La película La Pasión de Cristo no solo marcó un antes y un después en la industria cinematográfica, sino que también desató un sinfín de misterios y controversias que, hasta el día de hoy, siguen dando de qué hablar.

 

 

Mel Gibson, el aclamado director y actor, finalmente ha hablado sobre los eventos extraños que ocurrieron durante el rodaje de esta icónica película, dejando al mundo perplejo.

 

Desde su estreno en 2004, *La Pasión de Cristo* ha sido considerada una de las películas cristianas más impactantes jamás realizadas.

 

Sin embargo, lo que muchos desconocen es que detrás de cámaras, esta producción estuvo lejos de ser normal.

 

El set de filmación estuvo plagado de coincidencias inquietantes, fenómenos inexplicables y una atmósfera que, según los involucrados, era casi sobrenatural.

 

Mel Gibson, quien financió la película con su propio dinero tras ser rechazado por los grandes estudios de Hollywood, tenía un objetivo claro: contar la historia de las últimas horas de Jesucristo de la manera más cruda y auténtica posible.

 

Sin embargo, lo que él mismo no esperaba era que este proyecto transformaría su vida y la de todos los que participaron en él.

 

La obsesión de Gibson por realizar esta película comenzó a finales de los años 90.

 

 

En ese momento, Mel estaba en la cima de su carrera, pero enfrentaba serios problemas personales, incluyendo adicciones y depresión.

 

En medio de esta oscuridad, reconectó con su fe y decidió que debía contar la historia de Cristo como nunca antes se había hecho.

 

La idea de Gibson era mostrar la brutalidad y el sacrificio de Jesús de una manera realista, sin suavizar los detalles ni adaptarlos a los estándares de Hollywood.

 

Para ello, decidió que los diálogos serían en arameo, hebreo y latín, evitando cualquier modernismo que pudiera restar autenticidad a la historia.

 

Aunque los estudios rechazaron el proyecto, Gibson apostó todo: invirtió 30 millones de dólares de su propio dinero para la producción y otros 15 millones para la promoción.

 

Las apuestas eran altas, pero para él, esta película no era solo un negocio, era un llamado espiritual.

 

Desde el inicio del rodaje, los miembros del equipo comenzaron a notar que algo inusual ocurría en el set.

 

Según testimonios, había momentos de silencio reverente, personas que rompían en llanto durante los ensayos y una sensación de presencia espiritual que era difícil de ignorar.

 

Uno de los eventos más impactantes ocurrió durante una escena en la colina del Gólgota, cuando Jim Caviezel, el actor que interpretó a Jesús, fue alcanzado por un rayo mientras estaba en la cruz.

 

 

El impacto lo dejó herido y, según él, le causó problemas de salud que requirieron cirugías años después.

 

Pero lo más extraño fue que, minutos después, otro rayo cayó en el mismo lugar, alcanzando al asistente de dirección, quien ya había sido golpeado por un rayo anteriormente.

 

Estos sucesos llevaron a muchos a preguntarse si lo que ocurría en el set era una señal divina o algo más oscuro.

 

El compromiso de Gibson con la autenticidad llevó a que los actores y el equipo vivieran experiencias extremas.

 

Jim Caviezel, por ejemplo, sufrió hipotermia, dislocaciones y heridas reales durante el rodaje.

 

En una escena de flagelación, uno de los látigos diseñados para no tocar su piel lo alcanzó accidentalmente, dejándole una cicatriz de 14 pulgadas.

 

Los gritos de dolor que se escuchan en la película no fueron actuación, sino reacciones reales al sufrimiento físico.

 

Además, las condiciones climáticas en Matera, Italia, donde se filmó la película, eran impredecibles.

 

Tormentas de arena, ráfagas de viento y cambios bruscos de temperatura dificultaban el rodaje, creando una atmósfera aún más intensa.

 

A pesar de las dificultades, *La Pasión de Cristo* se convirtió en un fenómeno mundial, recaudando más de 611 millones de dólares a nivel global.

 

Sin embargo, no estuvo exenta de críticas.

 

 

Algunos la acusaron de antisemitismo y de ser excesivamente violenta, mientras que otros la alabaron como una obra maestra espiritual.

 

Lo que es innegable es que esta película cambió la vida de quienes participaron en ella.

 

Jim Caviezel vio cómo su carrera en Hollywood se enfrió tras interpretar a Jesús, pero asegura que no se arrepiente, pues considera que fue una experiencia transformadora.

 

Mel Gibson, por su parte, enfrentó una serie de escándalos personales después del estreno, pero sigue describiendo *La Pasión de Cristo* como la obra más importante de su vida.

 

A casi dos décadas de su estreno, *La Pasión de Cristo* sigue siendo un tema de debate.

 

¿Fueron los eventos extraños en el set simples coincidencias o una manifestación de algo más grande?

 

Mel Gibson ha sido reservado sobre los detalles, pero quienes estuvieron allí aseguran que lo que vivieron fue único y, en muchos casos, inexplicable.