunca lo amó por completo miriam intentó
rehacer su vida pero su corazón siempre
perteneció a otro y ese otro esperó
quizás demasiado ¿quién tuvo la culpa
quizá todos quizá nadie pero lo que fue
nunca dejó
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