Feliciano López dispara así contra la organización de ‘El Desafío’ y señala a Juan del Val en el jurado

La calma habitual del programa El Desafío, uno de los formatos más exitosos de Antena 3, se ha visto sacudida esta semana por las explosivas declaraciones del extenista profesional Feliciano López, quien participó en la última edición del concurso.

En una entrevista concedida a un medio deportivo, el toledano no dudó en lanzar duras críticas contra la organización del programa y en especial, contra el jurado, señalando directamente a Juan del Val, uno de los jueces más exigentes y polémicos del formato.

“Participar en El Desafío fue una experiencia dura, pero lo que más me sorprendió no fueron las pruebas físicas, sino la falta de objetividad en algunas valoraciones del jurado,” declaró Feliciano, visiblemente molesto.

Aunque no dio nombres al principio, no tardó en mencionar: “Algunos jueces, como Juan del Val, tienen una actitud muy marcada que, a veces, roza lo personal.”

Según el deportista, durante su paso por el programa se sintió juzgado con un criterio distinto al de otros concursantes, y afirma que en varias ocasiones el jurado no valoró adecuadamente su esfuerzo ni su progresión.

“Había compañeros que se equivocaban o no daban el cien por ciento, pero se llevaban elogios.
Yo, en cambio, sentía que tenía que hacer el triple para conseguir la mitad del reconocimiento,” añadió.

Las declaraciones no pasaron desapercibidas. De inmediato, las redes sociales comenzaron a arder con opiniones divididas.

Mientras algunos usuarios apoyaban a Feliciano, destacando que su actitud durante el concurso fue siempre humilde y entregada, otros acusaban al extenista de no saber aceptar críticas y buscar excusas tras su eliminación.

“En vez de agradecer la visibilidad que le dio el programa, ahora viene a criticar. Pues que no se apunte si no sabe competir fuera de la pista,” escribió un usuario en X (antes Twitter).

Otros, por el contrario, compartieron vídeos donde, efectivamente, Juan del Val se mostraba especialmente severo con Feliciano, lo que dio pie a pensar que podría haber cierta parcialidad.

En su crítica, Feliciano también habló de la organización del programa, a la que acusó de no brindar suficiente preparación previa a ciertas pruebas y de favorecer a algunos participantes con desafíos “ajustados a sus capacidades”.

“Había retos que claramente estaban diseñados para lucir a determinados perfiles.
Yo entiendo que es televisión, pero si hablamos de competencia justa, eso no lo fue,” dijo sin tapujos.

Hasta el momento, ni Juan del Val ni la productora del programa se han pronunciado oficialmente sobre estas declaraciones.

Sin embargo, fuentes cercanas al equipo aseguran que en privado ha habido malestar, y que no esperaban este tipo de salida por parte de un concursante como Feliciano, a quien consideraban una figura respetuosa y comprometida.

Juan del Val, por su parte, es conocido por su carácter firme y por no temer al conflicto.

Durante las emisiones de El Desafío, ha protagonizado más de una polémica con concursantes que no aceptaban sus valoraciones, aunque siempre ha defendido su papel como “juez imparcial y sincero”.

En más de una ocasión ha dicho: “No estoy aquí para caer bien, sino para decir lo que pienso con honestidad.”

Aun así, lo dicho por Feliciano López ha abierto un debate sobre los límites del entretenimiento televisivo y la percepción de justicia dentro de este tipo de formatos.

¿Debe un jurado ser más empático con los concursantes que no vienen del mundo del espectáculo?

¿Existe una diferencia de trato entre celebridades mediáticas y figuras del deporte?

Para Feliciano, está claro: “No todos estábamos jugando con las mismas cartas. Y yo ya he competido suficiente en mi vida para saber cuándo un juego está desequilibrado.”

Con su crítica pública, el extenista ha sido tendencia en redes y ha captado la atención de otros medios, generando aún más visibilidad en torno al programa.

Y aunque muchos opinan que sus declaraciones podrían cerrarle futuras puertas en la televisión, otros creen que su sinceridad podría abrir una necesaria conversación sobre la transparencia en este tipo de concursos.

Lo que es indiscutible es que Feliciano López no ha salido en silencio de El Desafío.

Ha decidido hablar alto y claro, y ha puesto sobre la mesa una serie de cuestionamientos que, hasta ahora, pocos se habían atrevido a plantear.

Resta saber si habrá respuesta oficial por parte del equipo del programa o si Juan del Val querrá defender su postura públicamente.

Pero una cosa es segura: el espíritu competitivo de Feliciano no se quedó en la cancha… también ha llegado a la televisión.

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