El trágico asesinato de Valeria Márquez, influencer mexicana de 23 años, ha conmocionado no solo a sus seguidores, sino también a toda la sociedad, poniendo en evidencia la violencia que enfrentan muchas mujeres en México.

El 13 de mayo de 2025, Valeria transmitía en vivo desde su salón de belleza en Zapopan, Jalisco, cuando fue brutalmente asesinada frente a cientos de espectadores que seguían su contenido en TikTok.

Lo impactante del caso es que minutos antes de su muerte, Valeria tuvo un presentimiento oscuro sobre su seguridad, una intuición que lamentablemente se cumplió de manera fatal.

La joven influencer contaba con más de 90,000 seguidores en TikTok y otros 70,000 en Instagram, donde compartía su vida cotidiana, tutoriales de maquillaje y reflexiones personales, ganándose el cariño y la admiración de miles.

Además de su presencia digital, Valeria era una emprendedora con un salón de belleza llamado Blossom the Beauty Launch, ubicado en una plaza comercial de Zapopan, que se había convertido en un punto de encuentro para sus seguidores y clientes.

Su carrera también incluyó la participación en concursos de belleza, destacando al ganar el título de “Mi rostro” en 2021, lo que impulsó aún más su fama y visibilidad en redes sociales.

En los días previos al fatal incidente, Valeria continuó compartiendo contenido activo, incluso mostrando en vivo el mismo atuendo que llevaba el día del ataque, lo que añade un matiz aún más escalofriante a la historia.

Durante la transmisión en vivo, Valeria leyó un mensaje de una amiga que le avisaba sobre la llegada de un supuesto repartidor con un regalo costoso, una situación que generó nerviosismo y tensión en la influencer.

Un detalle inquietante fue que una empleada del salón le comentó que un hombre había anticipado que Valeria recibiría tres regalos, y que el último sería el más valioso, lo que ahora se interpreta como una macabra premonición.

Cuando el repartidor llegó, preguntó si ella era Valeria y, tras confirmar su identidad, le disparó tres veces, quitándole la vida de forma inmediata y dejando en shock a todos los espectadores del en vivo.

El video del ataque se viralizó rápidamente, aunque fue retirado por las plataformas por violar las normas de contenido, pero el daño ya estaba hecho y la tragedia se volvió tema de conversación nacional.

Tras el asesinato, comenzaron a circular rumores que relacionaban a Valeria con Ricardo Ruiz Velasco, alias “El W R” o “R2”, presunto líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que añadió un nuevo nivel de complejidad y peligro al caso.

Ricardo Ruiz Velasco tiene un historial violento, vinculado a asesinatos previos, incluyendo el de la venezolana Daisy Ferrer Arenas y el joven youtuber Juan Luis Lagunas, conocido como “El Pirata de Culiacán”.

Se dice que Valeria y este narcotraficante mantuvieron una relación sentimental llena de conflictos, especialmente por los regalos que ella recibía de sus seguidores, lo que habría generado celos y tensiones peligrosas.

Después del asesinato, seguidores de Valeria compartieron capturas de supuestas conversaciones donde la influencer denunciaba amenazas de su expareja, aumentando la sospecha sobre un posible móvil pasional o vinculado al crimen organizado.

Sin embargo, las autoridades de Jalisco han desmentido oficialmente que exista una línea clara que vincule a la expareja o a algún grupo criminal con el asesinato, y han pedido respeto para la memoria de la víctima.

El alcalde de Zapopan también confirmó que Valeria nunca presentó denuncias formales contra su expareja, lo que complica aún más la investigación y la búsqueda de justicia.

Entre las figuras cercanas a Valeria, destaca Vivian de la Torre, otra influencer que fue señalada por algunos seguidores como posible cómplice o involucrada en el crimen, debido a que convenció a Valeria de esperar al repartidor.

El peluche en forma de cerdito que Valeria mostró minutos antes del ataque, un regalo de Vivian, ha sido interpretado por algunos como una señal para que el sicario identificara a su objetivo.

La reacción de Erika, la empleada que cerró la transmisión en vivo tras el ataque, también ha generado controversia, pues su aparente calma fue vista por algunos como sospechosa, aunque ella explicó que actuó para proteger la dignidad de Valeria y evitar mostrar la escena violenta.

La fiscalía continúa investigando el caso bajo protocolo de feminicidio, pero hasta ahora no hay avances claros ni una línea definida que explique el motivo real detrás del asesinato.

Este crimen se suma a la alarmante cifra de feminicidios en México, donde siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia y alrededor de diez son asesinadas diariamente.

En Jalisco, el asesinato de Valeria Márquez es ya el octavo feminicidio registrado solo en el mes de mayo, un dato que refleja la gravedad de la situación en la región.

La comunidad digital y seguidores de Valeria han usado sus redes para exigir justicia y mantener viva la memoria de la influencer, mostrando su apoyo y solidaridad frente a esta tragedia.

El caso ha puesto nuevamente sobre la mesa la urgente necesidad de combatir la violencia de género y proteger a las mujeres, especialmente a aquellas que, como Valeria, son figuras públicas vulnerables.

Las preguntas sobre quién fue el responsable, cuál fue el móvil real y si hubo complicidad interna siguen abiertas y son motivo de debate entre expertos, autoridades y la sociedad.

Mientras tanto, la historia de Valeria Márquez queda como un recordatorio doloroso de los peligros que enfrentan muchas mujeres en México y del impacto que la violencia genera en las familias y comunidades.

Este caso también invita a reflexionar sobre el papel de las redes sociales en la vida de los influencers y cómo la exposición pública puede convertirse en un riesgo latente.

La tragedia de Valeria ha movilizado a activistas, autoridades y ciudadanos a exigir mayor protección y justicia para las víctimas de feminicidio.

En definitiva, el asesinato de Valeria Márquez es una historia que conmueve, alerta y demanda acción inmediata para cambiar la realidad de muchas mujeres en México.

¿Fue realmente el CJNG el responsable? ¿O existen otras fuerzas ocultas detrás de este crimen? La investigación sigue su curso y el país espera respuestas claras.

Mientras tanto, la memoria de Valeria Márquez vive en sus seguidores, quienes continúan honrando su vida y luchando por un futuro sin violencia.