Clifford llegó a España con su padre biológico, pero terminó quedándose “solo en Europa”. Ahora, recurre a ‘First Dates’ para encontrar el amor

La noche del 6 de agosto de 2025, el plató de ‘First Dates’ fue testigo de una de las historias más conmovedoras que se han escuchado en el popular programa de citas de Cuatro.

Clifford, un joven de 21 años procedente de Manresa, Barcelona, se presentó sin expectativas, pero con una historia de vida tan impactante como inspiradora.

Frente a las cámaras y con una tranquilidad admirable, comenzó diciendo: “Simplemente vengo a conocer y a ver si se da o no se da”.

Lo que nadie se esperaba es que, en pocos minutos, se acabaría abriendo el corazón como pocos lo han hecho antes en este espacio televisivo.

Clifford, nacido en Ghana, llegó a España siendo apenas un niño, acompañado de su padre biológico y la pareja de este. Sin embargo, las cosas no salieron como esperaban.

Según contó durante su cita, “vine aquí con mi padre y con su mujerzuela de aquel entonces. Tuvimos varios problemas y fallos técnicos. Papá se fue preso. La otra nos robó una cuenta bancaria y se secuestró a una hermanastra.

A día de hoy no sé dónde están”. Aquello ocurrió en un solo fin de semana. El lunes, Clifford debía ir a clase como cualquier otro niño, aunque por dentro estaba roto.

“Siempre he sido muy participativo. Ese día, mi profesora de música, que también era mi tutora, se dio cuenta de que no hablaba. Me preguntó qué me pasaba y le conté lo que había vivido el día anterior.

Me había quedado completamente solo en Europa”, recordó con emoción. En aquel entonces tenía apenas siete años. Lo que vino después marcaría su vida para siempre.

“El director del colegio me preguntó qué prefería, si irme con una familia o a un centro de menores. Le dije que no quería ir a un centro ni loco.

A la media hora apareció mi profesora de música con su marido y me llevaron a casa. Me han criado desde entonces. Ellos han sido y siguen siendo mis padres”.

Esta revelación dejó completamente descolocada a su cita, Mariana, una joven colombiana de 20 años con raíces jamaicanas. Aunque trató de mantener la compostura, acabó visiblemente emocionada: “Es muy jodido”, confesó tras las cámaras.

Clifford confesó que su mayor virtud es la resiliencia. “La vida me ha llevado por caminos que no podría haber superado si no tuviera esta capacidad de resiliencia.

Es lo que más me define”, dijo ante la cámara. Lo cierto es que, a pesar de las heridas del pasado, se ha convertido en un joven fuerte, con un discurso claro y lleno de gratitud.

“Cuando era pequeño, la gente para ofenderme me decía que era adoptado o de acogida. Hasta que entendí que todo el mundo viene al mundo de rebote y mi madre me ha elegido. Soy más especial que nunca”, afirmó con orgullo.

Tanto él como Mariana compartían una pasión común: la música. “Mis padres, los dos, son músicos de bastante talento. Yo también la amo, aunque más que tocarla, me gusta escucharla”, explicó Clifford.

Mariana, por su parte, le reveló que canta en una sinfónica y que todo lo relacionado con imagen, sonido y estética le fascina. “Busco a alguien que me aporte una visión diferente sobre muchas cosas”, dijo ella, buscando una conexión más allá de lo superficial.

En cuanto a la química entre ambos, la cita fue fluyendo con naturalidad. Mariana se mostró encantada con la forma de expresarse de Clifford, aunque admitió que le habría gustado que él fuera un poco más alto: “No me gustan los chicos que no superan el 1,80”, reconoció.

No obstante, quedó cautivada por su historia y por su sinceridad. Clifford, en cambio, no tuvo reparos en halagarla: “Me encantó su pelazo y cómo se abre”.

Durante la velada, Mariana confesó que en el amor no ha tenido suerte: “En cuanto se dan cuenta de que les presto atención, desaparecen”. Clifford, con serenidad, le aseguró que no sería uno de esos casos. “Tengo claro que no voy a hacer ghosting”, dijo sonriendo.

Al finalizar la cita, ambos coincidieron en querer seguir conociéndose. Mariana afirmó que le gustaría tener una segunda cita: “Es un chico muy echado para adelante, con objetivos muy claros”.

Clifford también dejó abierta la puerta: “Compartimos muchas cosas y no estaría mal seguir conociéndonos. Cuando quieras, repetimos”.

La historia de Clifford no solo conmovió a su cita, sino también a todos los que la escucharon desde casa. En un formato donde lo superficial suele primar, su testimonio demostró que, a veces, las heridas del pasado pueden ser el camino hacia conexiones más profundas.

Su paso por ‘First Dates’ no fue solo una cita romántica, sino una lección de vida sobre la familia, la superación y la capacidad de amar incluso después de haber sido herido.