¡El Desaire Más Sonado de las Campanadas 2025! Alberto Chicote Ignora a Broncano y Lalachus en Pleno Directo y Así Justifica su Silencio

La noche del 31 de diciembre de 2024 fue una de las más vistas en la televisión española, con millones de espectadores pegados a la pantalla para seguir las tradicionales Campanadas.

Este año, la expectación no solo se centraba en los cuartos y las doce uvas, sino también en la peculiar combinación de presentadores en diferentes canales.

En Antena 3, como es habitual, estaban Alberto Chicote y Cristina Pedroche.

Mientras tanto, en RTVE sorprendieron con una pareja inesperada: David Broncano y la influencer Lalachus, quienes dieron un giro informal y cómico al evento.

Sin embargo, lo que más llamó la atención no fue el vestuario de Pedroche ni los chistes de Broncano, sino un gesto (o la falta de este) que se volvió viral: Alberto Chicote no devolvió el saludo de sus colegas en el balcón vecino.

El momento se dio justo cuando las cámaras mostraban una panorámica de la Puerta del Sol.

David Broncano y Lalachus, sonrientes y entusiastas, se asomaron al balcón para saludar a los presentadores del canal contrario.

Con evidente entusiasmo, agitaron los brazos mientras gritaban un alegre “¡Feliz año, Chicote!”.

Pero lo que obtuvieron fue el silencio absoluto.

Alberto Chicote, serio y aparentemente distraído, ni siquiera volteó a mirar.

Las redes sociales estallaron de inmediato.

Muchos lo calificaron de “desaire”, otros hablaron de “soberbia” y algunos hasta insinuaron tensiones antiguas entre Chicote y Broncano.

Los memes no tardaron en inundar Twitter, con montajes de Chicote como una figura fría e indiferente frente a la espontaneidad de sus colegas.

Durante varios días, Alberto Chicote se mantuvo en silencio.

Ni una declaración en sus redes sociales ni una respuesta a los medios que intentaban contactar con él.

Esa actitud alimentó aún más la polémica.

Algunos tertulianos de televisión comenzaron a especular sobre posibles desencuentros entre el chef y Broncano en el pasado.

Otros afirmaban que Chicote estaba molesto por el enfoque “poco serio” de las Campanadas en RTVE.

Incluso se habló de que había recibido instrucciones estrictas de producción para no interactuar con los demás presentadores durante la retransmisión.

La falta de información oficial solo generó más rumores y tensiones innecesarias en un evento que, en teoría, está destinado a la celebración y la unidad.

Finalmente, fue en una entrevista exclusiva concedida a un conocido programa de radio donde Alberto Chicote decidió romper el silencio.

Con tono calmado pero firme, explicó lo que realmente ocurrió aquella noche.

“En ese momento, estaba concentrado en lo que estábamos haciendo con Cristina.

Las Campanadas son un directo muy exigente, donde cada segundo cuenta.

Yo no escuché nada.

No vi el saludo.

Y si lo hubiera visto, lo habría devuelto encantado”, afirmó el chef.

También añadió que no tiene ningún problema personal con David Broncano ni con Lalachus, y que le parece “fantástico” que RTVE explore nuevas fórmulas para atraer a los jóvenes a un evento tan tradicional.

Su versión fue respaldada por miembros del equipo de producción de Antena 3, quienes aseguraron que, en efecto, Chicote estaba revisando el cronómetro y los últimos detalles del guion en ese preciso instante.

Las palabras de Chicote calmaron en parte a sus seguidores, pero no lograron apaciguar del todo el debate en redes sociales.

Algunos usuarios aceptaron su explicación y pidieron que se cerrara el tema, recordando que todos pueden tener un mal momento o simplemente no darse cuenta de algo.

Otros, sin embargo, mantuvieron su postura crítica, argumentando que un gesto tan simbólico como devolver un saludo no requiere demasiada concentración ni esfuerzo.

En cualquier caso, lo cierto es que este incidente ha dejado una marca en las Campanadas 2025 y probablemente sea recordado en futuras ediciones como uno de esos “momentos incómodos” que hacen historia en la televisión.

Lo curioso de todo este episodio es que tanto Broncano como Lalachus se lo tomaron con humor.

Al día siguiente, durante su aparición en un podcast, bromearon sobre lo sucedido.

“Yo creo que Chicote pensó que éramos fans gritándole desde abajo”, dijo Broncano entre risas.

Lalachus, por su parte, bromeó diciendo: “A lo mejor pensó que éramos parte del público y se asustó.

O quizás nos confundió con cámaras de seguridad”.

Las carcajadas no faltaron y demostraron que, al menos por su parte, no hubo ningún tipo de ofensa ni resentimiento.

Incluso lanzaron una invitación pública a Chicote para que asista a uno de sus programas y “se tome unas uvas atrasadas” con ellos.

Lo que empezó como una polémica terminó transformándose en una anécdota más del directo.

Y como suele ocurrir en televisión, lo inesperado siempre genera conversación.

Chicote, por su parte, ha aprendido que cada gesto, por pequeño que sea, puede ser amplificado por millones de ojos.

Broncano y Lalachus, mientras tanto, han consolidado su imagen de comunicadores espontáneos y cercanos.

Y el público, como siempre, ha sido testigo de otra historia que se suma al imaginario colectivo de las noches de fin de año en España.