A los 81 años, Diana Ross ha decidido finalmente revelar la verdad sobre su relación con Michael Jackson, un vínculo complejo y enigmático que se mantuvo en secreto durante más de cinco décadas.

Esta historia no es la típica narración de amor o amistad, sino un entramado de afectos profundos y silenciosos que moldearon la vida de uno de los artistas más icónicos del siglo XX, y que permanecieron ocultos tras la fama y el brillo del escenario.

Michael And Diana's Supreme HIStory – Michael Jackson World Network

La primera vez que Michael Jackson conoció a Diana Ross fue cuando él tenía apenas nueve años, en un evento de Motown.

En ese momento, Michael era un niño tímido y nervioso, rodeado de adultos con expectativas y miradas críticas.

Sin embargo, fue Diana quien se acercó a él, lo llamó “cariño” y le brindó una mirada llena de comprensión y ternura, sin lástima ni condescendencia.

Para Michael, esa fue la primera vez que alguien le dio permiso para brillar, para ser él mismo en un mundo que constantemente le exigía convertirse en alguien distinto.

 

Diana Ross, ya una estrella consolidada y considerada la reina de Motown, se convirtió para Michael en una figura maternal, hermana y amante, una combinación difícil de definir pero que representaba su refugio emocional.

Esta relación peculiar trascendió los límites convencionales y se mantuvo en un delicado equilibrio, consciente de las diferencias de edad, estatus y contexto social.

 

Durante años, Michael y Diana compartieron momentos que pocos conocieron.

En 1978, protagonizaron juntos la película “The Wiz”, una adaptación afroamericana del Mago de Oz.

Michael Jackson named Diana Ross as guardian to children
Aunque la película no fue un éxito comercial, para ellos significó la oportunidad de pasar tiempo juntos, compartir confidencias y fortalecer un vínculo que iba más allá de lo profesional.

 

Un detalle que generó susurros en el equipo de filmación fue que Michael invitó a Diana a pasar la noche en el apartamento que había alquilado durante el rodaje.

Este gesto íntimo, inusual para dos celebridades en ese entorno, alimentó las especulaciones sobre la naturaleza de su relación.

Sin embargo, ni Diana ni Michael hablaron públicamente sobre ello, manteniendo el respeto y la discreción que siempre caracterizaron su vínculo.

 

Diana Ross no solo fue una mentora en el ámbito artístico, enseñándole a Michael a manejarse frente a las cámaras, a sonreír en el momento adecuado y a controlar su voz temblorosa, sino que también fue una figura fundamental en su desarrollo personal.

Michael absorbió de ella no solo técnicas de interpretación, sino también la manera de ser una persona auténtica bajo la presión constante de la fama.

 

A lo largo de su carrera, se notaba un toque de Diana en su forma de estar y de expresarse, un legado invisible que lo acompañó incluso en sus momentos más oscuros.

Para Michael, Diana fue un faro de luz en medio de la soledad que a menudo lo acompañaba.

Diana Ross on Michael Jackson's death | The Week

En 1982, en una entrevista que sorprendió a muchos, Michael Jackson habló abiertamente sobre su amor por Diana Ross.

Con una voz profunda y temblorosa, confesó que la amaba y que si pudiera, se casaría con ella sin dudarlo.

Este comentario, hecho en una época donde las diferencias de edad y la discriminación racial eran barreras significativas, reflejaba la sinceridad y valentía del joven artista.

 

Sin embargo, esta declaración no fue tomada en serio por todos.

Algunos la consideraron un capricho o una exageración, mientras que para otros fue el acto más valiente de Michael, quien finalmente se atrevió a nombrar un sentimiento que había guardado en silencio desde niño.

 

Cuando Diana Ross decidió casarse con el empresario noruego Arne Naes Jr. a mediados de los años 80, Michael no asistió a la boda.

La invitación, una simple tarjeta blanca, fue para él un recordatorio doloroso de un amor imposible.

A pesar de la felicidad de Diana, Michael guardó silencio, evitando felicitarla y sumergiéndose en un periodo de retiro emocional.

Diana Ross defends Michael Jackson after Leaving Neverland backlash |  Featured - Music Crowns

Sus allegados relatan que Michael vivió esos días con una tristeza profunda, evitando mencionar a Diana y mostrando una melancolía que solo quienes lo conocían realmente podían entender.

Para Michael, Diana seguía siendo la mujer que amó en secreto, la figura que nunca pudo tener pero que nunca dejó de amar.

 

Michael Jackson expresó en varias ocasiones que la música era el lugar donde escondía sus emociones más profundas, los dolores y afectos que no se atrevía a nombrar.

Dos de sus canciones más emblemáticas, “Dirty Diana” y “Remember the Time”, han sido interpretadas por muchos como reflejos de su relación con Diana Ross.

 

“Dirty Diana” muestra una ira contenida y una lucha interna, mientras que “Remember the Time” evoca recuerdos dulces y nostálgicos de un amor pasado.

La coincidencia de que Michael registrara los derechos de “Dirty Diana” el mismo día de la boda de Diana Ross ha alimentado aún más las especulaciones sobre el significado oculto detrás de estas canciones.

 

La relación entre Diana Ross y Michael Jackson es un relato de afectos profundos, silencios y límites no cruzados.

Diana Ross Supports Michael Jackson, Calls Him 'A Magnificent Incredible  Force'
No fue una historia de amor convencional, pero sí una conexión que marcó la vida de ambos de manera indeleble.

Diana fue para Michael una madre, una hermana y una amante en una sola persona, un refugio en un mundo lleno de exigencias y soledad.

 

Aunque nunca se concretó en una relación pública o formal, este vínculo influyó en la música, en la personalidad y en el corazón del rey del pop.

Hoy, al revelar Diana Ross esta verdad a sus 81 años, el mundo puede entender un poco más la complejidad detrás de la leyenda y el hombre.

 

La historia de Diana Ross y Michael Jackson nos recuerda que detrás de la fama y el glamour existen emociones humanas universales: amor, pérdida, admiración y dolor.

Nos invita a mirar más allá de las luces del escenario y comprender las vidas privadas de quienes parecen inalcanzables.

 

Este relato también subraya la importancia de la empatía y la comprensión hacia aquellos que luchan con sus sentimientos en silencio.

Michael Jackson, con su talento inigualable y su vulnerabilidad oculta, encontró en Diana Ross no solo una estrella, sino un alma gemela que lo acompañó en su camino.

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