Tamara Falcó conmociona al revelar en ‘El Hormiguero’ que durante su infancia sufrió castigos físicos por parte de sus hermanos, incluyendo a Enrique Iglesias, al confesar que “me zurraban bastante” cada vez que se chivaba a su madre, Isabel Preysler.

 

El motivo por el que a Tamara Falcó le pegaban en casa: "Me zurraban bastante"

 

Tamara Falcó ha vuelto a acaparar titulares tras su impactante confesión en el plató de El Hormiguero, donde sorprendió a Pablo Motos y al público al hablar sin filtros sobre uno de los aspectos más desconocidos y delicados de su infancia: los castigos físicos que recibía en casa cuando se peleaba con sus hermanos.

Una declaración que, lejos de parecer anecdótica, deja entrever una infancia con claroscuros, marcada por la rivalidad entre hermanos, una educación estricta y un entorno familiar tan carismático como exigente.

La marquesa de Griñón, que siempre ha proyectado una imagen pública elegante y serena, reveló que cuando era niña solía “chivarse” de lo que hacían sus hermanos para ganarse el favor de su madre, Isabel Preysler.

Sin embargo, esta estrategia de supervivencia no salía gratis: “Me beneficiaba en algunas cosas, pero luego me zurraban bastante”, confesó entre risas, aunque dejando traslucir que aquellas vivencias no fueron tan divertidas en su momento.

Fue una frase que provocó un silencio tenso en el plató, rápidamente roto por la empatía de Motos y la risa nerviosa del público, conscientes de estar ante una revelación inesperada.

 

El motivo por el que a Tamara Falcó le pegaban en casa: "Me zurraban bastante"

 

El momento más llamativo llegó cuando recordó una escena con sus hermanos Julio José e incluso Enrique Iglesias, con quien la relación durante la infancia no fue precisamente fácil.

Tamara narró cómo un día subió corriendo a contarle a su madre que sus hermanos estaban disparando a los periodistas desde el piso de arriba con pistolas de paintball.

La reacción fue inmediata: “Me chivaba todo el rato. Enrique me pegaba de todas formas, así que… que se fastidie”, dijo, provocando una mezcla de carcajadas y sorpresa por el tono directo con el que trató un asunto tan delicado.

Más adelante, añadió que Enrique, en una ocasión, llegó a hacerle daño físicamente: “Me levantó el muslo de un pellizco”, reveló, dando detalles que evidencian un ambiente familiar donde la violencia entre hermanos no era excepcional.

Aunque lo relató con humor y sin intención de señalar ni victimizarse, el público interpretó que esa infancia, en una casa mediática y llena de personalidades fuertes, no fue precisamente un cuento de hadas.

La referencia constante a “las zurras” no pasó desapercibida y generó una oleada de comentarios en redes sociales, donde muchos recordaron su propia infancia y agradecieron que alguien como Tamara se atreviera a tocar estos temas con tanta naturalidad.

 

Tamara Falcó reveló qué le dijo su hermano Enrique Iglesias al enterarse de su escandalosa separación - LA NACION

 

Estas declaraciones llegan en un momento clave de la vida de Tamara. Desde su boda con Íñigo Onieva en julio de 2023, tras una sonada reconciliación después de una infidelidad pública, la marquesa ha ido mostrando una imagen más madura y profunda.

Dejó atrás la frivolidad con la que algunos sectores la retrataban y ha optado por un discurso más humano, reflexivo y personal.

Esta evolución ha calado en el público, que ahora la percibe como una figura con la que se puede empatizar, más allá de su estatus social o su linaje aristocrático.

La infancia de Tamara no fue precisamente tranquila. Hija de Isabel Preysler y Carlos Falcó, creció en una familia marcada por los focos, los divorcios y la presión mediática.

Con hermanos mayores como Julio José y Enrique, ambos famosos por sus carreras musicales internacionales, Tamara tuvo que forjarse una personalidad a medio camino entre la discreción y el carácter fuerte.

En este contexto, no sorprende que haya desarrollado estrategias para destacar o defenderse, aunque eso implicara delatar a sus hermanos y luego soportar las consecuencias físicas.

 

Enrique Iglesias y Tamara Falcó comparten anécdotas de su infancia

 

En El Hormiguero, Tamara también dejó entrever que, a pesar de todo, guarda un gran cariño hacia sus hermanos y su madre. No hay rencor, solo una mirada adulta sobre lo que fue una infancia agitada, llena de contrastes.

“Era la favorita de mamá”, bromeó con cierta picardía, dejando claro que incluso en los momentos duros, sabía cómo navegar en ese entorno de tensiones y afectos.

El testimonio ha sido muy comentado y ha abierto un debate sobre los castigos físicos en la infancia, un tema que sigue siendo tabú en muchos hogares españoles.

Mientras algunos aplauden la valentía de Tamara por hablar abiertamente, otros critican que se haya normalizado un tipo de educación que, aunque frecuente en otras épocas, hoy es inaceptable.

Pero más allá del juicio social, lo que destaca es la capacidad de Tamara para reírse de su pasado, para contar su historia sin dramatismos y con una naturalidad desarmante.

 

El cariñoso abrazo de Enrique Iglesias a Ana Boyer en su concierto

 

En redes sociales, la reacción ha sido inmediata. Muchos usuarios han compartido sus propias experiencias similares, mientras otros han elogiado la manera en que Tamara ha sabido construir una imagen pública sólida sin renunciar a su verdad.

Ya no es solo la hija de Preysler ni la mujer de Onieva: es una figura mediática por derecho propio, con voz y con historia.

Con cada aparición pública, Tamara Falcó demuestra que no es solo una aristócrata convertida en influencer, sino una mujer que ha sabido reinventarse, adaptarse y abrirse al público desde la sinceridad.

Su intervención en El Hormiguero no solo sirvió para entretener, sino también para mostrar que todos, incluso los que parecen tenerlo todo, guardan en su interior relatos que merecen ser contados. Y ella, con elegancia y valentía, está aprendiendo a contarlos.