Mónica Naranjo sorprende con una enigmática y contundente respuesta al ser preguntada por su exmarido Montoya, dejando entrever que la relación sigue marcada por tensiones no resueltas.

 

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Mónica Naranjo, una de las voces más potentes y carismáticas del panorama musical español, ha vuelto a acaparar titulares, y esta vez no ha sido por una nueva canción, un programa de televisión o un look rompedor.

En esta ocasión, el foco lo ha puesto su respuesta —tan inesperada como directa— a una pregunta sobre Montoya, el que fuera su pareja y quien también ha formado parte de su carrera en distintas etapas.

Todo ocurrió durante un acto promocional en el que la artista se mostraba relajada, cercana y, como siempre, sin pelos en la lengua.

Cuando un periodista le preguntó por Montoya, su exmarido y antiguo mánager, Naranjo se detuvo por un segundo, esbozó una media sonrisa enigmática y lanzó una frase que ha dado la vuelta a todas las redacciones: “A Montoya le deseo lo que se merece, y eso… ya lo sabe él.”

La sala quedó en silencio durante un par de segundos, como si todos esperaran una ampliación o una risa que rebajara el tono. Pero nada más salió de sus labios.

La frase quedó flotando con toda su ambigüedad, su carga emocional y su aparente ironía. En cuestión de minutos, el fragmento ya circulaba en redes sociales, generando todo tipo de teorías, interpretaciones y debates sobre la verdadera intención de sus palabras.

La relación entre Mónica Naranjo y Óscar Tarruella —más conocido como Montoya en los círculos de representación artística— ha sido, desde el principio, una montaña rusa pública y privada.

Se conocieron a finales de los años 90, cuando Mónica vivía una etapa de éxito absoluto con su disco Minage, y vivieron una relación profesional y sentimental que duró más de 15 años.

Tarruella no solo fue su pareja, sino también una figura clave en la toma de decisiones de su carrera musical durante buena parte de esa época.

 

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Sin embargo, tras su divorcio en 2013, la relación entre ambos se volvió distante y, en muchos aspectos, irreconciliable.

Aunque durante años ambos optaron por la discreción, con declaraciones medidas y poco espacio para el morbo, el paso del tiempo fue revelando que no todo había quedado en buenos términos.

En varias entrevistas, Mónica dejó entrever que durante aquella etapa se sintió limitada, presionada e incluso alejada de su esencia artística. “Tuve que dejar de ser muchas cosas para sobrevivir”, llegó a decir en una entrevista a propósito de su disco Lubna.

La respuesta que ha dado ahora, en 2025, no solo confirma que las heridas no están del todo cerradas, sino que ha despertado nuevamente la curiosidad del público por los detalles de esa relación, y sobre todo por lo que hay detrás de una frase que, aunque medida, parece tener una historia intensa detrás.

Lo más llamativo es que Mónica Naranjo, conocida por su franqueza pero también por su elegancia al esquivar el escándalo, haya decidido no esquivar el tema y responder con una frase tan cargada de intención.

“A Montoya le deseo lo que se merece” puede leerse de muchas maneras, pero ninguna de ellas suena a reconciliación.

Los seguidores de la cantante no han tardado en reaccionar. Muchos han celebrado su actitud, recordando que Mónica ha sido una defensora de la libertad emocional y del empoderamiento personal.

“Mónica siempre habla desde la verdad, aunque duela. Por eso la amamos”, escribía una fan en Twitter. Otros, en cambio, han pedido prudencia ante lo que consideran un gesto de resentimiento innecesario.

 

Preguntan a Mónica Naranjo por Montoya y su respuesta es de lo más  inesperada y dará que hablar

 

En paralelo, algunos medios han intentado contactar con Montoya para obtener una réplica o una valoración, pero hasta el momento no se ha producido ninguna declaración por su parte.

Fiel a su estilo, el exmánager ha optado por el silencio, aunque en el pasado sí ha dejado caer que su separación con Mónica fue “dolorosa y complicada, tanto en lo personal como en lo profesional”.

Más allá del morbo, lo cierto es que este tipo de momentos ponen de relieve el poder que tiene Mónica Naranjo como figura pública. A diferencia de muchas estrellas que se limitan a responder con frases neutras, ella no teme a la tensión ni a los dobles sentidos.

Lo suyo no es el titular fácil, sino la palabra con peso, la frase que invita a pensar —o a imaginar— lo que hay detrás.

Y es que, después de más de tres décadas de carrera, Mónica sigue siendo una artista capaz de reinventarse constantemente, no solo en lo musical, sino también en su manera de relacionarse con el público.

Su autenticidad, su magnetismo escénico y su capacidad para dejar huella con una sola frase siguen intactos.

Lo demostró cuando se plantó frente a los jueces de Operación Triunfo con su inolvidable “¡A mí no me pongas esa cara, cariño!”, y lo vuelve a demostrar ahora con una respuesta breve, pero absolutamente demoledora.

En una industria donde la mayoría juega a lo políticamente correcto, Mónica Naranjo sigue siendo una fuerza impredecible. Y cuando habla —aunque solo sea para lanzar una frase enigmática— todos la escuchan.

Porque si algo ha aprendido el público a lo largo de los años es que, cuando Mónica rompe el silencio… es porque hay algo que merece ser dicho. Aunque lo diga entre líneas.