Un catedrático deja en ridículo a Susanna Griso y Mariló Montero en directo en ‘Espejo Público’

El programa matinal ‘Espejo Público’, emitido por Antena 3 y conducido habitualmente por Susanna Griso, se ha visto envuelto en una inesperada polémica tras una intervención en directo de un catedrático que dejó en evidencia a las presentadoras Susanna Griso y Mariló Montero.

Lo que parecía ser una entrevista más dentro del formato se convirtió rápidamente en un momento incómodo, tenso y viral, que ha desatado un debate en redes sociales sobre el papel del periodismo, la rigurosidad en los medios y la manipulación del discurso.

Todo comenzó durante una sección dedicada al análisis de una reciente medida del Gobierno, relacionada con temas fiscales y de gasto público.

Para aportar una visión académica al debate, el programa invitó al doctor en Economía y catedrático de la Universidad Complutense, José María Roldán, quien había sido presentado como un experto “neutral y técnico”.

Sin embargo, lo que nadie esperaba era que su intervención se convirtiera en una auténtica lección magistral en directo, que incomodó notablemente tanto a Griso como a Montero, quienes intentaron redirigir la conversación sin demasiado éxito.

Desde el inicio, Roldán corrigió de forma contundente varios datos y afirmaciones que las presentadoras habían mencionado durante los minutos previos a su aparición.

“Perdón que interrumpa, pero lo que se ha dicho no es exacto desde el punto de vista económico”, señaló con tono respetuoso pero firme.

Acto seguido, procedió a explicar con detalle por qué ciertos planteamientos sobre el gasto social, la presión fiscal y la redistribución del ingreso estaban siendo presentados de forma simplificada o sesgada.

La tensión comenzó a notarse cuando Griso intentó rebatir uno de sus argumentos utilizando una gráfica de apoyo en pantalla, a lo que el catedrático respondió con ironía: “Ese gráfico está desactualizado y mal interpretado.

Lo puedo demostrar ahora mismo, si me dejan.”

El público en redes no tardó en reaccionar ante la frialdad con la que el experto desmontaba, con cifras en mano, las afirmaciones que hasta entonces habían sido presentadas como hechos.

Mariló Montero, por su parte, intervino para matizar algunos puntos, pero también fue corregida por el académico, quien le explicó pacientemente la diferencia entre deuda pública y déficit estructural, generando un momento incómodo en plató que terminó en silencio por parte del equipo del programa.

Lo que realmente convirtió este episodio en viral fue la calma con la que el catedrático expuso sus argumentos, sin levantar la voz ni caer en provocaciones, pero dejando claro que la rigurosidad académica no puede ser sustituida por titulares fáciles o discursos ideológicos.

“Entiendo que el programa tiene una línea editorial, pero eso no cambia la realidad económica. Y la gente merece información veraz, no opiniones disfrazadas de hechos”, fue una de las frases más compartidas en X (antes Twitter), donde miles de usuarios comentaron la escena.

Los espectadores se dividieron: por un lado, muchos aplaudieron la valentía y claridad del catedrático, y por otro, algunos defensores del programa consideraron su intervención como arrogante o fuera de tono.

Pero lo cierto es que el momento dejó al descubierto una problemática mayor: la falta de preparación técnica en algunos debates televisivos y la necesidad de contar con voces expertas que no se limiten a repetir discursos cómodos.

Horas después de la emisión, ni Griso ni Montero hicieron comentarios públicos sobre lo ocurrido, aunque fuentes del programa aseguraron que “el debate fue enriquecedor y que se valora siempre la presencia de expertos”.

Sin embargo, medios digitales ya titulaban el incidente como “el día en que un catedrático desmontó Espejo Público en directo”, mientras el fragmento del vídeo acumulaba miles de reproducciones.

Este tipo de situaciones vuelve a poner en primer plano el papel de los medios de comunicación en la formación de opinión pública.

¿Deberían los programas informativos contar con más espacios de contraste real con expertos?

¿Hasta qué punto se permite a los especialistas hablar sin filtros en un entorno dominado por la inmediatez y el espectáculo?

La intervención de José María Roldán deja en evidencia que, cuando se da espacio al conocimiento, muchas de las narrativas mediáticas pueden tambalearse.

Para muchos, el episodio ha sido una lección de humildad televisiva.

En tiempos donde la desinformación y la polarización dominan el discurso público, un catedrático fue capaz de poner orden en el caos con argumentos sólidos, cifras actualizadas y una claridad que muchos desearían ver más a menudo en televisión.

Y aunque para Griso y Montero fue una mañana difícil, para la audiencia fue, sin duda, una clase magistral inesperada.

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