Lo que parecía una despedida solemne se convirtió en un huracán mediático.

Apenas habían pasado siete días de su sepultura cuando comenzaron a emerger secretos enterrados durante años.
La disputa por la herencia del ícono del merengue ha revelado más que cuentas y propiedades.
Se ha destapado un drama familiar que ha dejado al país entero sin palabras.
Sulinka Pérez, su hija primogénita, rompió el silencio y con ello, abrió la caja de Pandora.
Con lágrimas y valentía, aseguró que su padre no fue un santo, pero sí un hombre real, con errores y secretos.
Sus declaraciones encendieron la polémica: Rubby habría tenido siete hijos, de los cuales solo cuatro fueron reconocidos legalmente.
Los otros tres, nacidos fuera del matrimonio, están ahora reclamando su parte de la herencia.

Entre ellos, Ana Beatriz, hija de la diseñadora Michelle Reinoso, y Ryan, un joven que vivía en El Salvador.
Ambos se han presentado con pruebas de ADN y exigen ser incluidos en la repartición de los bienes.
Pero Sulinka no está dispuesta a ceder fácilmente.
“No daré ni un centavo a quien no estuvo en los momentos duros”, advirtió sin titubeos.
Su posición es clara: el legado debe pertenecer a quienes compartieron el camino, no a quienes aparecen tras la fama.
A la controversia se sumó un posible testamento no registrado donde se incluirían propiedades a nombre de Ana Beatriz.
¿Es real o un montaje para obtener beneficios?
Las redes sociales no tardaron en explotar.
Los medios de farándula convirtieron la tragedia en espectáculo, mientras los seguidores se dividieron entre apoyo y crítica.
Sulinka, sin embargo, no retrocedió ni un paso.
Anunció la creación de una nueva orquesta llamada “Los Hijos de Raby” para continuar el legado artístico de su padre.
Pero la tensión dentro de la agrupación es palpable.

Algunos músicos acusan exclusión, otros ven en Sulinka un interés personal más que artístico.
La controversia tomó otro giro cuando se revelaron irregularidades en el local donde Rubby Pérez perdió la vida.
El techo del Jet Set colapsó durante una presentación, dejando víctimas fatales, entre ellas el propio artista.
Informes técnicos previos ya advertían del peligro, pero fueron ignorados.
Una de las salidas de emergencia estaba incluso cerrada con candado.
Sulinka denunció al dueño del establecimiento, Antonio Espaillat, por negligencia criminal.

“No quiero venganza, quiero justicia”, expresó entre lágrimas.
La Procuraduría General inició una investigación formal que destapó una cadena de omisiones y corrupción.
El Ministerio de Obras Públicas halló defectos estructurales, humedad, fisuras y alteraciones ilegales en el sistema.
Mientras tanto, aparecen más hijos, más abogados y más demandas.
Un hombre en Santiago se presentó con pruebas legales para ser incluido como heredero legítimo.
“Solo quiero lo que la ley me reconoce”, dijo en una entrevista radial.
Sulinka respondió con dureza: “Que muestren pruebas en papel, no en titulares”.
Y es que para ella, el legado de Rubby no es solo económico.

“Lo más valioso son sus letras, sus álbumes, sus derechos de autor”, afirmó.
Ella se ha propuesto proteger ese tesoro con uñas y dientes.
Las acusaciones también salpicaron a Michelle Reinoso, a quien algunos acusan de manipular decisiones artísticas en vida del cantante.
Exmiembros de la orquesta original revelaron que ella influía en repertorios, ensayos y pagos.
“Había semanas en que Raby no era él mismo”, dijo un exbajista anónimo.
El conflicto no ha terminado, y parece que apenas comienza.
Una periodista de investigación ya prepara un documental con testimonios inéditos sobre la vida íntima de Rubby Pérez.
Se hablará del artista, pero también del padre, del hombre, del compañero.

La figura de Rubby ha pasado de mito a ser humano expuesto, con luces y sombras.
El escándalo ha traspasado fronteras, llegando a Univisión en Miami y al diario El País en España.
La presión ha obligado al gobierno a tomar medidas: se clausuraron tres discotecas y se revisarán otras doce.
Sulinka lo ha dicho alto y claro: “Esto no es solo por mi padre, es por todos los artistas”.
La justicia comienza a moverse, pero la batalla por la verdad continúa.
Porque esta historia no es solo de dinero, sino de dignidad.
“Mi papá lo dio todo, ahora me toca protegerlo”, concluyó Sulinka.
Y en cada nota de sus merengues, en cada palabra de su hija, la voz de Rubby sigue resonando.
Una voz que exige ser recordada, no solo por cómo murió, sino por lo que realmente vivió.
News
El secreto oculto tras la humillación de un millonario por parte de una empleada
La historia de Luz Martínez es un claro ejemplo de cómo la perseverancia y el conocimiento pueden transformar vidas, incluso…
¿Madre Contra Hijos? La Guerra Secreta Que Está Desgarrando a los Pantoja
Hoy les traemos una historia que ha conmocionado a la opinión pública y que refleja las complejidades de las relaciones…
La Niña que No Podía Caminar y el Misterio que Dejó a los Médicos Sin Respuesta
La vida de una madre siempre está llena de desafíos, pero cuando se trata de proteger a su hija, esos…
Impactante revelación: El motivo que llevó a Piqué a abandonar a sus hijos por una propiedad
La historia de Gerard Piqué y Shakira ha sido una montaña rusa mediática que ha capturado la atención de millones….
🚀 ¿Luis Díaz es humano? Las estadísticas que parecen sacadas de otro planeta
El mercado de fichajes de este verano ha dejado una noticia que ha sorprendido a todos. Luis Díaz,…
Mujer humilde desafía a millonario y desata una reacción que nadie esperaba
La historia de Luz Martínez es un claro ejemplo de cómo la perseverancia y el conocimiento pueden transformar vidas, incluso…
End of content
No more pages to load






