La decisión de TVE tras la bajada de audiencia de ‘La Revuelta’: esta semana, clave

Los pasillos de RTVE están más agitados que nunca.

Tras su ambicioso lanzamiento, el programa La Revuelta, conducido por David Broncano, ha entrado en una fase crítica.

Lo que prometía ser una apuesta sólida por renovar el formato nocturno de la cadena pública no ha conseguido, al menos de momento, alcanzar las cifras esperadas.

La caída progresiva en la audiencia ha encendido las alarmas, y según fuentes cercanas a la dirección de contenidos, esta semana será decisiva para el futuro del programa.

La Revuelta nació con grandes expectativas.

El fichaje de David Broncano, hasta entonces emblema de La Resistencia, se anunció como un golpe de efecto para atraer a un público joven, dinámico y afín al humor ácido del presentador.

TVE invirtió no solo en su figura, sino también en un plató moderno, un equipo de guionistas experimentado y una estrategia de comunicación masiva.

Durante las primeras semanas, la curiosidad del público se tradujo en cifras respetables.

Sin embargo, con el paso de las emisiones, la audiencia ha ido descendiendo gradualmente, dejando al programa por debajo de los dos dígitos de cuota de pantalla.

Una situación delicada, especialmente para un espacio que debía funcionar como buque insignia del nuevo prime time de la cadena pública.

En las últimas emisiones, La Revuelta ha llegado incluso a ser superado por reposiciones en cadenas privadas, un dato preocupante para la dirección de RTVE.

Según ha trascendido, esta semana se ha convocado una reunión interna clave entre la cúpula de RTVE y los responsables del programa.

El objetivo: analizar los datos fríamente, valorar los puntos fuertes y débiles del formato, y tomar decisiones concretas de cara al futuro inmediato.

Entre las posibilidades que se están barajando se encuentra un cambio de horario, una reformulación del contenido o, en el peor de los escenarios, la cancelación anticipada del programa si los números no remontan.

Uno de los puntos más debatidos ha sido el tono del programa.

Mientras que para algunos La Revuelta mantiene el estilo provocador y fresco que caracteriza a Broncano, otros dentro de RTVE consideran que no termina de encajar con el perfil tradicional del ente público.

“Queríamos arriesgar, pero quizá hemos cruzado una línea que nuestra audiencia no está dispuesta a seguir”, habría comentado un directivo bajo anonimato.

Por su parte, David Broncano se ha mostrado tranquilo y profesional ante la situación.

Fuentes del equipo aseguran que está dispuesto a adaptarse a las decisiones que se tomen, y que mantiene una buena relación con la dirección del canal.

De hecho, se dice que el propio presentador ha propuesto cambios en las secciones y ha pedido más tiempo para consolidar el formato.

Mientras tanto, en redes sociales, los seguidores del programa siguen fieles, pero no ocultan su preocupación.

Muchos han mostrado su apoyo con el hashtag #SalvemosLaRevuelta, defendiendo la frescura del espacio y pidiendo a RTVE que le dé margen para crecer.

Algunos incluso han iniciado campañas para aumentar la visibilidad del programa, organizando visionados colectivos y compartiendo clips virales de las mejores entrevistas.

No es la primera vez que un programa tarda en consolidarse.

Ejemplos recientes en otras cadenas demuestran que algunos formatos necesitan tiempo para encontrar su ritmo y conectar con el público.

El problema para RTVE es que el contexto actual no da demasiado margen de error, especialmente en prime time y con una figura tan mediática como Broncano al frente.

Esta semana se presenta, por tanto, como un punto de inflexión.

Los próximos datos de audiencia serán clave para determinar el rumbo del programa.

Si la curva no remonta, la dirección podría optar por moverlo a un horario menos exigente o incluso sustituirlo por otro formato ya en preparación.

En cambio, si se percibe una mejora, aunque sea leve, hay disposición para mantenerlo al aire y trabajar en una reformulación que lo haga más atractivo para el público general.

Lo que está claro es que La Revuelta no pasa desapercibida.

Para bien o para mal, ha generado conversación, impacto y muchas expectativas.

El desafío ahora es convertir ese ruido en fidelidad, y esa fidelidad en audiencia. RTVE se juega mucho en este experimento.

Y aunque el futuro del programa aún es incierto, los próximos días podrían definir su destino para siempre.

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