Alejandra Rubio ha revelado públicamente que ha roto por completo su relación con su primo José María Almoguera tras una tensa conversación telefónica, confirmando así la profunda fractura familiar que divide a los hijos de Terelu Campos y Carmen Borrego.

Alejandra Rubio ha vuelto a situarse en el centro de todas las miradas tras pronunciarse por primera vez sobre el complicado vínculo que mantiene con su primo José María Almoguera, hijo de Carmen Borrego, en medio de un distanciamiento familiar que ha dividido a las Campos.

Lo ha hecho con una franqueza que pocos esperaban, confirmando lo que muchos temían: su relación con él no solo está rota, sino que no tiene intención de retomarla, al menos por el momento.

Esta contundente declaración se produjo durante la emisión del programa “Así es la vida”, donde Alejandra es colaboradora habitual, en la tarde del martes 2 de julio.

En directo y sin titubeos, Alejandra reconoció públicamente que no mantiene ninguna relación con su primo José María desde hace tiempo.

“No hablo con él, no tengo relación con él y, sinceramente, no tengo intención de retomar nada”, declaró con un tono calmado pero firme, sorprendiendo incluso a sus compañeros de plató.

La revelación cobra un peso especial teniendo en cuenta que hasta ahora había evitado pronunciarse abiertamente sobre este conflicto familiar, aunque la tensión era evidente desde hace meses.

La situación se agravó en noviembre de 2023, cuando Alejandra y José María protagonizaron una conversación telefónica que, según ella misma ha relatado ahora, fue tan incómoda como definitiva.

“Fue muy desagradable, no me gustó nada, me dejó tocada”, confesó. Sin entrar en detalles específicos sobre el contenido de esa llamada, la joven dejó entrever que se trataron temas delicados que terminaron por romper el frágil vínculo que aún existía entre ellos.

“Aquello me hizo entender muchas cosas y tomar una decisión”, añadió, dando a entender que desde ese momento cerró la puerta a cualquier intento de reconciliación.

Esta conversación se produjo en un momento en que la familia Campos estaba especialmente expuesta mediáticamente, a raíz de la separación de José María Almoguera y Paola Olmedo, su ya exmujer.

La ruptura fue ampliamente cubierta por la prensa del corazón, y según algunas fuentes, provocó aún más tensiones internas en el clan.

La madre de Alejandra, Terelu Campos, y su tía Carmen Borrego también atravesaban momentos complicados en su relación, alimentando una serie de desencuentros que aún hoy no parecen haber sanado del todo.

Alejandra ha insistido en que su decisión de cortar la relación con su primo no responde a ningún capricho ni a influencias externas, sino a su propia experiencia personal.

“No es una cosa de ahora, esto viene de lejos, pero esa llamada fue la gota que colmó el vaso”, explicó ante la audiencia. También quiso dejar claro que no siente odio ni rencor, simplemente considera que hay relaciones que, por salud emocional, es mejor dejar atrás.

Su testimonio ha generado un enorme revuelo en redes sociales, donde los seguidores de la familia Campos se han dividido entre quienes apoyan su sinceridad y quienes consideran que debería intentar una reconciliación por el bien de la familia.

Algunos comentarios apuntaban a la tristeza de ver cómo una familia tan querida por el público se ha ido desmoronando con el paso del tiempo, mientras otros elogiaban la madurez de Alejandra al poner límites y priorizar su bienestar.

Mientras tanto, José María Almoguera ha optado por mantenerse en silencio. No ha respondido públicamente a las declaraciones de su prima ni ha dado señales de querer intervenir en el debate.

Desde su ruptura con Paola Olmedo, el joven ha mantenido un perfil bajo, lejos de los platós de televisión y centrado, según se ha dicho, en reconstruir su vida personal en la intimidad.

La relación entre Alejandra y José María ha sido siempre compleja, marcada por las tensiones entre sus respectivas madres y por diferentes formas de afrontar la fama y la exposición pública.

Mientras Alejandra ha apostado por una carrera televisiva, con presencia constante en programas de entretenimiento y entrevistas, José María ha optado por una vida más reservada, alejada del foco mediático que envuelve a los Campos desde hace décadas.

Esta diferencia de estilos ha alimentado los desencuentros y ha contribuido a que ambos primos se distancien cada vez más.

Por otro lado, el embarazo de Alejandra ha añadido un nuevo elemento emocional a esta historia.

La joven se encuentra actualmente en la dulce espera de su primer hijo con Carlo Costanzia, y ha confesado en varias ocasiones que está viviendo esta etapa con ilusión, pero también con cierta carga emocional por los conflictos familiares no resueltos.

“Es un momento muy bonito, pero también me doy cuenta de las ausencias, de lo que no está”, comentó días atrás en otra intervención televisiva.

La figura de Terelu Campos, como madre de Alejandra y hermana de Carmen Borrego, también se encuentra en una posición delicada.

Aunque ha intentado mantenerse al margen del conflicto entre sus hijos, su silencio ha sido interpretado por muchos como una forma de proteger a Alejandra, especialmente en un momento tan sensible como lo es un embarazo.

Sin embargo, las tensiones con su hermana Carmen son un secreto a voces, y aunque ambas han hecho esfuerzos por reconciliarse en el pasado, la situación sigue siendo tensa. En este contexto familiar tan fracturado, las palabras de Alejandra Rubio suponen un antes y un después.

Su decisión de cerrar la puerta a cualquier intento de acercamiento con su primo José María Almoguera no solo confirma lo que muchos intuían, sino que plantea un escenario en el que la familia Campos sigue fragmentada, sin una figura unificadora que logre calmar las aguas.

Alejandra, con su estilo directo y cada vez más seguro, ha demostrado una vez más que no está dispuesta a ceder ante presiones ni a fingir una armonía que no existe.

Y mientras su historia personal continúa desarrollándose, el público sigue atento, esperando nuevos capítulos en esta saga familiar tan mediática como real.