Joan Manuel Serrat, nacido el 27 de diciembre de 1943 en el humilde barrio barcelonés de Pobles Sec, es mucho más que un cantautor; es la voz de una generación, un puente entre la poesía y la melodía, entre el corazón y la conciencia.

Durante más de seis décadas, su música ha dejado una huella imborrable en la música hispana, marcando la cultura y el pensamiento de varias generaciones.

Joan Manuel Serrat - Wikipedia, la enciclopedia libre
A sus 80 años, y tras cerrar con elegancia su gira de despedida, Serrat ha dado un mensaje claro a sus seguidores: mirar hacia adelante sin melancolía.

 

La infancia de Serrat estuvo marcada por la sencillez y las carencias.

Creció en una familia obrera: su padre trabajaba en una compañía de gas y su madre era costurera.

Desde pequeño, enfrentó silencios y soledad, condiciones que moldearon su sensibilidad única y le dieron las herramientas para transformar el dolor en arte.

A los 12 años fue enviado a la Universidad Laboral de Tarragona, un internado riguroso donde estudió minería industrial.

Allí, lejos de su hogar, la música se convirtió en su refugio y en la forma de canalizar sus emociones más profundas.

 

Su niñez no fue un capítulo oscuro, sino un tiempo de descubrimiento donde nacieron los valores, la mirada crítica y la sensibilidad que definirían su música para siempre.

Serrat mismo ha dicho que la riqueza más grande que recibió fue el ejemplo de sus padres.

Joan Manuel Serrat se despide de los escenarios - Forbes España

En 1965, mientras estudiaba ingeniería industrial, debutó en el programa Radioscope de Radio Barcelona, donde Salvador Escamilla le dio su primera gran oportunidad.

Su primer concierto tuvo lugar en el Teatre Esplugas de Llobregat, marcando el inicio de una carrera que revolucionaría la música en lengua catalana y española.

 

Serrat se convirtió en uno de los máximos exponentes de la Nova Cançó, un movimiento cultural que, en plena dictadura franquista, apostaba por mantener viva la cultura catalana a través del arte.

Su voz no solo cantaba, también resistía.

En 1968 protagonizó uno de los actos más valientes de su carrera al renunciar a representar a España en Eurovisión porque no le permitieron cantar en catalán, gesto que le valió el respeto eterno de sus seguidores.

 

Serrat cantó tanto en catalán como en español, enfrentando críticas de ambos lados.

Para algunos seguidores de la Nova Cançó, su salto al castellano fue visto como una traición, pero él defendió con firmeza que el español también era su lengua materna.

Su postura siempre fue coherente: defender sus raíces sin renunciar a su identidad múltiple.

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Este compromiso se evidenció en momentos clave, como cuando defendió públicamente a la cantante francesa Josiane Jos durante la dictadura, o cuando en sus conciertos respondía con serenidad pero firmeza a quienes le pedían que cantara solo en catalán.

Serrat pidió respeto para su espectáculo y su forma de expresión, mostrando un cansancio profundo hacia las imposiciones.

 

La censura franquista intentó silenciarlo: sus canciones fueron mutiladas en España y su música retirada de las emisoras.

Sin embargo, esta represión lo impulsó a consolidarse como una voz libre fuera de España, especialmente en América Latina, donde su música encontró un eco poderoso en países como Argentina, Uruguay y Chile.

 

En 1971 lanzó el álbum “Mediterráneo”, considerado por muchos su obra maestra, que incluye canciones emblemáticas como “Aquellas pequeñas cosas”.

Este disco se mantuvo durante casi un año entre los más vendidos en España, a pesar de la censura.

 

Durante su exilio en México, ofreció conciertos modestos para mantenerse cerca del público y siguió activo interpretando poemas y canciones de otros autores, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y coherencia artística.

Joan Manuel Serrat dice adiós a los escenarios - Los Angeles Times

A lo largo de su vida, Serrat enfrentó silenciosas batallas personales, especialmente relacionadas con su salud.

En 2001 sufrió un infarto que lo obligó a detener un concierto y someterse a una cirugía de urgencia.

En 2004 le detectaron cáncer, que fue tratado a tiempo, y en los años siguientes enfrentó otras intervenciones quirúrgicas por recurrencias de la enfermedad.

 

A pesar de estos desafíos, Serrat siempre mostró una actitud de templanza y lucidez, convirtiendo cada prueba en una manifestación de su fortaleza interior.

Su lucha contra el cáncer es un testimonio de resiliencia que ha inspirado a muchos.

 

En 2022, Joan Manuel Serrat decidió cerrar su carrera musical con la gira “El vicio de cantar 1965-2022”.

Esta despedida fue pensada como un acto de gratitud hacia su público, una manera de decir adiós en persona y con dignidad, sin que fuera la enfermedad o el cansancio quienes decidieran su retiro.

 

El confinamiento por la pandemia de COVID-19 y la caída de su amigo Joaquín Sabina en 2020 influyeron en su decisión.

Singer-songwriter Joan Manuel Serrat wins Princess of Asturias Award for  the Arts
Serrat expresó que quería elegir cuándo y cómo retirarse, manteniendo siempre su coherencia y autenticidad.

 

Joan Manuel Serrat no solo es recordado por su música, sino también por su honestidad, su compromiso cultural y su capacidad para transformar lo cotidiano en poesía.

Su voz, acompañada muchas veces solo por una guitarra y una luz tenue, tocó el alma de millones.

 

Canciones como “Mediterráneo” y “Penélope” siguen siendo himnos que trascienden generaciones y fronteras.

Serrat logró convertir su arte en un vehículo de identidad, dignidad y resistencia.

 

Joan Manuel Serrat es un ejemplo de cómo un artista puede mantenerse fiel a sus principios y a su verdad a lo largo de toda una vida.

Su historia es una oda a la resiliencia, la coherencia y la pasión por la música y la cultura.

 

A sus más de 80 años, Serrat mira atrás con serenidad, agradecido por la vida que ha vivido, el amor de su familia y el cariño de su público.

Su música seguirá viva en la memoria y el corazón de quienes crecieron con ella, un legado que nadie podrá borrar.

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