La influencer brasileña Juliana Marins, de 26 años, falleció trágicamente tras caer por un barranco durante una excursión en el volcán Rinjani en Indonesia, lo que desató fuertes críticas por la lentitud del rescate y el dolor de su familia que ahora exige justicia.

En un trágico giro de los acontecimientos, la influencer brasileña Juliana Marins, de tan solo 26 años, ha fallecido tras un fatídico accidente en el volcán Rinjani, ubicado en la isla de Lombok, Indonesia.

Su cuerpo fue hallado después de varios días de intensas búsquedas, lo que ha suscitado una ola de indignación y tristeza entre sus seguidores y familiares.

Juliana, conocida por su carisma y su popular canal de YouTube “Salseando con Laura”, donde compartía contenidos sobre estilo de vida y aventuras, desapareció durante una excursión el pasado sábado.

Los informes indican que se encontraba disfrutando de una de las rutas más emblemáticas del volcán, un destino turístico muy popular por sus impresionantes vistas panorámicas y su belleza natural.

Sin embargo, su aventura se tornó en tragedia cuando cayó por un barranco, lo que llevó a un despliegue de operaciones de rescate que, lamentablemente, fueron criticadas por su ineficacia.

La familia de Juliana ha expresado su profundo descontento por la lentitud en las labores de rescate, afirmando que la vida de su hija podría haberse salvado si el equipo de rescate hubiera llegado a tiempo.

En una emotiva publicación en Instagram, donde cuenta con más de un millón de seguidores, los familiares de Juliana denunciaron la grave negligencia del equipo de rescate, alegando que, según estimaciones, su vida podría haber sido salvada si se hubiera actuado dentro de un tiempo razonable de siete horas.

“Juliana merecía mucho más. Ahora buscaremos justicia por ella, porque es lo que se merece”, escribieron, resonando el dolor de una familia que se siente impotente ante la pérdida.

El cuerpo de Juliana fue localizado gracias a un dron, pero las condiciones climáticas adversas y el terreno complicado dificultaron los esfuerzos para recuperarlo.

Finalmente, los rescatistas lograron acceder a su cuerpo el martes por la noche, y la evacuación se realizó al día siguiente.

La autopsia, que se llevará a cabo en Bali, se espera que determine la causa y el momento exacto de su fallecimiento, lo que ha mantenido a sus seguidores y a la comunidad en vilo.

Los reportes iniciales sugieren que se escucharon gritos de Juliana tras su caída, lo que ha generado especulaciones sobre la posibilidad de que estuviera viva horas después del accidente.

Sin embargo, un dron detectó que no se movía el lunes, lo que dejó a las autoridades locales con la difícil tarea de explicar la demora en la evacuación.

La vicegobernadora de Nusa Tenggara Occidental, Indah Dhamayanti Putri, comentó que se buscaba la opción más cercana para realizar la autopsia, enfatizando la urgencia de determinar la hora de la muerte.

El trágico desenlace de Juliana ha tocado los corazones de muchos, no solo por su joven edad y su prometedora carrera, sino también por la forma en que su vida se apagó en un lugar que debería haber sido un escenario de aventura y belleza.

La isla de Lombok, conocida por sus playas idílicas y paisajes verdes, ha visto un aumento en el turismo, con muchos visitantes ansiosos por escalar el monte Rinjani.

Sin embargo, esta tragedia pone de relieve la necesidad de mejorar las medidas de seguridad y rescate en áreas de difícil acceso, especialmente en un entorno natural que puede ser tan peligroso como hermoso.

La comunidad de seguidores de Juliana, que la apoyaron en cada paso de su carrera, ahora se enfrenta a la dura realidad de su ausencia. En sus redes sociales, los tributos han comenzado a fluir, con mensajes de condolencias y recuerdos de su alegría y entusiasmo por la vida.

Sus seres queridos han agradecido a los voluntarios que se unieron en la búsqueda y recuperación de su cuerpo, destacando la importancia de la solidaridad en momentos de crisis.

La muerte de Juliana Marins no solo es una pérdida devastadora para su familia y amigos, sino también para todos aquellos que la admiraban y se inspiraban en su trabajo.

La influencer había logrado construir una comunidad vibrante en línea, donde compartía no solo su vida, sino también su pasión por la exploración y el descubrimiento. Su trágico final es un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de valorar cada momento.

Mientras se llevan a cabo las investigaciones y se espera la autopsia, la familia de Juliana continúa buscando respuestas y justicia.

La historia de Juliana Marins es una que resonará en los corazones de muchos, instando a una reflexión sobre la seguridad en las aventuras al aire libre y el valor de la vida.

La comunidad de influencers y seguidores se une en un luto colectivo, recordando a una joven que, aunque su vida fue breve, dejó una huella imborrable en el mundo digital y en las vidas de quienes la conocieron.