Vestida con uniforme azul aviación y condecoraciones, Leonor firma en el libro de honor, aborda un Pilatus y se integra en la exigente rutina de la academia junto a otros cadetes.

La Princesa de Asturias, Leonor, ha regresado a España tras unas vacaciones de verano inolvidables en Mallorca con la Familia Real.

Este regreso marca el inicio de una nueva etapa en su vida, ya que se ha incorporado a la LXXVIII Promoción de la Academia General del Aire y del Espacio, ubicada en San Javier, Murcia.

Este acontecimiento no solo es significativo para la Princesa, sino también para la institución, que se enorgullece de formar a la futura heredera del trono.

El 23 de julio, un Real Decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) anunció su ascenso a guardiamarina de segundo curso, un rango equivalente a alférez de cuarto curso.

A las 12:00 del día de su llegada, Leonor fue recibida con honores por las autoridades militares y académicas, quienes la esperaban a las puertas de la Academia.

Con un porte elegante, la Princesa hizo su entrada oficial, saludando a los mandos presentes antes de firmar en el libro de honor, un gesto que simboliza su compromiso con la formación militar.

En esta ocasión, Leonor lució por primera vez el uniforme del Ejército del Aire, que consistía en una gorra y una guerrera azul aviación, acompañada de pantalones a juego.

Su atuendo estaba adornado con condecoraciones que incluyen la de Carlos III, Mérito Militar, Mérito Naval y la Orden de Cristo, otorgada por Portugal. Además, llevó los cordones rojos que utilizó como dama cadete en Zaragoza, un detalle que resalta su dedicación y trayectoria.

Después de la ceremonia, Leonor se cambió a un mono verde de trabajo, un símbolo de su nueva vida como estudiante en la academia. Junto a un militar, abordó un avión Pilatus, marcando así su primer vuelo en una aeronave militar.

Este momento fue especialmente emotivo, no solo para la Princesa, sino también para aquellos que la observaban, conscientes de que estaban presenciando un hito en su formación.

La Princesa Leonor, al igual que su padre, el rey Felipe VI, y su abuelo, el rey Juan Carlos I, recibirá una formación aérea de vanguardia en la Academia del Aire.

Este centro cuenta con simuladores de vuelo que ofrecen un realismo casi total, adaptando las condiciones meteorológicas y geográficas para preparar a los estudiantes para cualquier eventualidad.

El director de la academia, Luis González Asenjo, destacó que la estrella del programa de formación es el avión entrenador Pilatus PC-21, conocido por sus capacidades avanzadas de enseñanza.

Los alumnos de la academia dispondrán de 38 aeronaves y siete simuladores, lo que les permitirá recibir una formación integral y completa. Desde el primer día, la Princesa comenzará una preparación teórica rigurosa, que se complementará con vuelos prácticos.

Inicialmente, volará acompañada por un instructor hasta que esté lista para su primer vuelo en solitario, conocido como “la suelta”. Esta experiencia representa un gran desafío, pero también una oportunidad única para la joven heredera.

A partir de mañana, Leonor se integrará plenamente en las rutinas de la academia, donde las jornadas comienzan a las 6:30 de la mañana y concluyen con el toque de queda a las 22:15 horas.

Su horario estará lleno de clases teóricas y prácticas, intercaladas con breves descansos y tiempo libre limitado.

A pesar de su estatus como heredera al trono, la Princesa será tratada como cualquier otro alumno, lo que refleja la filosofía de igualdad y disciplina que caracteriza a la academia.

Este nuevo capítulo en la vida de la Princesa Leonor no solo es un paso hacia su formación como futura líder, sino también una oportunidad para demostrar su compromiso y dedicación al servicio público.

La Princesa ha expresado en diversas ocasiones su deseo de servir a su país y de estar al lado de su pueblo, y esta formación en la Academia del Aire es un reflejo de esa intención.

Las expectativas son altas, y la sociedad española sigue con atención cada uno de los pasos que da la Princesa en su camino hacia la adultez y el deber.

La Princesa Leonor no solo representa el futuro de la monarquía española, sino también un símbolo de los valores de esfuerzo, sacrificio y dedicación que se espera de todos los miembros de la Familia Real.

Con el inicio de su formación en la Academia General del Aire, Leonor se enfrenta a una serie de desafíos que la prepararán para su futuro como reina.

Los ciudadanos están ansiosos por ver cómo se desarrollará su carrera militar y cómo se convertirá en un modelo a seguir para las futuras generaciones. La Princesa Leonor está lista para volar alto, y su viaje apenas comienza.