La muerte de Caritina Goyanes el 26 de agosto del año pasado fue un golpe durísimo para la familia

El 26 de agosto de 2024 marcó un antes y un después en la vida de Carla Goyanes y toda su familia.

Caritina Goyanes, hija de Cari Lapique y Carlos Goyanes, falleció de manera repentina durante unas vacaciones familiares en Marbella, dejando un vacío profundo en quienes la rodeaban.

La empresaria, conocida por su dedicación a la hostelería y su exitosa empresa de catering, se encontraba disfrutando de un descanso junto a su marido, Antonio Matos, y sus hijos cuando comenzó a sentirse mal mientras estaba en la piscina.

A pesar de la rápida atención médica, los profesionales no pudieron salvarla, lo que convirtió aquel día en uno de los más dolorosos de la familia Goyanes.

Este duro golpe se sumó a la reciente pérdida de su padre, Carlos Goyanes, cuyo fallecimiento había ocurrido solo unas semanas antes, dejando a la familia aún en proceso de duelo.

Cari Lapique, madre de Carla y Caritina, se encontraba junto a su otra hija en esos momentos y recibió la llamada que ninguna madre desearía recibir, mientras Carla se convirtió de inmediato en el sostén emocional de todos.

La joven tuvo que asumir un papel de liderazgo familiar, brindando apoyo a su madre, su cuñado y, especialmente, a los hijos de Caritina, demostrando una madurez y fortaleza excepcionales en medio del dolor.

Carla Goyanes compartió días después, en declaraciones y a través de una emotiva carta publicada en la revista ‘Hola’, cómo vivió aquel verano marcado por la pérdida y la tristeza:

“Estarás feliz y orgullosa de ver que, pese a que todos los días te echamos de menos, tus hijos están siendo muy maduros, responsables y están rodeados de amor”, escribió, dirigiéndose a Caritina.

Sus palabras reflejan el amor y el compromiso de quien, enfrentando dos de los golpes más duros de su vida, decidió convertirse en pilar de la familia y guía para los sobrinos que habían perdido a su madre.

El viudo, Antonio Matos, también vivió momentos de absoluto desconcierto y dolor. Casados y felices, con una vida construida a base de proyectos y dedicación familiar, el repentino fallecimiento de Caritina los sumió en un duelo inesperado.

Carla Goyanes se convirtió en un apoyo constante para él y sus hijos, coordinando cuidados, acompañándolos emocionalmente y asegurándose de que no les faltara el cariño ni la estabilidad en medio de la tormenta.

Además de la familia, los trabajadores de la empresa de catering de Caritina expresaron su tristeza por la pérdida de la empresaria, destacando su dedicación y profesionalismo.

Carla tuvo que asumir también la comunicación y la coordinación con empleados y colaboradores, demostrando aún más su capacidad para mantener la calma y organizar a su entorno en momentos de crisis.

El primer aniversario de la muerte de Caritina se acerca, y para Carla representa un día especialmente doloroso. Ambas hermanas habían sido muy unidas y habían compartido no solo lazos familiares, sino también una profunda complicidad.

Carla, al recordar a Caritina, destacó la entrega y amor con los que su hermana siempre actuó: “Eras una madre entregada, cariñosa y comprensiva, pero exigente. Al pie del cañón cuando te necesitaban.

Haciendo malabares para conciliar”, escribió. Este recuerdo no solo es un homenaje a la vida de Caritina, sino también un reflejo de la resiliencia y fuerza de Carla ante la adversidad.

Durante todo este año, Carla ha sido reconocida por su discreción y por la manera en que ha sabido manejar su duelo sin perder la cercanía con quienes la rodean.

Cari Lapique destacó la capacidad de su hija para hacerse querer por la prensa y por quienes la conocían a través de los medios, señalando que ese equilibrio entre discreción y empatía era una de sus grandes virtudes.

La fortaleza de Carla ha servido de ejemplo no solo para su familia, sino también para el público que ha seguido de cerca la historia de los Goyanes y que ha mostrado apoyo constante a través de mensajes de cariño y solidaridad.

La combinación de pérdidas en tan corto periodo, la necesidad de sostener emocionalmente a su madre, cuidar a los sobrinos y mantener la estabilidad familiar ha convertido a Carla en el pilar de los Goyanes.

Este primer aniversario de la muerte de Caritina será sin duda un momento de reflexión, recuerdo y homenaje, en el que Carla se enfrentará a las emociones más intensas mientras mantiene el compromiso de cuidar del legado de su hermana y de proteger a los más jóvenes de la familia.

En definitiva, la vida de Carla Goyanes cambió radicalmente aquel 26 de agosto de 2024, y el recuerdo de Caritina sigue presente en cada decisión, en cada gesto de apoyo y en cada mensaje de amor que comparte con su familia.

Este próximo aniversario será una prueba de resistencia emocional, pero también un homenaje a la memoria de su hermana y a la fuerza de los lazos familiares que la sostienen en los momentos más difíciles.