Anita Williams ha visitado ‘Fiesta’ este domingo 6 de julio donde ha actualizado cómo está su relación con Montoya, y no ha ocultado su malestar al saber su último movimiento.

La noche del domingo 6 de julio, Anita Williams reapareció en el plató del programa Fiesta y dejó al descubierto la verdadera situación de su relación con José Carlos Montoya tras su paso por Supervivientes 2025.

Lo que parecía una reconciliación prometedora durante la recta final del concurso terminó en un distanciamiento total al regresar a España. En sus propias palabras, Anita confirmó con firmeza: “cero contacto, no hay ninguna relación ahora mismo”.

Durante los últimos meses, la relación entre Anita y Montoya se convirtió en uno de los temas más comentados de la televisión española.

Desde sus inicios en La isla de las tentaciones, su historia ha estado marcada por altibajos, reconciliaciones intermitentes y gestos contradictorios que mantuvieron en vilo a los seguidores de ambos programas.

En Supervivientes 2025, desde los primeros días en los Cayos Cochinos, ambos protagonizaron momentos de cercanía, confidencias en la arena y reencuentros cargados de emoción que hacían pensar en una posible segunda oportunidad amorosa.

Sin embargo, tras la final del reality, celebrada a principios de julio en Madrid, los rumores comenzaron a correr cuando Montoya decidió no asistir a la mayoría de los programas posteriores y evitó responder públicamente a las preguntas sobre Anita.

Mientras tanto, ella se mostraba visiblemente afectada por su ausencia, insistiendo en que necesitaban hablar “por lo menos como amigos”.

Según contó Anita en Fiesta, al volver a Barcelona experimentó una fuerte sensación de vacío: “Me encontraba extraña, con ansiedad, sin entender nada, y necesitaba aclarar muchas cosas con él. Pero me lo dejó claro: no quiere tener ningún tipo de contacto conmigo”.

Además, la joven sorprendió a todos al confesar públicamente que sí hubo relaciones íntimas con Montoya en Playa Misterio, desmintiendo la versión que ambos habían defendido anteriormente.

“Makoke, tenías razón… sí pasó algo allí”, declaró entre lágrimas, generando un auténtico terremoto mediático. Esta revelación fue el detonante que provocó la ruptura definitiva.

Montoya, visiblemente molesto por lo que consideró una traición y una exposición innecesaria, abandonó el plató del debate sin despedirse y se negó a seguir participando en los programas del canal.

Anita, por su parte, explicó que su intención no era hacer daño ni dramatizar, sino simplemente ser honesta con la audiencia. “Yo no me desenamoro en una semana, pero me he dado cuenta de que tengo que poner límites.

Estoy en un momento donde necesito quererme más a mí misma, pensar en mi salud emocional y rodearme de gente que me sume”, confesó.

También reconoció que ha retomado sus sesiones de terapia psicológica y que, tras cuatro meses aislada en Honduras, el regreso a la rutina le resultó más duro de lo esperado. “La soledad del reality no es nada comparado con la frialdad que sentí al volver a casa”, aseguró.

Desde su desaparición mediática, Montoya no ha dado señales claras sobre su estado actual.

Algunos exconcursantes, como Damián Quintero, aseguraron que José Carlos se encontraba “mal anímicamente” y que había recibido recomendaciones médicas de mantenerse al margen de la exposición pública.

Sin embargo, otros apuntan a que simplemente no quiso asumir las consecuencias de su comportamiento en el concurso.

Varios colaboradores del universo Telecinco, como Carmen Alcayde y Kiko Matamoros, criticaron su actitud y defendieron a Anita por hablar abiertamente: “No se puede estar jugando con los sentimientos de alguien en televisión y luego desaparecer como si nada”, sentenció Alcayde.

El caso de Anita y Montoya ha generado un intenso debate en redes sociales. Mientras algunos seguidores aplauden la valentía de Anita por mostrarse vulnerable y sincera, otros opinan que la joven debería haber resguardado ciertos aspectos de su vida privada.

En cualquier caso, lo que queda claro es que la historia entre ambos ha quedado rota, y al menos por ahora, sin posibilidad de retorno.

En sus últimas declaraciones, Anita reiteró que no guarda rencor, pero que ha cerrado el capítulo.

“Ojalá le vaya bien, pero ya no puedo seguir esperando a alguien que no está dispuesto a hablarme ni a darme la cara. Prefiero quedarme con los buenos momentos y seguir adelante”.

Mientras la audiencia sigue preguntándose si Montoya volverá algún día para dar su versión o si este silencio es definitivo, Anita ha dejado una huella profunda no solo como concursante, sino también como mujer que ha aprendido a priorizarse después de exponerse emocionalmente frente a millones de personas.

Una historia de amor, traición y reconstrucción que deja al público dividido… y con muchas preguntas sin responder.