En una jornada que quedará grabada en la historia política de España, Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana, protagonizó una intervención demoledora que dejó al Partido Popular (PP) y a Vox sin respuesta.

 

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En un ambiente cargado de tensiones, Rufián desnudó la hipocresía y manipulación de la derecha española, dejando a Feijóo y su partido completamente desarmados.

 

Rufián abrió su discurso cuestionando las contradicciones del PP.

En una serie de afirmaciones contundentes, expuso cómo la derecha había jugado con el discurso público para desviar la atención de sus propios fracasos y escándalos.

Para el portavoz de Esquerra, el PP se encuentra atrapado en una serie de contradicciones: en un momento defienden las autonomías, y al siguiente piden al Gobierno que las asuma.

Además, atacaron la gestión de Mazón, líder de la Comunidad Valenciana, tildándolo de incapaz y luego lo defendieron, mostrando su falta de coherencia.

 

Las críticas de Rufián también apuntaron a cómo la derecha, representada por el PP y Vox, ha utilizado a los jueces como herramientas de su estrategia política.

 

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Con un lenguaje afilado, describió cómo la manipulación del poder judicial se ha convertido en un modus operandi para criminalizar a sus rivales políticos y utilizar la justicia como campo de batalla para ganar lo que pierden en las urnas.

 

En su intervención, Rufián hizo referencia a la creación de bulos y campañas de desinformación que la derecha ha alimentado en los medios de comunicación.

Según él, el PP y Vox no solo manipulan la política, sino que también han convertido a los medios en una máquina que difunde mentiras, mientras el pueblo sigue consumiendo la narrativa que ellos imponen.

Esto, añadió, crea un caldo de cultivo perfecto para la desinformación, en el cual los ciudadanos acaban creyendo historias completamente fabricadas.

 

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Lo que más sorprendió a los presentes en el Congreso fue el momento en que Rufián utilizó una cita de Antonio Machado para poner en evidencia la estrategia de la derecha: “acepte el resultado y espere su turno”.

Esta frase, según el portavoz, debería ser de lectura obligatoria para los miembros del PP, quienes constantemente rechazan los resultados democráticos y la voluntad popular, y no logran aceptar que el poder no es un derecho hereditario, sino una concesión temporal del pueblo.

 

A lo largo de su intervención, Rufián no solo destapó la falta de coherencia dentro de la derecha española, sino que también expuso las debilidades de un PP que sigue atrapado en su nostalgia por el pasado, incapaz de adaptarse a las demandas de la democracia moderna.

Mientras Vox gritaba y pataleaba en sus asientos, Feijóo y Mazón se quedaron sin palabras.

 

Para Rufián, lo que ocurrió en el Congreso es más que una simple confrontación política; es el reflejo de un país que ha cambiado, y de una derecha que sigue luchando por mantener su poder a toda costa.

En sus palabras, “la gente ya no se traga sus cuentos”, y el futuro de la política española está en manos del pueblo, que está cada vez más consciente de las mentiras que se les han contado.

 

La intervención de Rufián dejó claro que la verdad siempre acaba saliendo a la luz, y que la hipocresía de la derecha no tiene cabida en un sistema democrático.

Sin embargo, la pregunta sigue siendo: ¿cuánto tiempo más podrá el PP seguir con su estrategia de manipulación antes de que los ciudadanos le den la espalda en las urnas?