Amaya Uranga es una de las voces más reconocibles y prodigiosas de la música hispanoamericana, especialmente destacada durante las décadas de los setenta, ochenta y noventa.

Su talento y carisma la convirtieron en la voz líder del grupo Mocedades, una agrupación que marcó un antes y un después en la música popular española y que logró reconocimiento internacional gracias a su estilo único y a canciones inolvidables como “Eres tú”.

Qué fue de Amaya Uranga, del éxito de "Mocedades" a renegar del grupo que  le llevó a las mieles del éxito
Pero, ¿qué pasó con Amaya Uranga y cómo fue su carrera después de Mocedades? En este artículo exploramos la vida, trayectoria y legado de esta gran artista vasca.

 

María Itziar Amaya Uranga Amézaga nació en 1947 en la ciudad de Bilbao, en el País Vasco, España.

Fue la mayor de nueve hermanos en una familia con una gran afición musical.

La música estaba presente en su vida desde muy temprano, ya que su padre, maestro y amante de la tradición vasca, les enseñó a cantar a todos sus hijos.

Amaya desarrolló su prodigiosa voz en los coros escolares y aprendió a tocar la guitarra gracias a una tía llamada “La Valentina”.

 

Desde niña, la música fue algo innato para Amaya y sus hermanos.

Juntos formaron el trío “Las Hermanas Uranga”, donde Amaya no solo cantaba, sino que también tocaba la guitarra.

Amaya Uranga "Cantante" - YouTube
Aunque inicialmente Amaya tenía otros planes para su vida —quería ser enfermera, doctora o azafata— la música terminó siendo su verdadera vocación.

 

A finales de los años 60, Amaya junto a sus hermanos Izaskun y Estíbaliz, y otros amigos, formaron un grupo llamado “Voces y Guitarras”.

Este grupo interpretaba canciones de diversas partes del mundo, aprovechando sus voces potentes y armoniosas.

En 1968, un productor llamado Juan Carlos Calderón escuchó una de sus muestras y les dio el visto bueno, aunque les cambió el nombre a “Mocedades”.

 

Mocedades se caracterizó por su imagen recatada y sobria, y por interpretar un folklore moderno con gran maestría.

Su estilo combinaba la tradición musical española con influencias internacionales, lo que les permitió conectar con un público amplio y diverso.

 

El verdadero despegue de Mocedades llegó en 1973 cuando participaron en el Festival de Eurovisión con la canción “Eres tú”, interpretada por Amaya Uranga como voz principal.

Aunque no ganaron el certamen —quedaron en segundo lugar— la canción se convirtió en un éxito mundial, recorriendo países y conquistando a millones de oyentes.

Amaya Uranga está Ahora casi 80 Años y Cómo Vive es Triste - YouTube
“Eres tú” no solo fue un himno para Mocedades, sino que también catapultó a Amaya como una de las voces más emblemáticas de la música española.

 

Amaya siempre ha sido una cantante humilde y reservada, confesando que en sus inicios sentía vergüenza al cantar, a pesar de su sentido del humor y carisma.

Para ella, las letras de las canciones son esenciales, y en varias ocasiones se negó a interpretar temas con los que no estaba de acuerdo.

 

Con el paso de los años, Mocedades sufrió varios cambios en su alineación.

En 1972, Sergio Blanco y Estíbaliz Uranga dejaron el grupo para seguir carreras por separado, lo que llevó a una evolución gradual en el estilo musical de la agrupación, inclinándose más hacia el pop y la balada.

 

Durante los años siguientes, Mocedades lanzó varios éxitos además de “Eres tú”, como “Tómame o déjame”, “La otra España”, “Secretaria”, “Amor de hombre” y “Con la tierra a sus espaldas”, entre otros.

Amaya se mantuvo como la voz principal y figura central del grupo, participando en conciertos, giras y grabaciones que consolidaron la fama de la banda.

Muere a los 60 años Ana Bejerano, la solista de Mocedades que sustituyó a Amaya  Uranga

A finales de 1984, después de muchos años al frente de Mocedades, Amaya Uranga decidió apartarse del grupo para buscar un poco de reposo y dedicarse a asuntos familiares y personales.

Fue una decisión importante que marcó un cambio en su vida artística, pero no significó un alejamiento total de la música.

 

En 1986, Amaya lanzó su primer álbum como solista titulado “Volver”, un trabajo más tranquilo y enfocado en boleros y versiones de diferentes autores.

Su calidad vocal y su estilo interpretativo conquistaron nuevamente al público y la crítica.

 

Durante la última parte de la década de los 80 y principios de los 90, Amaya trabajó con destacados compositores, entre ellos el mexicano Armando Manzanero, quien colaboró en su disco “Seguimos juntos”.

Esta etapa consolidó su carrera como solista y le permitió explorar nuevos géneros y estilos.

 

Más adelante, Amaya aceptó la invitación de su hermano y antiguos compañeros de Mocedades para formar un nuevo grupo llamado “El Consorcio”.

Allende Blanco, hija de Sergio y Estíbaliz: "Las comparaciones con mi tía, Amaya  Uranga, están perdidas de antemano. Es una diosa"
Este conjunto estaba integrado por Amaya, Iñaki y Estíbaliz Uranga, Sergio Blanco y Carlos Zubiaga.

Con “El Consorcio”, Amaya volvió a la escena musical con gran éxito, obteniendo incluso un Grammy Latino en la categoría de excelencia musical.

 

A pesar de los años y de los cambios en la industria musical, Amaya Uranga ha mantenido su vigencia gracias a su voz única y su capacidad para adaptarse sin perder su esencia.

En entrevistas, Amaya ha expresado que la música es su forma de expresarse y que no siente que haya llegado a su máximo esplendor, sino que sigue en constante crecimiento.

 

Ella también se muestra orgullosa de su edad y de su cabello canoso, símbolos de una trayectoria llena de experiencias y aprendizajes.

Amaya considera que la música es su salvación y que el éxito de sus canciones radica en la manera en que las interpreta.

 

Aunque ya no forma parte de Mocedades, el gran público sigue recordando con cariño su voz dulce y melodiosa, que conquistó el corazón de miles de personas alrededor del mundo.

Amaya Uranga (@amaya_uranga) / X

Amaya Uranga es un ejemplo de talento, perseverancia y humildad.

Su voz ha sido la banda sonora de varias generaciones y su carrera, tanto en Mocedades como en solitario y en El Consorcio, ha dejado una huella imborrable en la música española e hispanoamericana.

 

Su historia es también la de una mujer que supo equilibrar la vida personal con la artística, tomando decisiones valientes para buscar su bienestar sin renunciar a su pasión por la música.

Hoy, Amaya sigue siendo una figura respetada y admirada, símbolo de la música popular española y de la capacidad de reinventarse sin perder la esencia.

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