La diputada Cayetana Álvarez de Toledo ha comparecido con urgencia y no ha dejado títere con cabeza.

 

 

La jornada empezó con un sentido pésame al escritor Mario Vargas Llosa, a quien calificó como un coloso moral y un español ejemplar.

 

Pero lo más impactante vino después, cuando comenzó a detallar una serie de escándalos que envuelven directamente al Gobierno de Pedro

Sánchez.

 

Según Álvarez de Toledo, la Semana Santa se ha convertido en una ciénaga política gracias al Partido Socialista.

 

Acusó a empresas públicas de pagar con dinero de los contribuyentes a mujeres que mantenían relaciones sexuales con ministros.

 

Sin eufemismos, habló directamente de prostitutas, y aseguró que esto se ha hecho bajo la gestión de Sánchez.

 

 

Pero el escándalo no termina ahí.

 

Reveló que trabajadores del Parador de Teruel denunciaron una juerga organizada por el exministro Ábalos, también con prostitutas, en la

que participó la hoy ministra de Educación.

 

Afirmó que aún no se ha dado ninguna explicación coherente sobre este hecho.

 

Además, criticó con dureza un informe del Consejo de Europa que acusa al Gobierno de no haber cumplido ninguna de sus 19

recomendaciones anticorrupción.

 

Señaló que el Ejecutivo lleva meses ocultando dicho informe, a pesar de las exigencias de transparencia.

 

Según la diputada, este ocultamiento es otra forma de corrupción.

 

En este contexto, añadió que el mismo día que se publicó el informe, el ministro de Justicia compareció ante un juez por un caso que afecta

directamente a la esposa de Sánchez.

 

 

Lo más grave, denunció, es que esta declaración se hizo dentro del Palacio de la Moncloa.

 

“La Moncloa convertida en sala de interrogatorios”, sentenció.

 

Recordó que en julio pasado fue el propio Pedro Sánchez quien tuvo que declarar por las actividades empresariales de su mujer, Begoña

Gómez.

 

Hoy fue el turno del ministro Félix Bolaños, quien habría contratado a una asesora que ayudó directamente a la esposa del presidente en sus

negocios.

 

Según Cayetana, esta asesora exigía patrocinios a empresas del IBEX para una cátedra universitaria que dirigía Gómez, sin siquiera ser

licenciada.

 

Acusó a Bolaños de tener una relación hostil con la verdad y de haber atacado reiteradamente al juez Peinado.

 

 

Dijo que lo ha calificado de cruel, sucio, injustificable, e incluso inhumano.

 

Señaló que la presidenta del Consejo General del Poder Judicial ha tenido que llamarle la atención en tres ocasiones por estos ataques.

 

Incluso hoy mismo, denunció, el ministro Planas ironizó sobre el juez Peinado en lugar de colaborar con la justicia.

 

Recordó que las empresas públicas bajo su ministerio también están implicadas en escándalos con prostitutas.

 

No se salvó ni el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien acusó de haber perdido la dignidad o, directamente, de no haberla

tenido nunca.

 

La diputada subrayó que, siguiendo los estándares éticos del propio Sánchez, Bolaños debería dimitir inmediatamente.

 

 

Citó la frase que usó Sánchez contra Rajoy: “Un punto culminante que exige su dimisión por devaluar la institución”.

 

Y añadió que hoy ese punto culminante afecta a tres instituciones clave: Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes.

 

Para Cayetana, la única forma de frenar esta corrupción es convocar elecciones cuanto antes.

 

Enumeró las “hazañas” antidemocráticas de Bolaños: redactar la ley de amnistía con un prófugo, proteger a un fiscal general imputado,

manipular el Congreso y defender a la familia del presidente ante la justicia.

 

La imagen de Bolaños ante el juez, concluyó, es el símbolo de su fracaso político.

 

Y también, aseguró, de la degradación democrática de España.

 

Pero no todo son malas noticias.

 

Álvarez de Toledo terminó su intervención con un mensaje de esperanza: “Los contrapesos democráticos no se rinden”.

 

 

Dijo que los jueces siguen actuando, los medios investigan y la oposición denuncia.

 

Una advertencia final que deja claro que este escándalo está lejos de terminar.