Ana Duato fue absuelta de los cargos de fraude fiscal en el caso Nummaria mientras Imanol Arias fue condenado, marcando un giro inesperado en este escándalo judicial que ha conmocionado al mundo del espectáculo español.

El pasado jueves 3 de julio de 2025, el Juzgado de lo Penal número 30 de Madrid dictó una sentencia que ha provocado un intenso debate en la sociedad española y el mundo del espectáculo.

Ana Duato, reconocida actriz española famosa por su papel en la serie “Cuéntame cómo pasó”, fue absuelta de los cargos de fraude fiscal relacionados con el caso Nummaria, un escándalo que ha afectado a varias personalidades del sector audiovisual.

En contraste, su compañero y también actor Imanol Arias fue condenado por este mismo caso, generando una división de opiniones y múltiples interrogantes sobre la justicia aplicada.

El caso Nummaria se remonta a investigaciones iniciadas en 2022, donde se descubrió una compleja trama de evasión fiscal que involucraba a varias figuras conocidas del cine y la televisión española.

Según la acusación, los implicados habrían utilizado sociedades pantalla para ocultar ingresos y evitar el pago de impuestos durante varios años.

Este procedimiento judicial ha sido seguido con gran atención por el público debido al impacto mediático que ha tenido y a la relevancia de los nombres involucrados.

Durante la vista oral, que tuvo lugar en las últimas semanas en Madrid, Ana Duato defendió su inocencia con vehemencia.

Su defensa argumentó que la actriz no tenía conocimiento directo ni participación en las operaciones económicas cuestionadas y que su implicación en las sociedades señaladas fue meramente formal.

En palabras de su abogado: “Ana Duato confió en asesores profesionales y nunca gestionó de forma directa las finanzas de las sociedades, por lo que no puede ser considerada responsable del fraude”.

La Fiscalía, por su parte, solicitaba una pena de multa y prisión para ambos actores, alegando la existencia de pruebas suficientes para condenarlos.

Imanol Arias, en cambio, mostró una actitud más reservada durante el juicio. Reconoció ciertos errores en la gestión de sus sociedades, aunque negó intencionalidad dolosa.

Sin embargo, el tribunal consideró que existían indicios suficientes para dictar condena por un delito continuado de fraude fiscal, imponiéndole una pena de un año y seis meses de prisión y una multa económica considerable.

Esta condena ha sorprendido a muchos, dado que Arias y Duato habían sido vistos públicamente como aliados y compañeros en el proceso judicial.

La resolución del caso ha abierto un debate sobre la responsabilidad y la transparencia en la gestión financiera de las figuras públicas.

Expertos en derecho fiscal han señalado que la sentencia marca un precedente importante, distinguiendo entre la responsabilidad directa y la formal en casos de fraude.

Además, se ha comentado la presión mediática y social que estas investigaciones suponen para los acusados, quienes deben enfrentar no solo un proceso legal sino también el escrutinio público.

Ana Duato, tras conocerse la sentencia, emitió un comunicado a través de sus redes sociales agradeciendo el apoyo recibido durante estos años y expresando su alivio por la absolución.

“Este proceso ha sido muy duro para mí y mi familia, pero la verdad y la justicia han prevalecido.

Continuaré trabajando con la misma dedicación y respeto hacia el público que siempre me ha acompañado”, afirmó la actriz. Por su parte, Imanol Arias anunció que apelará la sentencia y confía en que el tribunal superior reconsiderará la condena.

Este episodio pone de manifiesto la complejidad y sensibilidad que rodean los casos de fraude fiscal en España, especialmente cuando afectan a figuras públicas muy conocidas.

Mientras la opinión pública sigue dividida, muchos recuerdan que tanto Ana Duato como Imanol Arias han tenido carreras largas y reconocidas, destacando en la cultura española y siendo parte esencial del panorama televisivo durante décadas.

El caso Nummaria, por tanto, no solo es una cuestión judicial sino también un fenómeno social que refleja las tensiones entre la justicia, la fama y la responsabilidad.

En conclusión, la absolución de Ana Duato junto con la condena de Imanol Arias ha dejado una huella profunda en el mundo del espectáculo español y en el debate público sobre la ética y la legalidad.

El proceso sigue abierto y se espera que nuevas apelaciones y resoluciones puedan modificar el rumbo de esta historia que todavía genera mucha expectación.

La sociedad española observa atentamente, pendiente de los próximos capítulos de este caso que combina drama judicial y mediático en una trama que parece no tener fin.