Alma Cortés Bollo, hija de la conocida televisiva Raquel Bollo, está atravesando uno de los momentos más difíciles de su vida.

Con tan solo 25 años, y siendo madre de dos hijos, su salud se ha visto seriamente afectada desde que dio a luz por segunda vez en el verano de 2024.

Desde entonces, Alma ha encadenado diversos problemas médicos que la han llevado a pasar largas temporadas en el hospital, incluyendo un ingreso reciente que ha provocado su desesperación y un fuerte estallido en redes sociales.

A través de sus historias en Instagram, Alma no ha dudado en compartir con sus seguidores el calvario que vive, bajo el título contundente: “Nuevamente metida en un hospital”.

Durante estos meses, Alma ha tenido que enfrentarse a la maternidad de dos hijos sin la compañía constante de su pareja, lo que ha añadido una carga emocional y física muy pesada a su día a día.

Ella misma relata: “De verdad hay veces que siento que no puedo más… Creo que mi cuerpo ya me ha mandado muchas señales y está petando por completo”.

El cambio radical en su vida, desde mudarse de ciudad hasta enfrentarse a las obras en la nueva casa, ha sido una fuente constante de estrés.

Además, la búsqueda exhaustiva y complicada de colegio para su hija Jimena la ha llevado “por la calle de la amargura”, aunque finalmente pudo resolverlo el pasado viernes.

Adaptarse a esta nueva vida con dos niños no ha sido fácil.

Alma tuvo que hacerlo sola, lejos de su pareja, y con un bebé menor de un año que presenta una “mamitis horrenda”, lo que significa que está completamente enganchado al pecho.

Esta situación ha provocado meses de noches sin descanso, en las que Alma ha tenido que mantenerse fuerte para afrontar cada día y dar lo mejor de sí a sus hijos.

Afortunadamente, su trabajo en redes sociales y su propio negocio le permiten cierta flexibilidad, ya que puede trabajar desde casa.

Sin embargo, esto no ha significado que su vida sea más tranquila.

Al contrario, Alma ha vivido entre tres ciudades: Sevilla, Madrid y Algeciras, viajando constantemente para poder estar cerca de su pareja al menos dos días cada fin de semana.

Este ritmo agotador ha hecho que Alma pase más tiempo en hospitales que en su propia casa.

No solo ha acudido a urgencias, sino que ha tenido que ser ingresada en varias ocasiones.

Su último ingreso fue especialmente duro, ya que la medicación fuerte que le administraron para tratar una infección y una neuralgia diagnosticada le provocó el corte de la producción de leche materna.

Esto la obligó a iniciar un destete prematuro, algo que no estaba preparada para afrontar y que le causó mucho malestar y culpabilidad.

La situación ha afectado profundamente la infancia de su pequeño, condicionada por la fuerte medicación que Alma ha tenido que tomar.

En sus redes sociales, Alma no ha ocultado su verdad ni sus sentimientos.

Ha dejado claro en qué punto de su vida se encuentra y cómo necesita un cambio urgente.

“Podría seguir escribiendo mil cosas, pero la conclusión es: ¡QUE NO PUEDO MÁS!”, ha expresado con sinceridad.

Alma necesita estar bien, recuperar su salud y volver a ser ella misma, sin tener que estar medicada semana sí, semana no.

Lo más importante para ella es estar bien por sus hijos y por las personas que la rodean cada día.

Este grito de auxilio ha conmovido a sus seguidores, quienes le han mostrado su apoyo y comprensión ante esta dura etapa.

La historia de Alma es un reflejo de las dificultades que muchas madres enfrentan en silencio, luchando contra problemas de salud mientras intentan cumplir con sus responsabilidades familiares y profesionales.

Su testimonio invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar la salud mental y física, especialmente en momentos tan exigentes como la maternidad.

Además, pone en evidencia la necesidad de contar con redes de apoyo sólidas para que las mujeres no tengan que atravesar estas pruebas solas.

Alma Bollo, a través de su valentía y transparencia, está dando voz a muchas mujeres que se sienten igual de agotadas y desbordadas.

Su historia no solo genera interés y empatía, sino que también abre un espacio para hablar sin tabúes sobre los retos reales que implica ser madre joven y enfrentarse a problemas médicos serios.

Mientras Alma continúa su proceso de recuperación, sus seguidores esperan verla pronto recuperada y disfrutando plenamente de su familia.

Su lucha es un ejemplo de fortaleza y determinación que inspira a muchos.

Sin duda, este capítulo en la vida de Alma Bollo es solo una parte de su historia, y muchos están atentos a su evolución y a las futuras noticias que comparta.

Porque detrás de cada imagen perfecta en redes sociales, hay una realidad que merece ser escuchada y comprendida.

Y Alma ha decidido contarla sin filtros, con la esperanza de que su experiencia sirva para ayudar a otras mujeres en situaciones similares.