Reyes vuelve a ‘First Dates’ por segunda vez para encontrar el amor, sin embargo su cita con Mª Isabel no ha sido cómo él esperaba.

Si algo ha quedado claro en la cita de Mª Isabel (72 años) y Reyes (77) es que no siempre el humor salva una velada. Ella ha llegado con mucha energía y desparpajo, confesando que lleva “16 años sin tener relaciones sexuales”. Entre yoga, teatro y viajes a Nueva York, donde hasta la Estatua de la Libertad le ha parecido más bajita de lo esperado, Mª Isabel ha demostrado ser una mujer independiente y con carácter.

Reyes, por su parte, se ha presentado como un caballero de Alcalá de Henares, seguro de sí mismo pero con humildad: “Dentro de mi modestia, siempre digo que soy una marca blanca”. No es la primera vez que pisa el restaurante de ‘First Dates’, pero su segunda oportunidad tampoco ha tenido el final esperado.

Un comienzo sin chispa

El flechazo brilló por su ausencia desde el principio. “Ay, esta cara me suena”, dijo Mª Isabel nada más verlo. Y no se equivocaba: Reyes ya había participado en el programa. Pero lejos de parecerle familiar en el buen sentido, la primera impresión fue rotunda: “No me ha gustado nada, cero. Nunca he salido con una persona así”.

Reyes, sin perder la calma, ha intentado mostrar su mejor versión: “Yo siempre digo que intento facilitar la vida a la gente, no complicársela”. Pero para Mª Isabel es demasiado “simple” para su gusto.

Poemas sin lágrimas y chistes sin gracia

En un intento por hacer más amena la velada, Mª Isabel le ha preguntado por el baile, una de sus grandes aficiones, y aquí parece sumar puntos, ya que a él también le gusta. Además, él le cuenta que “de vez en cuando” escribe poemas y le deleita con uno de ellos. Pero lejos de emocionarse, Mª Isabel pide una cebolla al programa para ver así le entran ganas de llorar: “Pásame la cebolla, pásame la cebolla, y así lloro de verdad”.

Los silencios y suspiros se apoderan de la cita, y para animar un poco la cosa Mª Isabel hace gala de su humor contándole un chiste a Reyes. Pero él “no es mucho de chistes”.

Comienzan a hablar de sus aficiones y el humor vuelve a aparecer en la conversación. Ella le confiesa que le gusta lo cómico: “desde que me dijeron que tenía vis cómica, dije ‘voy a explotarlo’”. Sin embargo, ese lado cómico Reyes no se lo ve: “Si ella considera que es graciosa…”, ha comentado con el programa.

Ni el baile lo arregla

La cita no ha mejorado, ya que parecen dos líneas paralelas condenadas a nunca encontrarse. Aún así, lo han hecho en ‘First Dates’ pero el punto en común aún no lo han encontrado. El programa en un atisbo de mejorar esta cita, los lleva a la pista de baile. Allí, al ritmo de ‘Yo quiero bailar’ de Sonia y Selena, parece que por un momento se olvidaron de lo mucho que no coincidían.

Fue, quizá, el único instante en el que los dos se divirtieron de verdad. Pero ni la música logró hacer el milagro. Mª Isabel lo ha resumido a su manera, sin rodeos: “No me acuerdo ni cómo se llama, y con eso te lo he dicho todo”. Reyes, más comedido, coincidió: “No me ha llamado la atención, pero he sido condescendiente y amable”.

Decisión sin sorpresas

La decisión final fue la crónica de un “no” anunciado. Con toda la sinceridad que la caracteriza, Mª Isabel le dijo a Reyes: “Pues al principio me he llevado un poco de desilusión porque yo tenía otra idea de físico, y a ti me imagino que te habrá pasado lo mismo. ¿A que sí?”. Él no dudó: “Sí, no ha habido chispa”.

Y así, con poemas que no hicieron llorar y chistes que no hicieron gracia, ambos se despidieron sin segunda cita pero con una sonrisa educada. Porque si algo ha quedado claro en esta velada es que, a veces, ni el humor es capaz de salvar la poca conexión.