Recientemente, un evento económico y empresarial reunió a varias figuras polémicas del panorama político y mediático español.

Entre los asistentes destacaron personajes como Javier Milei, Iván Espinosa de los Monteros, Albert Rivera y Esperanza Aguirre.

Un grupo que, según muchos, representa las mentes pensantes y los grandes referentes del siglo.

Sin embargo, la ausencia de voces críticas y la presencia de discursos controvertidos dejaron una sensación inquietante.

El evento, que llegó a costar hasta 700 euros por entrada, prometía debates sobre economía, política y criptomonedas.

Pero lo que realmente llamó la atención fue la intervención de Buenafuente, quien no dudó en dejar en ridículo a Iker Jiménez y a toda la llamada “fachosfera”.

Durante su participación, Buenafuente criticó duramente las contradicciones y la hipocresía de muchos ponentes.

Por ejemplo, denunció que mientras se quejaban de los impuestos, algunos de ellos disfrutaban de privilegios y beneficios fiscales en paraísos como Andorra.

Además, cuestionó la credibilidad de ciertos “gurús económicos” que han hecho predicciones fallidas sobre la economía española.

Un claro ejemplo fue la referencia a Javier Milei y su recomendación de inversión en Libra, una criptomoneda que actualmente está bajo investigación por presunta estafa.

Buenafuente no dudó en señalar las incoherencias de estos personajes, que se autodenominan patriotas pero que en realidad actúan en beneficio propio.

En medio de todo este escenario, apareció Iker Jiménez con una conferencia titulada “Crisis de los medios de comunicación en España y la pérdida de credibilidad”.

El presentador, conocido por su enfoque en fenómenos paranormales y teorías conspirativas, se convirtió en el blanco de las críticas.

Buenafuente ironizó sobre la presencia de Jiménez, sugiriendo que su discurso parecía más una excusa para evadir la realidad que una aportación seria al debate.

Además, se refirió a la “fachosfera”, ese colectivo de creadores de contenido de extrema derecha que difunden desinformación y atacan a grupos vulnerables como los pensionistas.

Según Buenafuente, estos grupos representan un lastre para el avance del país y contribuyen a la polarización social.

También habló sobre la privatización de la sanidad pública, un tema que generó gran controversia durante el evento.

Recordó cómo Esperanza Aguirre, única mujer presente, llevó adelante un plan de privatización que, aunque criticado por muchos ciudadanos, favoreció a grandes multinacionales.

El comediante y presentador destacó que estas políticas han provocado la reducción de médicos en Madrid y el cierre de servicios básicos, afectando gravemente la calidad asistencial.

Asimismo, denunció que los últimos consejeros de sanidad de la Comunidad de Madrid ahora ocupan cargos en empresas privadas de medicina, lo que sugiere un conflicto de intereses.

El evento también contó con la participación de economistas como Daniel Lacalle y Juan Rallo, cuyas predicciones han sido cuestionadas por la realidad económica actual.

Buenafuente no dudó en poner en evidencia la falta de fundamento de sus pronósticos y la desconexión con las necesidades reales del país.

En definitiva, este congreso dejó al descubierto muchas contradicciones y situaciones que merecen una reflexión profunda.

Buenafuente, con su estilo directo y sarcástico, se convirtió en la voz crítica que muchos esperaban escuchar.

Su intervención no solo ridiculizó a Iker Jiménez, sino que también puso en jaque a toda la “fachosfera” y sus discursos vacíos.

Este evento ha generado un debate necesario sobre la credibilidad de quienes se presentan como líderes de opinión y la verdadera situación económica y social de España.

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La polémica está servida y el país merece respuestas claras y responsables.