El actor tuvo que volver por prescripción médica a España antes de la final tras una lesión en la rodilla que ahora recuerda y de la que se recupera.

Tras su participación en la edición 2025 de ‘Supervivientes’, Pelayo Díaz enfrenta un reto que va más allá de la supervivencia en la isla

hondureña, ya que dos meses después del programa sigue inmerso en un proceso intenso y complicado de rehabilitación por una grave lesión en la rodilla que casi le obliga a abandonar la competición.

El 7 de agosto, Pelayo se sinceró ante sus seguidores sobre el difícil camino que ha tenido que recorrer para volver a la normalidad y cómo esta experiencia ha marcado un antes y un después en su cuerpo y en su mente.

Pelayo explicó que fue gracias a la intervención urgente de Jorge, un médico traumatólogo que le atendió en Honduras, que pudo evitar consecuencias más graves.

“Mi cuerpo todavía se está readaptando, es algo nuevo para mí. Jorge logró colocarme la rótula de urgencia y a partir de ahí comenzó un camino muy intenso,” confesó.

La rehabilitación ha sido larga, constante y dolorosa, pero nunca ha dejado de tratar su rodilla con cariño y paciencia. “No ha habido un solo día en el que no le haya dado cariño y amor a mi rodilla”, aseguró con determinación.

El apoyo incondicional de su esposa, Patricia Montero, ha sido clave para Pelayo en este proceso. Juntos han vivido la evolución desde que tuvo que usar una rodillera durante un mes hasta que pudo retirarla.

Sin embargo, Pelayo es consciente de que aún queda camino por recorrer y que no se descarta una posible intervención quirúrgica.

“Lo que sí tengo clarísimo es que nadie va a pararme. Tengo unas ganas inmensas de volver a ser yo y de recuperar mi rodilla al cien por cien,” declaró con esperanza y firmeza.

No solo Pelayo ha tenido que enfrentarse a las secuelas físicas, sino que también ha vivido un choque emocional y psicológico tras su paso por la isla.

Álex Adrover, otro concursante destacado de ‘Supervivientes 2025’, compartió cómo afronta su propia recuperación tras la experiencia en Honduras.

“Recuerdo ese día con amor, con cariño, y con un tremendo orgullo por lo que hice en el programa y por cómo me he tomado esta lesión.

Es como un empezar de nuevo, como volver a ponerme a tono, aunque sea con una patita menos… pero con más ganas que nunca,” explicó Álex, dejando claro que la actitud positiva es fundamental en la recuperación.

La realidad para muchos participantes es que el regreso a la rutina tras meses en condiciones extremas es un golpe duro, tanto física como mentalmente.

Pelayo Díaz también habló abiertamente sobre la ansiedad que sufrió al regresar a España, confesando que

“he pasado la mayor ansiedad por comer de mi vida tras volver de la isla. No he parado de comer. Cada hora tenía hambre. Este es mi estado actual. No he tenido yo esta tripa en mi vida.”

Esta confesión reveló las dificultades no solo en lo físico sino también en la salud mental, un aspecto pocas veces abordado públicamente tras estos concursos.

Jessica Bueno, otra figura vinculada a la edición y próxima jurado de ‘Bailando con las estrellas’, también se ha visto afectada por las consecuencias del programa y mostró su intención de centrarse en su salud tras las polémicas recientes.

Por su parte, Borja González, ganador de la edición pasada, compartió cifras concretas sobre los cambios físicos que vivió: “Llegué a Honduras pesando 80 kilos, salí pesando 67, perdí 13 kilos, y ahora peso 84.

He cogido 17 kilos, y no de músculo.” Esto ejemplifica la magnitud del impacto físico que supone participar en un programa como ‘Supervivientes’, donde las condiciones de vida extremas y la escasez de alimentos hacen que el cuerpo sufra transformaciones drásticas.

La combinación de la exigencia física, las lesiones, la adaptación al ambiente hostil y las consecuencias psicológicas representan un desafío real para todos los concursantes.

La historia de Pelayo Díaz, Álex Adrover y otros participantes revela que más allá de la adrenalina y la fama, estos aventureros enfrentan batallas profundas para regresar a su vida cotidiana y recuperar su bienestar integral.

Pelayo, con el respaldo de Patricia Montero, avanza en su rehabilitación con la convicción de que la superación personal y la paciencia serán la clave para recuperar su plena salud y volver a la normalidad después de haber vivido una de las experiencias más intensas de su vida.