Dicen los estudios que solo hacen falta 8,2 segundos para enamorarnos y un instante para saber que la cosa no va a cuajar.

Pese a esto, siempre es bueno dar una oportunidad, por si descubres algo que te haga cambiar de opinión.

En el caso de Begoña (48 años) solo ha encontrado todavía más excusas para volver a casa sola tras su cita en ‘First Dates’.

La pensionista madrileña viene buscando a “un macho man”.

“Que sea muy simpático, muy hablador, muy español, que escuchen, que te apoyen y que no sea calvo”.

Pese a su detallada descripción, el equipo de ‘First Dates’ no ha acertado con la elección de su cita.

Fernando (50 años) no es precisamente el “macho man” que ella venía buscando.

Administrador de profesión y apasionado del mundo vikingo, el soltero tiene un aire a Cantinflas, según Begoña: “Es un personaje que antiguamente estaba bien, pero en el siglo XXI no es el prototipo de hombre que a mí me llena”.

A él, en cambio, Begoña le ha parecido una mujer atractiva.

Tiene mucha ilusión por volverse a enamorar, aunque está claro que tendrá que seguir conociendo a más chicas para conseguirlo porque su cita no está dispuesta a nada.

Desde que la peluquera tuvo una enfermedad cuya medicación le creó una alergia que le impide trabajar, vive la vida al máximo.

Tiene muy claro lo que quiere y lo que no.

“Mi vida es lo que quiero que sea, es fascinante. Dedico mi tiempo a mí, me dedico a lo que me gusta porque tengo una pensión. Me gusta restaurar, mis muebles, las cosas de crear…”, ha reconocido a las cámaras de ‘First Dates’.

Durante la cena, la pensionista ha demostrado soberanamente que no le importaba ni lo más mínimo la vida de Fernando.

“Trabajo en una empresa de seguridad como jefe de turnos. Yo no soy vigilante”, le ha contado.

Begoña, por su parte, ha admitido a las cámaras de ‘First Dates’: “No me gusta, así que me va a dar igual lo que sea. Me da lo mismo”.

Le ha criticado todo, hasta su cabello: “Sí que es verdad que ese pelo y esas mechas no le hacen justicia”.

Los comentarios han aumentado cuando se ha enterado de que se lo está dejando largo para hacerse una trenza como los vikingos.

La cara de asco ha sido digna de ver. Le ha hecho un traje también con su estilo.

“No tiene la forma de vestir que a mí me gusta, no me gustan las gafas en un chico, me parecen que quedan feas. No me ha gustado”, ha insistido a las cámaras de ‘First Dates’.

El final estaba más que escrito. Mientras que Fernando ha confesado que le ha gustado mucho Begoña, ella le ha rechazado: “Yo no tendría una segunda cita porque físicamente no eres una persona que me atraiga como para tener una relación”.