Miriam Cruz revela su amor secreto por Rubby Pérez, recordando momentos compartidos y su conexión profunda que perduró más allá del tiempo, mientras la muerte del merenguero conmueve a sus seres queridos y seguidores, quienes recuerdan su legado musical y humano.

A los 56 años, Miriam Cruz ha decidido romper su silencio sobre su relación con el legendario merenguero Rubby Pérez, una confesión que promete cambiar la forma en que recordamos a este ícono de la música dominicana.

En un emotivo relato, Miriam comparte su amor por Rubby, un sentimiento que nunca se apagó a pesar del tiempo y las circunstancias. Con lágrimas en los ojos, recuerda momentos compartidos y una conexión que, aunque mantenida en secreto, fue profundamente real.

La noticia de su fallecimiento, que conmovió a millones, ha llevado a la familia de Rubby a emitir un comunicado agradeciendo las muestras de cariño y solidaridad, al mismo tiempo que piden respeto por su legado.

La novia de Rubby, Leidy Altagracia Rosario, también ha compartido su propia verdad, añadiendo más capas de emoción a esta historia ya conmovedora.

Rubby Pérez, conocido por su carisma y su inigualable voz, dejó una huella imborrable en la música merengue. Su vida estuvo marcada por el deseo de ser beisbolista, un sueño que se vio truncado por un accidente.

Sin embargo, su pasión por la música lo llevó al Conservatorio Nacional de Música, donde se formó como uno de los más grandes exponentes del merengue.

Canciones como “Volveré” y “Enamorado de ella” no solo llenaron las pistas de baile, sino que se convirtieron en himnos de amor y nostalgia para generaciones enteras.

El impacto de Rubby va más allá de su música. Su compromiso humanitario, especialmente durante el terremoto de Haití, lo convirtió en un símbolo de la cultura dominicana.

Su carisma en el escenario y su cercanía con el público lo hicieron querido no solo como artista, sino como persona.

Su legado, construido a lo largo de décadas, resuena hoy más fuerte que nunca, recordándonos la importancia de la música en nuestras vidas y la capacidad de esta para unir a las personas.

El 8 de abril de 2025, un trágico evento cambió el rumbo de su vida y la de quienes lo rodeaban. La noticia de su muerte durante el colapso de la discoteca Jet Set dejó a sus fans y seres queridos en un profundo luto.

En medio de esta tragedia, Miriam y Leidy han decidido hablar, revelando verdades que muchos desconocían y que añaden un nuevo matiz a la historia de Rubby.

Miriam recuerda cómo conoció a Rubby desde la infancia en Bajos de Haina. Lo que comenzó como una amistad se transformó en un amor profundo que perduró a lo largo de los años.

Se casó con Inés Antonia Lizardo en 1974, y juntos tuvieron cuatro hijos, construyendo una hermosa familia.

Inés fue su apoyo incondicional, una mujer fuerte que enfrentó el cáncer con dignidad. Su muerte en 2022 fue un golpe devastador para Rubby, quien, a pesar de su éxito, siempre encontró en ella su mayor fortaleza.

La vida de Rubby Pérez es un testimonio de amor, lucha y pasión. Su música sigue viva en cada rincón de la República Dominicana y en el corazón de sus seguidores.

Las revelaciones de Miriam y Leidy no solo rinden homenaje a su legado, sino que también nos invitan a reflexionar sobre la complejidad de las relaciones humanas, el amor que perdura más allá de la muerte y las historias que quedan por contar.

A medida que la comunidad se une para recordar a Rubby, sus canciones resuenan con más fuerza que nunca, evocando recuerdos de momentos felices y tristes.

Este homenaje no es solo un tributo a un artista, sino una exploración de la vida de un hombre que, a pesar de su fama, enfrentó las mismas luchas y alegrías que todos nosotros.

La historia de Rubby Pérez es un recordatorio de que, aunque la vida puede ser efímera, el amor y la música son eternos.

Miriam Cruz nos invita a quedarnos hasta el final de esta historia, donde las traiciones y confesiones revelan la profundidad de un amor que nunca se apagará.

En un mundo que llora su partida, su legado sigue vivo, recordándonos que la vida de Rubby Pérez, llena de matices y emociones, es una historia que merece ser contada.