La familia real española vuelve a estar en el ojo del huracán tras la fiesta privada celebrada en El Pardo con motivo de la jura de la Constitución de la princesa Leonor.

Letizia Ortiz intentó mostrar normalidad ante los medios, asegurando que estaba feliz y contenta, pero las caras largas y la tensión eran imposibles de ocultar.

A medida que pasan los días, se van conociendo detalles cada vez más escandalosos sobre lo que realmente ocurrió en esta celebración.

Según Alessandro Lequio, presente en la fiesta junto a otras dinastías reales y amigos de Leonor, el ambiente estuvo marcado por la presencia de Letizia y su actitud combativa hacia el rey emérito Juan Carlos I.

Letizia decidió lucir las joyas de la corona, pertenecientes a los antepasados de Juan Carlos, en lo que muchos interpretaron como una provocación y una falta de respeto.

El mensaje era claro: Juan Carlos no es bienvenido en ciertos círculos de la familia real.

Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó de la mano de la princesa Leonor.

A pesar de no mencionar a su abuelo en el Congreso ni en los actos oficiales, el encuentro privado entre ambos fue totalmente inesperado.

Después de más de tres años sin verse —desde agosto de 2020—, Leonor y Juan Carlos protagonizaron un momento que ya es historia de la monarquía española.

Leonor, recién llegada de la academia militar de Zaragoza, se cuadró militarmente ante su abuelo como muestra de respeto.

Este gesto, conocido como “cuadrarse”, es una señal de máxima deferencia hacia un superior en el ámbito castrense.

Pero lo más impactante fue lo que sucedió a continuación.

Leonor, con voz firme y una amplia sonrisa, pronunció unas palabras que emocionaron hasta las lágrimas al rey emérito: “A sus órdenes, majestad”.

Nadie esperaba este gesto de la futura reina de España, especialmente en un contexto donde Juan Carlos ha sido prácticamente proscrito de los actos públicos.

El emérito, que apenas pasó dos horas en El Pardo antes de volar de nuevo a Abu Dabi, se sintió profundamente conmovido por la actitud de su nieta.

Mientras Letizia mantenía la distancia y Felipe VI evitaba cualquier gesto público hacia su padre, Leonor optó por el respeto, el cariño y la cercanía.

El abrazo entre abuelo y nieta fue descrito como efusivo y lleno de emoción, dejando claro que, pese a las polémicas, los lazos familiares siguen vivos.

Este gesto de Leonor ha sido interpretado como una muestra de madurez y de comprensión del papel que le espera en el futuro.

Juan Carlos, según fuentes cercanas, confesó a sus íntimos que este acto simboliza la continuidad de la monarquía parlamentaria y su confianza en Leonor como heredera.

La fiesta privada también estuvo marcada por la presencia de jóvenes cadetes de la academia de Zaragoza y por la coincidencia de Leonor y una de sus primas en vestidos rojos, lo que no pasó desapercibido para los invitados.

A pesar de perderse el 85 cumpleaños de su abuela Sofía por motivos de agenda, Leonor demostró que sabe estar a la altura de las circunstancias.

El emérito aprovechó la ocasión para aconsejar a su nieta sobre su formación militar y su futuro papel como jefa de las Fuerzas Armadas.

La actitud de Leonor contrasta con la de otros miembros de la familia real, especialmente Letizia, quien prioriza las relaciones con su familia materna y mantiene una relación distante con los Borbón.

El gesto de la princesa ha sido aplaudido por muchos como un ejemplo de respeto y de valores institucionales.

En un momento en que la monarquía atraviesa uno de sus periodos más delicados, la imagen de Leonor cuadrándose ante Juan Carlos y pronunciando “A sus órdenes, majestad” supone un soplo de aire fresco.

La heredera ha demostrado que está dispuesta a asumir su papel y a unir a una familia marcada por las divisiones y las polémicas.

¿Será este el inicio de una nueva etapa para la monarquía española?

Solo el tiempo lo dirá, pero lo cierto es que Leonor ha dado un paso al frente que nadie esperaba.

Déjanos tu opinión en los comentarios y comparte este artículo si crees que la princesa está preparada para el reto.

La historia de Leonor y su relación con Juan Carlos I promete seguir dando mucho que hablar en los próximos meses.